prologo

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Me desperté con la respiración agitad y con la frente sudorosa - otra vez ese sueño - murmuré algo frustrada

Desde el cumpleaños de mi hermana Macayla no dejaba de soñar lo mismo, unas manos duras y tersas sobre mi cadera mientras me presiona contra una pared, lo único que podía ver era una bella sonrisa y unos ojos verdes profundos, parecidos a los de la hermosa mujer que vi ese día en la fiesta de cumpleaños

Decidí pararme de mi cama e ir por una tasa de café que aunque pareciera raro me ayudaba bastante a dormir

Baje las extensas escaleras del castillo y llegue a la cocina deseando no hacer ruido para no despertar a la ama de llaves que aunque es amable no le gusta ser despertada a tal alta hora de la noche

Termine de preparar mi café y decidí ir a tomarlo afuera en la silla mecedora que teníamos en el patio, ya que el clima estaba fresco

Al sentarme en la silla sentí que mi querido hurón Melanka salio de su escondite en las plantas del patio y se acurrucó en mis piernas - hola amiguito perdón por despertarte - él solo respondió con un pequeño bostezo

Sentí pasos a mi alrededor y me asuste, ya que no quería ser regañada una vez más por Keti el ama de llaves, pero cuando la puerta del patio se abrió suspire aliviada al ver a mi hermana quien me sonrió cálidamente

- hola hermanita, ¿tuviste ese sueño de nuevo? - pregunto con su vos adormilada y con su típica sonrisa cálida

- hola enana - dije mientras palmeaba el asiento para que se sentara a mi lado a lo que obedeció colocando su cabeza en mi hombro - si tuve de nuevo aquel sueño es demasiado extraño y confuso - mi hermanita soltó una pequeña risita

- y si es tu verdadero amor manifestándose en tus sueños he oído de eso - la mire algo confundida por lo que dijo y con algo de gracia a la vez - no creó que sea mi verdadero amor enana, pero prefiero creer eso a prensar que me están haciendo algún tipo de brujería -

Esto provocó su risa y la mía cuando nos dejamos de reír caí en cuenta de una cosa que hacía ella despierta a estas horas eran las 4:30 de la mañana y ella no es una persona muy madrugadora

- a todo esto que haces despierta a esta hora enana - ella suspiró y dijo - es que estoy ansiosa por mañana - mañana que hay mañana no me acuerdo de algún evento importante

- ¿mañana? - ella me miro con una sonrisa de burla en su rostro - si mañana que no te acuerdas nos vamos a la escuela del bien y el mal, pero qué olvidadiza - me quede sorprendida así que el viaje a la escuela es mañana pensé que era dentro de una semana

- no lo olvide solo... Pensé que era otro día - Macayla levantó una de sus cejas algo incrédula, me reí entre dientes por su gesto tan habitual, duramos unos minutos más hablando sobre la escuela hasta que me di cuenta de que se me había acabado el café y que mi querida hemanita luchaba para no quedarse dormida, ya que por alguna rason le emocionaba mucho hablar de la escuela del bien y el mal

- bueno querida princesa Macayla hora de dormir otro poco - me pare y le esténdi la mano a mi hermana quien apenas entramos al castillo de nuevo fue directamente a su habitación, cargue a Melanka en brazos para ir a mi habitación a dormir, ya que tenía que lidiar con temas de princesa por la mañana

Cuando llegamos a mi habitación Melanka se acurrucó en un espacio al lado de mi almohada me recoste con la esperanza de no volver a soñar con lo mismo de siempre, pero algo dentro de mí me decía que no sería posible

Esto es lo primero que escribo y con que lo lean algunas personas me conformo, espero les guste la historia y en los primeros capítulos estará la fiesta de cumpleaños de Macayla donde todo empieza 🙃

dulce amor, frío corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora