-Segunda parte de Castigo Escarlata-
Después de miles y miles de años, la vampiresa Gally Dimmock al fin ha logrado obtener lo que tanto anheló en el pasado: libertad. Lamentablemente, al cumplirse su deseo, todo lo que alguna vez amó le fue arrebat...
—Mi hermanita tomó una decisión muy acertada. Sé lo mucho que te ama, entonces le permití tomar una decisión: matarte a ti o salvarte y ...
—Terminar con aquello por lo que traicioné a mi hermana.— Dijo Krista
Me recorrió un frío intenso.
Era mi mejor amiga.
Calliope era a quien le apuntaba aquella arma.
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Sus ojos cafés aún seguían abiertos, dejando caer la última lágrima, dejándome la imagen más aterradora que se tatuaría en mi memoria para toda la eternidad.
El cuerpo sin vida de aquella persona que tanto había amado estaba tirado frente a la infernal cazadora.
El cuerpo de la mujer que más feliz me había hecho se encontraba sin vida en el sucio pasto, derramando aún la sangre que salía de su cráneo perforado.
Calliope, se encontraba sin vida frente a mí.
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—¡Adara, no!
Sentí mi corazón pararse por unos segundos y luego volver a retumbar en mi pecho, mandando la sangre que aún seguía dentro de mí.
Sin miedo a lo que podría pasar, renuncié a mi magia.
Renuncié a Adara Harikenn
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—Solo será por hoy pequeña Henna...
—Ese no es mi nombre— Le repetí con molestia, ya van varias veces que se los repito.
—Lo era.
—Entonces dinos como deberíamos llamarte— La voz apagada de la bruja me hizo reír, es demasiado sensible, que ridícula.
—Gally, llámenme Gally.
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