EL ARTE DE LAS MUSAS

CANTO XXXIV| ESPINA ESPINOZA.

Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría, sólo es para leerla, está prohibido cantarla, plagiarla o grabarla. Gracias.

La vida hermética no es soledad es otra cosa más virtuosa, la rima hace la palabra más estética y hermosa, me parece más atractivo, significativo y compasivo el Dios de Spinoza, leyendo la Ética de Spinoza, se clavó una espina en mi teista genética que en mi ser aún reposa aunque la herética también parece tramposa, la agnóstica parece menos calamitosa, hace mucho abandoné la creencia religiosa y en mi insignificante existencia nació la incertidumbre quejumbrosa.

El solipsismo nos muestra que tal vez sólo seamos un sueño dentro de un sueño, la mente es poderosa, no soy creyente ni ateo, el aleteo de una palabra puede ser estrepitosa, efecto mariposa, mente veleidosa, la sapiencia sin acción no se desglosa, autóctonos de la caverna de Platón, y lo peor es que con su ignorancia la vuelven más cavernosa, la intelectualidad de la humanidad es penosa, prefieren la estolidez porque la sabiduría les resulta dolorosa, mas la ignorancia es pantanosa y causa ceguera por eso andan con mirada borrosa, la inteligencia es nublosa pero la niebla se disipa en una atmósfera tormentosa, la filosofía es acuosa, la religión mentirosa, creencia herrumbrosa, descreencia borrascosa, el agnosticismo me desposa.

La religión es mística, mas nadie cuestiona su característica, les hace falta inteligencia y no solamente lingüística, la intelectualidad decae aunque no lo demuestre ninguna estadística, la humanidad es egolátrica y no altruística, no creo en las religiones, pero sí creyese me inclinaría por la doctrina Espinoza: panteística, la vida es aciaga y mustia, depende de nosotros hacerla algo humorística, la existencia como tal no tiene sentido, yo le doy sentido con mi vida artística.

Anghell Gravecraft.