En los sueños de Spreen, Quackity se seguía apareciendo, era como un parásito que estaba consumiendo la mente de su huésped. Spreen le contó a su mejor amigo sobre su situación, le dijo que no podía dejar de pensar en Quackity ni cuando dormía, que le causaba curiosidad todo lo que hacia y decía, le comentó sobre la extraña sensación que tiene cuando esta cerca de el y como le preocupa que algo malo le pase sabiendo lo descuidado que es.
A los ojos de Carre, esos síntomas eran comunes y no era nada malo, después de todo, el también se enamoró alguna vez, pero no podía decirle eso a Spreen, su amigo no entiende de amor y no va a reaccionar bien, su amigo nunca ha tenido pareja, varias personas intentaron ligar con él ya sea chicas o chicos, pero el argentino siempre tenía una respuesta ingeniosa y de mal gusto para aullentar al mundo.
— Claro, si querés lo podemos intentar, el que tenga sida no me priva del amor.
— No lo se, primero debo saber si le agradas a mi hijo, soy padre soltero.
— Puede ser, antes tenes que saber que no me gusta trabajar, me tendrías que mantener en todo caso.
— Soy gay amiga, perdón.
— No soy gay amigo, disculpá.
Nunca le importó nadie, nadie hasta que conocieron a Quackity.
En parte si le daba algo de lastima, investigando, Carre conoció un poco del pasado de Quackity a travez de algunas personas, no esta claro lo que antes vivió pero según su historial amoroso, los pretendientes de Quackity eran personas poco calificadas y cuerdas.El mundo de ese tipo tenia demasiadas incógnitas.
Carre estaba en su casa muy a gusto, era bastante temprano pero hoy se propuso madrugar un poquito. 7:59
Deslizó su barra de notificaciónes buscando alguna señal de Spreen pero nada, desde el mensaje de ayer no dio más explicaciones y ya que no había nada Rodri mando un mensaje primero.— Spreen hermano ¿todo bien? Loco decime algo!
Pero no hubo respuesta.
El la casa de Spreen todo era diferente a la noche anterior, la suave y tenue luz del sol se asomaba timidamente a travez de la ventana de su cuarto, bañando en una fina capa blanca los cuerpos de ambos hombres cubiertos por las sábanas revueltas de la cama. Todo el desastre desapareció por alguna razón, las ropas de ambos chicos ya no estaban regadas por todo el suelo, ahora estaban dobladas y guardadas
En realidad, Spreen se levantó en la madrugada, estaba tirado en la cama como un tronco y cuando se despertó se acordó de Quackity y todo lo que hicieron, se rascó la cabeza y no sabía que hacer, tal vez despertar al pato y despacharlo hacia su casa.
Se paró y vio todo el desastre de la habitación, la ropa, los condones, las sábanas, las almohadas, todo.
Le dio un tik en el ojo y de inmediato se puso a limpiar, ordenó las ropas, las sacudió y hasta las dobló, fue al cuarto de baño por la ropa limpia de Quackity que ya estaba seca hasta ese punto y también por ropa limpia para el.
Se llevó una polera blanca percudida con machas de tinte azul ya que una vez la mesclo con ropa de color en la lavadora sin querer, ahora es ropa de casa, también se puso unos pantalonsillos cortos para más comodidad, en su reloj marcaba las 4 de la mañana. La ropa de Quackity ya estaba efectivamente seca así que la dobló y se la llevó.
Ya en su cuarto nuevamente, dejó su ropa sucia en una cesta y puso el conjunto del pato sobre su escritorio meticulosamente doblado y acomodado, en cuanto a el, pensó que era buena idea meterse a la regadera a despejar su mente y cuando salió, se puso la ropa cómoda que se trajo antes.
Arregló la cama tanto como pudo, pues no quería mover mucho a Quackity y despertarlo, conociéndolo, se levantaría directo a hacer un drama y quería evitarse eso por ahora así que arregló las almohadas y acomodó las sábanas, descubrió que el cuerpo de Quackity estaba desnudo todavía, por consideración lo vistió con el pantalón chándal de antes que le prestó, tuvo cuidado de no ser brusco. Ambos estaban listos, Spreen no había tenido el corazón como para despertalo, se veía tan tranquilito durmiendo. Mientas se perdía en las suaves y pacíficas facciones de su rostro, recapituló todo lo de ayer, vio a Quackity llorar por tristeza y por que se lo estaba jodiendo, Spreen agradece tener una memoria fotográfica, va a guardar esas imágenes para siempre.
Quizá para futuras pajas.
Por ahora solo tocaba dormir y relajarse el resto de la noche, se arropó junto a Quackity y por primera vez en todo este tiempo, se sintió nervioso, se giro en la cama y se quedó tieso, sentía que si volteaba a verlo se pondría aun peor.
Malditaceas Carre, no se me quitó después de coger, ahora me siento peor.
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Citrino
FanfictionSpreen x Quackity "Citrino; mezcla de agua y arena que, con el paso de los años, acaba por formar unos cristales de gran belleza y dureza" ________________________ Donde Spreen realmente ama el amarillo, en la flores, el sol y la majestuosas alas de...