Catorce de Febrero

CAPITULO 13

Capítulo 13

Aria.

- Mi hermano te ha estado extrañando. – Valentina me sorprende diciendo aquello.

Se encontraba tomando mi mano, al igual que la de Asher, estaba en medio de ambos.

- Pensé que la que se tenía que volver loca era yo. – lo molesto.

- Que no se te suba a la cabeza, extrañaba tener a quien molestar.

- Si eso hace que te sientas mejor, está bien. – me regala una sonrisa de labios cerrados. Qué lindo. – Y ¿tú no me has extrañado, Valen?

- Si, mejor amiga, estaba hablando de ti con mi profesora, me dijo que conocía a tu mamá, y que era muy linda.

- Si, peque, mi mamá es muy linda, algún día te invitare a mí casa cuando ella este, para que la conozcas más.

- Siii, y vemos películas, como la otra vez.

- Si es lo que quieres, lo tendrás. – le sonrío.

Regreso mi mirada a Asher, quien se queda serio observándome, levanto una ceja inquiriendo saber si algo anda mal. Asher parece darse cuenta, porque sacude su cabeza como si se espabilara, y se detiene para mirarnos a ambas.

- ¿Quieren ir a jugar a un parque? Y después te dejamos en casa, Aria.

- Si, perfecto.

- Y ¿Podríamos ir por un helado?

- Claro, si cuando llegas a casa comes lo que cocine.

- Prometo comerme todas las verduras. – me da ganas de reír, al ver la cara de seriedad con la que lo dice Valen.

Después de ello, vamos en silencio caminando a un parque que esta cerca de la high school.

- ¿Tu abuela regresó a su casa? – le pregunto.

- Si, hace dos días.

- ¿Por qué no se queda más tiempo?

Asher alza los hombros en respuesta. – supongo que está acostumbrada a la vida de allá, además, sabe que Valentina está en buenas manos.

- En las tuyas.

- Y con la familia de Samuel, sí.

- Me alegra ver que tienen personas a su alrededor que los quiera.

- A mí me alegra más por ella. – apunta a Valen, quien camina entretenida pateando una piedra con su pie. – Hubo un tiempo... - se detiene y duda.

- Puedes confiar en mi Asher, cuando te sientas listo, puedes contarme lo que te sucede. – lo animo, no deseo presionarlo, pero si vamos a si quiera ser amigos, quisiera que se establezca una relación de confianza entre ambos.

- Si seguimos así, prometo que te lo diré.

- Todo a su tiempo. – me acerco a darle un beso en la mejilla.

Valen se nos escapa cuando ve a un señor que vende helados.

- Corran, se va a ir el señor y no podremos comprar helados. – nos apura.

Miro de nuevo a su hermano mayor, quien ahora tiene una sonrisa de oreja a oreja en el rostro, que bonito sonríe.

- El último en llegar es un huevo podrido. – lo fastidio, y me echó a correr.

- Por favor, eso es de mocosos. – escucho que grita a mis espaldas.

Llego al señor que está dándole a Valen un helado, y empiezo a pedir el mío, para cuando me lo tiende, tengo al chico de cabello castaño a mi lado.

- Me olvidaba que ahora tengo que cuidar de dos niñas. – se me burla.

- Puede que sea niña para algunas cosas. – le doy la razón. – pero no lo soy tanto para otras. – le guiño un ojo.

Asher se ríe de mis ocurrencias.

- Ahora ya no solo eres una rubia bonita, sino que también eres coqueta y mocosa.

- Asher, es de mala educación molestar a nuestros invitados. – lo regaña su hermana.

- Si Asher, es de muy mala educación molestarme.

- Engreídas. – frunce el ceño divertido.

- ¿Cuanto seria? – le pregunto al señor de los helados.

- Ocho dólares.

Empiezo a sacar el dinero de mi mochila, sin embargo, antes de siquiera bajar el cierre, Asher le extiende un billete de diez dólares al señor, y le dice que se quede con el cambio.

- Muy amable por tu parte.

- Contigo siempre. – me regala una sonrisa que estoy segura, bajaría las bragas de medio Los Ángeles, y le volteo los ojos.

Regreso mi vista hacia abajo, al ver como Valen jala un poco la falda de mi uniforme.

- ¿Vamos a los columpios?

- Claro, pequeña, adelántate. – Corre, directo a los juegos del parque, mientras que su hermano me da un beso en la mejilla, que me toma desprevenida, para después tomarme de la mano y llevarme a una de las banquetas del parque.

- Te veo de muy buen humor hoy.

- Debe ser la compañía.

- Yo que tú, no me lo diría tan seguido, puede ser que el que termine loco por el otro seas tú.

- ¿Así? – Asiento con mi cabeza, porque el habla se me fue, cuando me tomo de la cintura y me acerco más a él, haciendo que mi rodilla choque con la suya. – Yo podría volverte loca, solo con acercarme así. – puedo establecer el momento exacto en el que mi respiración se ralentizo, y es que eso sucedió, cuando hundió su rostro en la curva de mi cuello, para después subir y morder el lóbulo de mi oreja - no puedo ver tu rostro, pero podría jurar que estas igual de expectante que yo porque continúe – regreso su rostro a la curva de mi cuello, para empezar a repartir besos en él, mientras una de sus manos empezó a tocar mi rudilla, y subir lentamente por mi muslo. - ¿Estaría mal si dejo un pequeño recuerdo de este momento? – detuvo sus besos en la zona izquierda de mi cuello, para después succionar, mientras que su mano se perdía debajo de mi falda, podía sentir su meñique tocando mi ropa interior, y mi intimidad mojada esperando su toque. – lastima, que estemos en un parque público, y tengamos a Valen cerca. – volvió a repartir besos por todo mi cuello. - y que no des besos en la primera cita. – se retiró de mi cuello, y saco su mano de debajo de mi falda, acomodando esta al final.

- ¡SERAS IDIOTA! – chille, avergonzada, que mierda estábamos haciendo en un puto parque público.

Idiota tú por dejar llevarte, teniendo a la hermana cerca.

- Nunca dije que no lo fuera. – coloca un mechón de cabello detrás de mí oreja. – Lo siento, se me fue de las manos, solo iba a provocarte, no pensé caer yo también.

Sí, yo tampoco lo pensaba.

- Que no se vuelva a repetir.

- Lo prometo.

- A todo esto, ¿Dónde está Valen? – la busco con la mirada, sin hallarla.

- Tobogán. – Contesta el castaño, haciendo que dirija mi mirada hacia esa zona, donde efectivamente, la encuentro con otros niños.

- ¿Jugamos con ella?

- Sí, claro. – Asher se levanta, tendiéndome la mano, para hacer lo mismo.

Es un completo idiota por lo de hace rato, ya que nos pudo haber visto alguien, y hubiéramos pasado un mal momento, aunque por la posición en la que me encontraba, su cuerpo me cubría. Además, también me sentí idiota yo, ¿Cómo me había dejado llevar? Nunca antes he tenido sexo con ningún chico con los que he salido, aún sigo siendo virgen, y en menos de dos minutos Asher ya había hecho que viera estrellas solo con besos.

Tome su mano y me levante, para caminar junto a él.

Estúpido Asher.