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•Sara•

Domingo.

Tomo una gran cucharada de helado de chocolate y me la meto en la boca adorando el sabor.

—Iré a comprar al supermercado. ¿Necesitas algo cariño?

—Mmm, toallitas. —digo con la boca llena de helado. —Y desodorante, gomitas y mucho chocolate.

Papá se ríe guturalmente negando con la cabeza.

—Te dolerá la panza Sara. —murmura. —Has comido muchas cosas desde que te despertaste.

—No pasa nada papá, ya termino con el helado y no como hasta la noche.

—Bueno, ya vuelvo.

—Oki. —sonrió.

Papá se va de casa por lo que aprovecho para dejar el helado casi terminado en el congelador.

Lamo mis labios amando el sabor a chocolate del helado mientras abro los gabinetes viendo que comer.

Estar encerrada me genera ansiedad y recaigo en la comida.

Suspiro y agarro unos Doritos, papitas y una lata de coca cola de la heladera.

Como tranquilamente a la vez que veo la televisión.

Que deliciosos que son los Doritos.

Al terminar suspiro y chupo mis dedos.

Me levanto de nuevo para deshacerme de la evidencia y me lavo las manos.

Está vez abro la despensa y busco algo dulce.

Me emociono al ver un pote de Nutella pero mi emoción se va cuando veo el nombre de Thane escrito.

Es de él.

Refunfuño y pienso.

—Si me como una cucharada no lo notará. —murmuro.

Tomo el pote para ir a la cocina y agarrar una cuchara. Me siento en la mesada de la isla y como una cucharada, después otra.

—Llegue. —habla papá detrás de mí.

—Oh…—murmuro comiendo otra cucharada.

—Eso es de tu hermano. —dice al ver el pote. —Te dije que te dolerá la panza Sara.

Sonrió inocentemente.

—Lo siento. —como otra cucharada.

Papá camina hacia mí y me saca el pote.

—¡Te comiste más de la mitad Sara! —me reta.

—Perdón. —le hago carita de perro. —Es que estaba tan solito ese pote ahí y me decía que lo coma.

—Pareces esquizofrénica. —papá se ríe.

—Malo.

Me bajo de la isla y observo las bolsas.

—¿Para mí? —pregunto al ver unas galletas.

—Sí, pero no para comer ahora. —me las arrebata de las manos.

—Eres muy malo. —digo caminando a la heladera para agarrar la leche.

Me sirvo un vaso de leche y me lo tomo.

—¿Qué cocinaras de rico? —sonrió.

—Pollo con crema y ensalada.

—Que delicia. —mi boca se hace agua.

Abro otra bolsa y observo que hay dentro.

Muffins.

Agarro uno del paquete y estoy a punto de morderlo pero papá me lo saca.

Oscura obsesión [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora