22. Beneficio de la duda.

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Lo amo 😍

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Lo amo 😍

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Adrien

Regreso al departamento maldiciendo en francés con palabras que harían sonrojar a toda una generación de abuelas y tatarabuelas de cualquier nacionalidad.
Pero mi humor se pone peor cuando entro y veo a Sandra mirando las cosas que he dejado en la mesa, entre las cuales se encuentra el libro de Adriana.
-Absolutamente nadie te dio permiso de hurgar entre mis pertenencias, Sandra- trato de arrebatarle el libro, pero ella se da la vuelta.
-¿Éstas son las ridiculeces que escribe la zorra? No me sorprende que sea una completa desconocida en eso de los libros, esa tontería... no sé cómo se dice.
-Se le dice "literatura" pero no me sorprende que no lo sepas , y hazme el favor de devolverme ese libro- se lo arrebato por fin- No tienes ningún derecho a tocarlo.
-¡Por Dios! Es solo un estupido libro, un cursi y estupido libro que tiene dibujos de panes y pasteles en la portada, ¿también la zorra es ilustradora? ¡Vaya estuche de monerías qué hay detrás de una puta que sólo te buscó para acostarse contigo y llevarte de mi lado!- exclama. Aquella sarta de palabras me colma la paciencia y la tomo de ambos brazos.
-Escúchame bien, en primer lugar, detesto que te dirijas a ella como "zorra" ya que Adriana no va por ahí follandose a todo el primer equipo, como otras. Segundo, no me extraña en lo absoluto que alguien como tú no sepa el valor de lo que ella escribe, ¿entiendes? Ella escribe para los pequeños, para los jovencitos, y eso es un aporte al mundo que jamás entenderás.
-Ahora que seré madre, quizá lo entienda- sonríe y toca mi rostro- tal vez podrías leerle a nuestro hijo, los cuentos de tu zorra- retiro mi cara de sus manos y la suelto a la vez.
-Mira, Sandra- camino  hasta mi habitación donde dejo  el libro y cierro la puerta tras de mí para asegurarme que ella no vaya a tener la intención de entrar a mi cuarto- todo esto del embarazo me parece muy oportuno pero como soy un caballero, te daré el beneficio de la duda- digo. Ella sonríe, sintiendo que ha ganado.
-¿Responderás por mi hijo? ¿Le darás el apellido "Rabiot"? Creo que podríamos ser una bella familia y...
-No, no, no, pardon, eso no fue lo que dije. Te daré el beneficio de la duda por ahora. Si acaso es mío, entonces lo haré, legalmente me haré cargo de todo aquello que me corresponda, pero yo no tengo intención de formar una familia contigo, ni mucho menos- aclaro. El rostro de ella se transforma y su sonría se vuelve una carcajada violenta y vulgar.
-¡Aún no nace mi pobre hijo y tú ya estás haciéndolo menos! Apenas ha comenzado a latir su corazón y tú, su padre, ya lo estás dejando de lado solamente por estar con una...
-No vuelvas a llamarla así.
-Yo no te vengo a rogar, Rabiot, simplemente te doy la oportunidad de estar con nuestro hijo y de ser parte de todo.
-Estoy haciendo lo más consciente y maduro- digo. Miro hacia el sillón, hacia la ventana, hacia el sitio donde alguna vez Adriana y yo desayunamos Hot cakes. Y odio todo, odio mi vida en este momento. Odio mi vida antes cuando no tuve suficiente cerebro para tomarla en cuenta. A ella, a mi mejor amiga, a la que siempre ha dado todo por mí.
-Me largo de aquí, si quieres ser parte de la vida de nuestro hijo, adelante, tú sabes dónde encontrarme- Sandra se dirige a la puerta. Yo no me muevo. Si lo que creía era que iría tras ella, está muy equivocada. Y lo sabe pues se detiene antes de irse. Con la puerta abierta, gira y me mira fijamente- ¿por qué la prefieres a ella, cuando yo llegué antes a tu vida?
-No- niego con la cabeza, y paso saliva con un gran dolor- ella llegó antes, mucho antes.

Adriana.

Llego a casa de mi amiga Lara con el corazón hecho pedazos. No sé cómo fui capaz de manejar atravesando toda la ciudad para llegar hasta su casa. Tras estacionarme, miro mis ojos en el retrovisor y me sorprende lo irritados que están. Creo que en los últimos treinta minutos no he parado de llorar y ni siquiera me he dado cuenta. Bajó del auto y caminó hasta la casa de Lara. Cuando la llamé para decirle lo que había pasado con Adrien, pensé que estaría molesta conmigo porque todos estos días, no he tenido nada de tiempo para estar con ella, o siquiera para comentarle lo que he vivido con Adrien recientemente.
Lara es muy buena porque se ha conformado con mis pequeños mensajes de audio y texto acerca de esto.
El cielo está muy nublado pero estamos a pocos minutos de que oscurezca. Aún así, la casa de mi amiga sobresale entre el fondo gris. Es color lila y tiene algunas plantas que rodean su fachada. No tiene coche, usa una bicicleta ( también lila) para dirigirse a todos lados. Cuando estoy por timbrar , la puerta se abre casi en automático.
-¡Adriana!- dice, me mira un momento y en sus ojos puedo ver la preocupación así que me entrego a su abrazo y lloro nuevamente. Ella no dice nada, me abraza y sé que también le duele mi situación- tranquila, todo estará bien.
-Nada estará bien- respondo, separándome para no dejar su suerte lleno de mocos y lagrimas.
-Pasa- dice ella. No me gusta esa mirada de lástima, porque siento que en ella hay un grado de resignación al que me debo ir acostumbrando- te prepararé un té chai, ¿sigue siendo tu favorito?
-Sí, gracias- respondo. Me siento en el sofá de si acogedora sala. Veo las fotos que hay en la mesita . Lara es maestra de escuela y tiene muchas fotos con sus alumnos. Veo una en particular donde está escalando una montaña con unos chicos de no mas de 15 años.
-Ah, esa foto! - dice acercándose con una taza humeante- fue una buena excursión pero uno de mis alumnos me mandó rosas al otro dia , fue bochornoso porque en la tarjeta me pedia salir con él- explica. Yo me rio un poco- tuve que hablar con sus padres- me mira- ¿entonces Adrien... será papá?- dice con cuidado.
-Al parecer sí- resoplo- es absurdo sabes? Hace unas semanas yo estaba bien y hubiera tomado una noticia así como ...como un golpe sí , quizá pero.. ahora...
-Después de haber estado con él.
-Es mucho peor que un golpe, siento que algo me quema el alma y la piel. Cada que lo imagino... con esa mujer, teniendo sexo, me dan ganas de vomitar... y luego los imagino criando juntos a un niño con los hermosos rizos de Adrien y quiero arrancarme los ojos para no llorar mas.
-Pero, Adrien no está seguro de que sea suyo.
-No, pero ella se rehusa a hacerse una prueba porque dice que sería riesgoso. Y tiene razón - bebo mi té con tristeza.
-Entiendo tu sentir, amiga. Y realmente me gustaría poder tener una salida mágica a esto.
-A mí también- suspiro. Pienso en él y en como me hace falta verlo en este momento, pero luego
imagino que ella sigue en el departamento y el dolor es mucho muy intenso.
-Lo amas mucho, Adriana- dice mi amiga- pero tal vez por ahora debas alejarte de él- sugiere Lara.
En ese momento mi celular vibra con un nuevo mensaje. Por un momento creo que es él, pero ni siquiera es mesaje del WhatsApp. Es un mensaje de Instagram.

"Ciao Adriana, soy Manuel Locatelli, compañero de equipo de Adrien... ¿cómo estás ☺️?"

Merci, amie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora