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-Bien, ¿Dónde están los libros?-. Dije ansiosa.

-Espera ya vuelvo, déjame decirle a mi hermano-.

-Vale-. Dije con una sonrisa.

Se dio la vuelta con una sonrisa y lo vi desaparecer por el pasillo. Me senté en la encimera moviendo las piernas alegremente. Giré la cabeza y me fijé en una pared de la cocina, había fotos familiares. Me acerqué para verlas mejor. En la primera foto se veía a un niño moreno, sonriendo de oreja a oreja, con un polo de fresa en la mano, Pablo. En la otra foto se podía ver a un niño un poco más grande que el primero, pero este era todo lo contrario a Pablo, era blanco, pelo blanquecino y ojos claros, Daniel. Y en la última foto estaban ellos dos , un hombre moreno, se notaba que Pablo había salido a su padre y una mujer, parecía que Daniel era una copia exacta de ella, los mismo ojos, el mismo color de piel y el pelo igual de blanquecino. Verlos a los cuatro tan felices en la foto, me dio algo de envidia. Yo, cuando era pequeña casi no tenía amigos y mis padres casi nunca salían conmigo por ahí, como siempre estaban muy ocupados.

-Pero que cotilla-. Me giré y vi como giraba dramáticamente los ojos.-¿Vas a querer un libro o no?-. Sin esperar respuesta Daniel se dio la vuelta hacia la entrada, donde había visto al entrar una escalera hacia arriba.

-S-sí-. Dije rápidamente mientras lo seguía escaleras arriba.

Me guio por la planta de arriba, hasta llegar a una habitación con la puerta cerrada, me fije en ella por el poste con un dibujo de un arcoíris y  un triangulo.  Él abrió la puerta y pasó. Pero en cambio yo, me quedé observando aquel cartel tan curioso.

-Es bonito-. Pensé en alto sin despegar la mirada de la puerta.

-¿Cómo que "bonito"?-. Sentí como se ponía a mi lado a observar el cartel conmigo.-¿No sabes lo que significa?-. Me dijo frío pero con algo de sorpresa.

-No, ¿tendría?-. Miré su perfil y me pude dar cuenta de lo recta que tenía la nariz.-¿Pablo donde está?-. Caí en la cuenta de que no había bajado, pero que tampoco estaba ahí.

-Ya sé que libro darte. Es mi favorito, así que como vea una sola página doblada, te vas a enterar-. Le seguí con la mirada mientras lo veía recorrer la habitación, no me había parado a mirar la habitación, pero ahora que la veo , tengo que admitir que no me la esperaba tan limpia, la verdad. Era bonita, tenía libros por todas partes, pero sobre todo era espaciosa, ya que no hay muchas cosas en ella. La cama era lo suficiente como para él, las paredes blancas, unos armarios y unas estanterías. Se paró delante de una estantería con libros y rebuscó hasta encontrar un libro blanco con dibujos en los bordes. se acercó a mi y me lo dio en las manos.

-¿No se suponía que podía elegirlo yo?-. Pregunté mirando el libro. Levanté la mirada ante la falta de respuesta y Daniel negó con la cabeza.

-Bueno, vale pues me leeré... ¿Bo-u-le-vard?-. 

-Es un libro precioso así que cuando me lo devuelvas, no me digas nada negativo.  No, no podías escoger. Y por cierto, Pablo está en su cuarto-. Puso los ojos en blanco y hizo un ademán con las manos para que me fuera, a lo que le respondí levantando las manos en  forma de rendición y me dirigí a la puerta. 

-Dile a Pablo que adiós de mi parte-. 

-No, y cierra la puerta-. Solté el aire ruidosamente por la boca y cerré la puerta. 

***

Boulevard es un libro de :@flormsalvador


El chico de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora