Me encontraba tan confundida, no sabía que responder o que hacer, ni tan siquiera sabía porque me había llevado allí:
—No lo sé, supongo que ver a un alumno aún vivo asombra, ¿Porque me trajiste hasta aquí? —le respondí inmediatamente.—Te traje porque quería ver la reacción de él al verte. ¿Me estas ocultando algo?
—No, como lo voy a hacer, no sabía ni que vendríamos aquí, ni a quien veríamos.
—Joder, Charlotte ¿Por qué haces las cosas tan difíciles? ¿Porque simplemente no puedes confiar en mí? —me miró y se marchó hacia el auto.
Después de quedarme unos segundos quieta en el mismo lugar, fuí detrás de él. Aaron ya se encontraba en el auto esperándome, me subí y prendió la marcha. Una parte del camino fuimos completamente en silencio hasta que yo interrumpí de repente:
—Hace unos años, en la antigua secundaria de Telluride había una chica muy diferente a los demás. Una niña ingenua ante las actitudes de un mundo cruel como el que habitamos. Ella creía que entrar a la secundaria sería un cambio en su vida, amigos, buenas notas y orgullo para su madre y única familia. Pero nada fue como ella creía, sus sueños no contaban con conocer la maldad de ciertas personas. Ella, tan inocente, diferente y de buen corazón, desconocía el significado de “bullyng”. La maltrataron, desgastaron, rompieron. Desde que entró solo fue abusada por ser diferente a los demás —solté una risa sarcástica y baja —, incluso olvidaron su nombre y la bautizaron como el bicho raro.
Mis ojos no hacían más que mostrar un inmenso odio a medida que las palabras salían de mi boca, o tal vez de lo más profundo de mi conciencia. Yo era incapaz de llorar, las lágrimas en mi se agotaron el día que decidí ser alguien nuevo, el día que comencé a reconstruirme para ser más fuerte… el día que la guerrera de mi interior a gritos desesperados pidió que diera todo de mi para ganar esa batalla que casi me mata en mi propia mente:
—¿Que sucedió con la chica? —preguntó sin despegar la mirada del camino.
—La obligaron a desaparecer, sufría bullying y pensó que nadie nunca podría quererla por el hecho de ser “rara”, pero no fue así. Un día se enamoró y su pesadilla comenzó. Según los libros que leía, el amor, era el sentimiento más lindo que un ser humano podría sentir, pero más tardar cambió su opinión —mi mandíbula estaba apretada por todas mis fuerzas y me decía a mi misma “soy fuerte” —. Pensó que como era alguien amable que ayudaba sin pedir nada a cambio, la querrían sin condición ni traición alguna.
—¿Qué fue lo que influyó en su cambio de opinión?
—La vida.
—¿Por qué? —Él solo preguntaba una y otra cosa.
—Se dio cuenta que el amor no existe, solo somos capaces de atraernos cuando hay química gracias a nuestras hormonas, según lo que dicen los científicos, pero “amor” es sólo una palabra inventada por el mismo humano, una ideología, la más dolorosa de todas. Como también se dió cuenta que eso que es llamado amor no se puede sentir por cualquier persona —sin darme cuenta, estábamos llegando a mi destino, por lo que traté de no darle tantas vueltas al asunto.
Aaron por otra parte, apesar de mirar el camino y evitar un accidente por prestarme atención, de vez en cuando echaba una mirada hacia mi.
—La chica se dió cuenta que no sentía amor por la persona que más admiraba en este mundo, también vió como poco a poco su máscara de chico bueno desaparecía, mientras que por otra parte ella solamente sufría en su escuela. Realmente no quería que nada de eso pasará, se sentia mal y comentó a su profesor que le hacían bullying, pero este dijo que eso pasaba en todas las escuelas, y no hizo nada a cambio.
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Demonios Ocultos
Mistério / Suspense∆∆∆ Un pasado devastador atormenta la cabeza de Charlotte, quién sólo teme a una historia repetida con un final trágico. Aaron con el objetivo de encontrar a su padre se encargará de descubrir cada detalle de los misteriosos asesinatos en Telluride...