No hacía falta que alguien me dijese que esa fiesta que se acaba de montar estaba fuera de los planes de Daniel.
Ese chico que se había acercado para saludarme no paraba de mirarme y ya me empezaba a incomodar un poco.
Me levanté del sofá y me dirigí al baño, aunque no sabía muy bien dónde estaba. Al parecer todos estaban bastante ocupados que ni se habían dado cuenta de que me había ido.
Al final encontré el baño, entré y cerré con pestillo. ¿Qué iba a hacer? La verdad es que sentía que sobraba un poco, por mucho que Daniel hiciera lo posible para que me sintiera cómoda.
Encendí durante unos segundos el grifo para que pareciera que estaba en el baño. Después de un rato allí metida decidí salir.
Cuando abrí la puerta me choqué con alguien sin querer.
—Lo siento, no te había visto—me disculpé.
—Qué raro que no me hayas visto.Entendí esa indirecta al instante. Seguro que este se creía el más guapo y el más chulo.
—Ya, claro. La verdad es que lo he hecho aposta para que nos chocáramos —dije con sarcasmo.
—Lo sabía—dijo él con esa sonrisa de chico encantador.
—Bueno, ya te dejo solo.Fui a pasar por su lado, pero él me lo impidió.
—Venga, era broma.
—Pues no hace gracia—dije con seriedad.
—Si quieres volvemos a empezar. Hola, me llamo Leo y soy el mejor amigo de Daniel.¿El mejor amigo de Daniel? Él nunca me había hablado de él.
Leo me miraba con una sonrisa esperando a que yo hablara.
—¿En serio esperas a que lo diga?
Él no respondió, lo que me indicó que me tocaba decirlo para que me dejara en paz.
—Está bien. Hola, Leo, encantada de conocerte. Yo me llamo Olivia y soy la mejor amiga de Daniel. ¿Contento?
—Ahora sí.En ese momento apareció el chico que no paraba de mirarme y se unió a nuestra conversación.
—Así que Olivia, ¿eh? No te había visto nunca por aquí—comentó Mateo.
—Es que soy de Madrid.
—Nunca pensé que las chicas madrileñas serían tan guapas.Sonreí pero con incomodidad. Leo lo notó.
—¿Y hasta cuando te quedas?—preguntó.
Tardé unos segundos en contestar, pero cuando fui a hacerlo Leo me interrumpió.
—¿Y eso a ti qué te importa?
—Perdona, ¿estaba hablando contigo?—le dijo a Leo.
—¿Te crees que a ella le interesan tus preguntas?—dijo él ignorando lo que le había dicho Mateo.
—No creo que haga falta discutir por una tontería—intervine.Pero nada de lo que dije sirvió, ya que ellos siguieron peleando como si yo no estuviera presente.
—¿Y tú qué sabes? No la conoces.
—Y tú menos, así que te callas—replicó Leo.
—¡¿Podéis parar?!—exclamé—. Ninguno de los dos me conocéis, así que parad de hablar de mí como si lo hicierais.Dicho esto pasé entre ellos dos y fui de nuevo a la sala. Allí estaba Daniel con los demás bailando y bebiendo como si no hubiera un mañana. Entendí que, por las expresiones que hacía mi mejor amigo, estaba borracho. Me acerqué a él. Tenía una sonrisa radiante.
—Daniel, ¿estás bien?—le pregunté preocupada.
—¿Que si estoy al cien? ¡El cien se queda corto!
—¡Que si estás bien!—le grité, ya que la música estaba demasiado alta.
—¡Nunca he estado mejor!—exclamó él muy contento.
—Madre mía, cómo estás.
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INALCANZABLE
RomanceOlivia acaba de terminar bachillerato y su familia y ella se mudan a Barcelona para pasar el verano y quedarse allí a vivir definitivamente. Y lo mejor de todo es que se va a reencontrar con su mejor amigo de la infancia, Daniel, el cual le oculta u...