𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟑

455 79 7
                                    

- ¿Crees que estamos preparados? -pregunté, abriendo la maleta en la habitación que nos habían asignado en el hotel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


- ¿Crees que estamos preparados? -pregunté, abriendo la maleta en la habitación que nos habían asignado en el hotel. Entre las reuniones de Jungkook, la diferencia horaria y la bruja de mi jefa, Jungkook y yo nos habíamos enviado mensajes todos los días, habíamos hablado un puñado de veces e incluso habíamos establecido una videollamada en los diez últimos días, pero yo seguía estando nerviosa. Llevaba toda la mañana intentando amortiguar aquel creciente pánico, pero ahora que estábamos allí, a una hora de comenzar a celebrar el matrimonio de las dos personas que me habían traicionado, asistir me parecía ridículo. Haber ido con Jungkook lo empeoraba todo, como si enfatizara que estaba sola, que no tenía a nadie - No había considerado la logística de compartir una habitación. Necesito un trago.

- ¿La logística?

- Ya sabes. Dos personas. Una cama.

- Creo que si tuviéramos habitaciones separadas levantaríamos sospechas - justificó.

Obviamente Jungkook pensaba que yo era demasiado estúpida. Por supuesto, yo entendía que teníamos que compartir habitación en el hotel, pero no me había preparado mentalmente. Toda mi energía se había concentrado en pasar el fin de semana. El día de la ceremonia, mi plan era sentarme en uno de los bancos del fondo, en el lado alejado del pasillo para poder ver y oír lo menos posible.

Luego, en lugar de esperar a que me hicieran fotos, desaparecería en el hotel. Pero aún quedaban días por delante para pasar ese último obstáculo. Y ese era el primero: no había pensado mucho en compartir un dormitorio con un perfecto desconocido, y como si mi maleta quisiera ofrecerme una prueba, saqué el pijama. Si Jungkook y yo hubiéramos estado saliendo de verdad, no habría llevado ropa de dormir rosa con margaritas salpicadas por todas partes.

Sin duda él estaba acostumbrado a ver a las mujeres con algo provocativo y sexy, algo que no estuviera pensado para conciliar el sueño. Bueno, esa noche podría ver lo que las mujeres llevaban en la cama cuando no la compartían con un hombre atractivo.

- Lo sé -respondí- pero es raro. Apenas nos conocemos.

- Como si eso fuera cierto. Sabes más de mí que nadie, aparte de mi familia inmediata y mis cinco mejores amigos.

Cuanto más tiempo pasaba con Jungkook, más preguntas me venían a la cabeza.

- ¿Cuál es el segundo nombre de tu madre? -pregunté.

- No tiene.

- Quizá deberías habérmela presentado.

Se rio, como hacía la mayoría de las veces en que yo empezaba a desviarme hacia una crisis. Había tenido que convencerme de que me apartara del precipicio al menos tres veces desde que habíamos hecho el trato. Se le daba bien. Sabía qué decir y qué botones pulsar. Era extraño; sabía que lo hacía para asegurarse de que podría conseguir lo que quería, pero siempre daba la impresión de que le interesaba lo mejor para mí. De todas formas, resultaba peligroso, porque solo protegía lo que quería. Necesitaba recordarlo. No se limitaba a ser amable; tenía una agenda, por muy convincente que fuera. Todo lo que hacía era falso.

𝙋𝙧𝙚𝙩𝙚𝙣𝙙 𝙇𝙤𝙫𝙚 | ℓк αυ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora