-¿Por qué las mujeres son tan complicadas?- mala pregunta para empezar la noche Simón.
Guada dejó de ver su celular y miró a Simón- Quiero que te expliques ahora mismo- dijo sorprendentemente tranquila.
-O sea, a ver- se sentó en la cama y la miró a los ojos-. Situación: Yo estaba con mis compañeros de trabajo, y luego Lucia me mostró dos vestidos, uno negro y otro rojo. Su pregunta era que vestido le quedaría mejor, si el rojo o el negro. Yo analicé las dos fotos, vi su figura, y con la más sincera de mis decisiones le dije el negro. Después, ella vio las fotos y dijo: "Ok, será el rojo entonces"- se llevó las manos a la cabeza e hizo la gestualidad de que su cabeza explotaba- ¿Podes, por el amor de Dios, decir que fue lo pasó? Porque no entiendo.
Guada se aguantó la risa de su story telling y apoyando su celular en su mesita de luz, se puso frente a frente con Simón- En estas situaciones, la mujer busca las opiniones del resto. En este caso, dos vestidos. Que si el negro, que si el rojo. La que busca las opiniones no busca opiniones, solo quiere saber lo que piensa la gente.
-Eso es irónico. Literalmente está tomando la opinión del otro.
-Con la diferencia, de que ella ya sabe, de antemano, que va a ponerse. A Lucia no le importa tu opinión. Solo quería saber cuál elegirías vos- Guada lo veía confundido-. Bueno, dejando eso de lado, tengo una pregunta para vos.
-Dime.
-Como sabrás, terminé otro libro. Y estoy indecisa con cual seguir- se levantó y fue a buscar dos libros de su estantería-. Tenemos El Sol de mi Órbita o Criados del bosque.
-Hmm, descripción de cada una.
-El Sol de mi Órbita es de romance adolescente, la critica dice que es lo mejor del año en género romance. Y Criados del bosque es el primero de una saga fantasiosa en la época vikinga, con monstruos y poderes elementales, y un world building excelente.
Simón se quedó unos segundos pensando- ¿De qué género era el último libro que leíste?
-Fue mayormente romance.
-Ok. Sabiendo que lo último fue romance, y, las dos opciones a elegir son romance y fantasía, yo diría que leas Criados del bosque.
Guada esbozó una sonrisa- Muy bien. Entonces, voy a leer El Sol de mi Órbita.
Mientras ella se volvió a levantar para dejar los libros, Simón la miraba aturdido y confundido- ¡¿Qué carajo fue eso?!¡Eso fue exactamente lo que pasó con Lucia!
-Ahora te lo hice yo- dejó los libros y se zambulló en la cama, ahora con el aire acondicionado reparado, la habitación estaba fresca y las sábanas frías.
-Sigo sin comprenderlas.
-No tenes que hacerlo. Nosotras somos así. Aparentamos buscar opinión hasta el mero final. A parte, es gracioso ver la reacción de las demás.
-Esto es peor que las indirectas.
-Te aconsejo no entrar en ese tema.
-Es que...- suspiró y se acostó-, me gusta a veces hablar con mis compañeras. Por eso trato de comprender. ¿Por qué no son directas?¿Por qué no se insultan entre ellas? Nosotros, los hombres, podemos putear a nuestro mejor amigo con comentarios ultra groseros, gritarnos, pegarnos hasta la muerte, y al minuto y medio preguntar para ir a tomar algo. El insulto mínimo que escuché de una mina a otra es "pelotuda" o "hija de puta", y ni siquiera tampoco como insulto.
-Wow, hiciste una gran investigación.
-¿Que puedo decir? Soy curioso.
Guada le dio una mirada de reojo y dijo por fin- Yo tampoco tengo la respuesta asegurada. Pero yo lo hago para divertirme. Ver la reacción del otro, como dije antes. Y hasta ahora lo hago inconscientemente. Otras seguro te van a decir para complicarle la vida a la persona. O simplemente para evitar ser muy obvias a la hora de coquetear. Otra puede ser para cosas simples, en vez de decir "Tengo hambre", decimos "¿No tenes hambre?".
-¿Y por qué no solo dicen "tengo hambre"? Yo lo entiendo de esa forma perfectamente.
-Sí. Como cualquier otra persona, pero el hombre debe darse cuenta de que, cuando la mujer pregunta "¿Tenes hambre?", significa que ella tiene hambre- Simón simplemente se quedó congelado-. Pongamos otro ejemplo. Si yo tengo frío, y te digo: "Simón, tengo frío". ¿Qué haces?
-Te doy mi abrigo o busco uno- respuesta de hombre.
-¡NO! Me abrazas.
-¿Y por qué te abrazaría?
-¡Porque debe ser así! Me sorprende lo insensibles que son los hombres- ella mira a su amigo que miraba la cama frustrado-. Tengo una idea- ella se da la vuelta y le da la espalda-. Hagamos un simulacro, por si sos tan afortunado de que te pasé algún día.
-¿A qué te referís?- Simón le echa el ojo, ella de espaldas y abrazándose a ella misma.
-Tengo frío- dice ella.
Simón comprendió al instante, y un poco de rubor en sus mejillas, se acercó a Guada, a pocos centímetros. Lentamente, pasó sus brazos por encima de sus hombros y la abrazó. Ese día no hacía tanto calor como el otro día, aunque tampoco hacía frío.
-Muy bien- dijo ella- ¿Ves que se siente diferente?
-Si, pero me sigue pareciendo demasiado paranoico.
Cuando retrocedió los brazos, Guada los sostuvo. Y con un atisbo de timidez y sin darse la vuelta para mirarlo dijo:
-¿Podemos estar así un rato más?- preguntó- ¿Por favor?
Simón respiró y volvió a adelantar sus brazos y esta vez la apretó un poco más.
Esa noche fue muy especial para ellos.
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Charlas nocturnas
RomanceDos personas. Guada y Simón. Cada noche se acuestan en su cama. Pero ningún de los dos puede vencer al sueño. Y para poder dormir, charlan sobre temas polémicos, interesantes, poco relevantes, y con puntos de vistas totalmente diferentes. Como cual...