Capitulo 4: El inicio de la marea.

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(Pude sentir como mi interior ardía lo cual me mantuvo confuso por unos momentos, al igual que lo que estaba viviendo en carne propia. Desde que comenzamos a salir nunca nos habíamos besado, y a decir nunca lo había pensado para un futuro.)

(Fuiste mi primer golpe, tanto doloroso como amoroso. Cada vez que recuerdo tus falsas promesas no sabes cuanto rencor les he guardado; tus mentiras, tus coqueteos sin sentido y engaños a todo lugar.)

(Ambos éramos nuevos en el amor, en especial yo. Deje mi corazón por un momento y no supiste que hacer con el, ni sabrás cómo manejarlo. Solo que...no se porque me siento tan...indefenso ante esto. Ante tus labios, ante...tu presencia.)

(¿Aún no te he podido olvidar ya que después de todo me dijiste que también eras nueva en esto?)

(Después de besarme por unos segundos más se separó de mí y se recargó en mi pecho, yo la alejé de inmediato y le dije que esto no volvería a servir

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(Después de besarme por unos segundos más se separó de mí y se recargó en mi pecho, yo la alejé de inmediato y le dije que esto no volvería a servir.)

-No me hagas dudar.

-Lo siento tanto Elias, en serio...yo no pude contenerme...espera, ¿que dijis-

-No debi de acompañarlos.

-No digas nada por favor.

-No lo haré, si tú haces lo mismo.

(Y valientemente fui arrojado hacia ella, cayendo en sus labios y devolviéndole el beso una vez más. Ella me veía con sorpresa, mientras que yo la observaba con seriedad por debajo de mi cabello, sin que notara nada.)

(Ambos regresamos con los demás, volvimos a sentarnos y ahora me sentía menos observado, bueno, si puede haber una diferencia ya que podía notar como de reojo me dedicaban una que otra mirada rara.)

-Chizuru , tu cara esta muy roja...

-Oh, es solo que yo tengo mucho calor

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-Oh, es solo que yo tengo mucho calor...nunca estuve acostumbrada a estos climas.

-Pocas veces eran las que salíamos, a ambos no nos agradó nunca este clima.

-¡Son tal para cual!

(Acto seguido, mi teléfono comenzó a sonar, lo tome de inmediato y me aleje para atender la llamada que provenía de él. Solo pude observar que era el contacto de mi abuela que trataba de contactarme. Volví a tomar mi cobertor para el rostro y comencé a hablar con ella.)

Mi sombra en alquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora