07; 𝐓𝐡𝐚𝐧𝐤𝐬

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Terminaron yendo a distintos lugares en todo el rato que estuvieron en aquel pequeño pueblo. En el transcurso, los chicos y Yoko sentían el cambio de ambiente que se comenzaba a formar entre Enid Sinclair y Brooke Centineo. Sin embargo, la vampiro casi pelirroja, observaba a la rubia en ratos, y en todos la encontraba mirando a la pequeña Centineo con ojos de ternura y felicidad.

Pero, Yoko sabía muy bien que Enid jamás llegaría a confesar aquello si no se siente correspondida por la castaña. Cuando una loba encuentra con quien verdaderamente quiere estar el resto de su vida, ya es totalmente imposible alejarla de esa persona. Y tenía miedo que pasara con Brooke. Tenía mucho miedo. No es algo nuevo para ella sentir atracción hacia una chica, pero con la vampiro era totalmente diferente.

Ahora, después de varias horas pasadas en Jericó, cada uno estaba en sus habitaciones. Excepto Enid. Brooke estaba sola, en la terraza, admirando las pequeñas lucecitas que se dejaban ver en la oscuridad del cielo y relajándose con el aire fresco que golpeaba su rostro, alborotándole ligeramente el cabello. Recordó que sus padres dijeron que la llamarían para saber cómo le había ido, pero eso nunca pasó. Probablemente sería más noche. 

Hasta que una rubia invadió sus pensamientos. Una rubia en una cafetería entregándole una no tan pequeña bolsa. Parpadeó un par de veces y se adentró a la habitación. Agarró el obsequio que había dejado en su cama, para, sin más, abrirlo. Quedó inmóvil, admirando el vestido de color negro que estaba delante suyo y en sus manos. ¿Por qué le había dado un vestido? No era usual que Brooke usara otra ropa que no fuera camisas de varias tallas más grandes y pantalones.

Sin embargo, trataría de hacer una excepción con aquel que estaba frente a ella. Era muy bonito, y sabía que no le salió nada barato a la rubia. Lo volvió a doblar para dejarlo de nuevo en la bolsa y caminar para dejarlo en su armario. En ese momento, una notificación en su celular hizo que la castaña volteara y caminara para leerla.

"Meine Liebe (Mi amor), ya le mandamos mensaje a tu hermano, pero de todas formas te lo envío a ti también."

Brooke sonrió ligeramente al ver que su madre por fin había dado señales de vida. Por otro lado, le sorprendió que usara el alemán. La pequeña Centineo era una chica bastante inteligente, y, aunque no parezca, le gustaba aprender cosas nuevas. Desde que tenía 11 años le había interesado aprender diferentes idiomas, pero se concentró más en el alemán, ya que le llamó mucho la atención el acento. Que su madre usara ese idioma para ese apodo, simplemente logró que le tuviera más aprecio que antes.

"¿Cómo les fue en su primer día en la academia de Nevermore? Espero que no hayas causado problemas, Brooke Centineo. Te conozco, y sé que te emocionaba más la idea de hacer desastres allá que ver a tu propio hermano, que, por cierto, ¿Cómo está Blair? Espero no lo hayas asesinado tampoco."

La castaña rodeó los ojos, se sentó en la cama, cruzando las piernas sobre ésta, y comenzó a responderle a su madre.

"Blair geht es gut, Mutter. (Blair está bien, madre). Si quisiera asesinarlo, lo hubiera hecho desde los 3 años cuando me quitaba mis juguetes o los ponía en lo más alto de la estantería para que yo no pudiera alcanzarlos. Respondiendo a tu primera pregunta, me fue bien. O eso diría yo. Tuve unos... pequeños inconvenientes, pero no fue nada grave. Pass auf dich auf, sag Hallo zu Papa. (Cuídate, saluda a papá)."

Antes de que su madre le respondiera, o antes de leerlo, cerró el chat y se metió al de James. El chico estaba en línea, pero antes de que Brooke le mandara un mensaje preguntándole si quería salir, unos toquecitos en la puerta hicieron que inmediatamente volteara.

Suspiró de cansancio y se levantó. Al abrir la puerta, unos ojos color azul hipnotizaron rápidamente los suyos. Enid sonrió, agachando la cabeza. Se había puesto nerviosa ante la reacción de la castaña. Ésta parpadeó varias veces y se hizo a un lado para que la rubia pasara.

La loba se adentró, calmándose internamente mientras escuchaba a Brooke cerrar la puerta lentamente detrás de ella. Otra notificación resonó en la habitación, haciendo que Brooke mirara la pantalla de su celular y Enid girara para observar a la castaña.

━¿Quién es? Te ves feliz.━ Habló la rubia, llamando la atención de Brooke.

━Solo es mi madre.━ Contestó la castaña, guardando su celular en el bolsillo de su pantalón.━ ¿Dónde estuviste?

━Estuve con Yoko en su habitación.━ Enid sonrió y ladeó la cabeza.━ ¿Por qué? ¿Acaso me vas a regañar?

━¿Debería?

Brooke se aventó a su cama y soltó un fuerte suspiro. Enid rio levemente y caminó también a su cama, sentándose en ella. Su mirada recorría el cuerpo de la castaña. Su espalda subiendo y bajando por la respiración de la chica, que se había aventado bocabajo.

━Deja de mirarme, Sinclair.━ Reclamó Brooke, asustando a la rubia, quien rápidamente apartó la mirada y se acostó en su cama.━ Pareces psicópata.

━No soy psicópata.━ Contestó Enid, que escondió su rostro en una almohada. La castaña rio, pero de todas formas, no volteó.

Pasaron unos cuantos minutos en silencio. Un silencio que Brooke tiempo atrás creyó que odiaría, pero la verdad es que lo sentía bastante cómodo. Sin embargo, necesitaba decir una última cosa antes de que aquella rubia cayera dormida. Si es que no lo estaba ya.

━Gracias por el vestido, Enid.

Y, sin más, la vampiro cayó dormida. Enid, ante la mención de aquello, sonrió inconscientemente. Pero hubo una cosa que hizo que se pusiera nerviosa. La había llamado por su nombre. Y aunque era literalmente el primer día que la chica estaba en la academia, se sintió bien que al menos no la llamara por su apellido.

Duró un rato más sin poder dormir, sobrepensando millones de cosas. Tomó un peluche de dragón de por todos los miles que tenía tirados en el suelo, y acomodados en su cama, para voltearse hacia la pared y comenzar a cerrar los ojos lentamente, hasta quedar en un profundo sueño.

𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄; Enid SinclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora