Iridescent Happiness

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Cuando la puerta del vestuario se cerró detrás del último miembro del cuerpo técnico, lo que ya era un festejo del Manchester City explotó una algarabía incontrolable. Por todos lados los jugadores se abrazaban y gritaban, entonando canciones e improvisando bailes que sacaban risas delirantes al resto. ¡Eran finalistas de la Champions! Y qué manera de clasificar, no había sido una simple victoria, habían destrozado al Real Madrid brillando en cada centímetro de la cancha. Era una felicidad casi demasiado desmesurada para ser real.

En medio de este caos feliz, Julián daba pequeños saltos junto con Máximo, tratando de seguir la canción que se estaba inventando Rodri. Los tres rompieron en carcajadas incoherentes cuando el español se quedó sin palabras para rimar. Erling hizo entonces su aparición, rodeando a Juli por la cintura y arrastrándolo a su lado bajo las divertidas miradas de los otros dos.

Julián apenas pudo abrir la boca para decirle algo al noruego. Este se aferró a su espalda baja y le estampó un gran beso en los labios, levantándolo un poco del suelo en su entusiasmo. Julián tuvo que reírse contra la boca ajena, sin separarse casi del otro, y apuró sus brazos para rodear el cuello de Erling y profundizar aún más el beso.

La adrenalina de la victoria los tenía tan embriagados que Juli no sintió ni una sombra de vergüenza ante los silbidos y comentarios subidos de tono de sus compañeros. No podía importarle menos porque en ese momento sentía que de verdad merecía este festejo con su novio.

Se separaron por fin en medio de nuevas risitas. Erling no dejó que se alejara mucho, sosteniendo el rostro del argentino entre sus grandes manos. El rubio lo miraba como si Julián acabara de bajar el sol y la luna con sus propias manos, y Juli un poco se sentía así también.

You –dijo simplemente Erling, como si esa sola palabra fuera una oración completa... No, como si fuera una novela de todas las maravillas que había visto en su vida. Le robó un rápido beso a Juli y volvió a mirarlo con todas las estrellas en sus ojos–. You are out of this world.

Julián sintió el reflejo de decirle a Erling que no era para tanto, que su cuarto gol había hecho poco por cambiar el destino del partido, pero por primera vez había una voz mucho más fuerte en su cabeza diciéndole que no escuchara a su parte negativa.

–Fue increíble –admitió finalmente con una carcajada a la que Erling se sumó inmediatamente.

–Tus eres increíble –respondió con su español con acento noruego que hacía que todo dentro de Julián se derritiera de amor–. It was perfect .

Juli frunció un poco el ceño y estiró una mano para acariciar la mejilla de Erling, quien inclinó la cabeza un poco como pidiendo aumentar el contacto.

I wish you scored –dijo en un susurro que resonaba con el alboroto por la sinceridad de sus palabras. Erling sonrió aún más, tanto que Juli pensó que debían dolerle los cachetes. El noruego negó con la cabeza y lo abrazó todavía más cerca de su cuerpo.

I'll score in the final. We'll score in the final –se encogió de hombros mientras lo decía, como si fuera lo más obvio, como si fuera inevitable. Julián tuvo que reírse y esconder la cara en el pecho del otro, no le entraba la alegría en el cuerpo–. It was your moment tonight. –Movió los brazos para tomarlo por los hombros y apartarlo justo lo suficiente para verlo a los ojos–. You were spectacular, my love.

Julián se rió, una carcajada que le salió desde el fondo del pecho. Sin pensarlo mucho volvió a tomar los hombros de Erling y dio un salto, dejando que el otro lo abrace y le de unas vueltas mientras besaba el costado del cuello.

El vestuario del Manchester City volvió a explotar en vítores y festejos. Erling y Julián se separaron finalmente entre sonrisas y dejaron que el resto de sus compañeros los arrastraran para abrazarse, sacarse fotos y celebrar. La vida no siempre es perfecta, pero en ese preciso momento, Juli estaba seguro que estaba muy cerca de serlo.-

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Literal tengo 0 excusas más que lo mucho que amo estos dos y que necesitaba verlos festejar después del gol de Julián. Espero que les haya gustado y no les salgan caries de lo dulce que es esto jaja

Iridescent happiness | julián x erlingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora