Las once por la noche marcaba el gran reloj que se encontraba en la sala, pero ninguno de los dos tenía planeado dejar de ver las fotos donde su chico en común disfrutaba en sus mini aventuras a temprana edad. Se veía muy bonito. Aunque fuera muy lindo de pequeño, en definitiva a Felix le gustaba más como lucia en estos precisos momentos; más alto que él, con facciones maduras y un bello cuerpo que lo volvía loco.Hyunjin y la señorita Rin —esposa de su padre— solo disfrutaban de verlos mientras sus ojitos brillaban al mirar el pasado por medio de esas bonitas escenas en papel plastificado un poco dañado por los años.
— Cariño, sé que ambos la están pasando bien, pero creo que es momento de ir a dormir. Mañana, aunque no quieras, tienes que ir a la oficina un par de horas para llenar informes, y conociéndote, no querrás ni despegarte del colchón, así que, basta de charlas, y a dormir —. Ella tenía un tono de voz tranquilizadora y dulce, tan relajante y deslumbrantes que sus palabras no se sentían como regaño, pero era mejor no buscarle tres patas al gato de cuatro, por lo que con una ligera risita se dieron las buenas noches y cada quien se dirigió a su habitación.
Como era previsto, Hyunjin y Felix dormirían en la misma alcoba compartiendo sabanas de seda, eran muy pocas las veces que lo habían hecho en el pasado, por lo que todavía no estaban muy acostumbrados a la sensación que eso provocaba, pero de igual manera les fascinaba, ya que podían sentir el calor que emanaba su contrario, a la vez que podían disfrutar de la fragancia del contrario sin cesar.
Sí, era poco el tiempo para establecer una buena posición de costumbre, pero definitivamente la favorita de ambos era una donde el mayor abrazaba por adelante al pecoso poniendo una mano en su cintura y la otra dejándola a rienda suelta como una bonita almohada. El menor amaba esto, sentirse chiquito en esos brazos, poder sentirse seguro y dejar llevarse sus preocupaciones mientras aspira aquel bello olor a colonia corporal mezclada con algo de shampoo y acondicionador.
— No sabes cuanto me alegra que tu y mi papá se llevaran tan bien. En verdad lo digo cuando menciono que mi sonrisa no podía contenerse cuando hablaban de cualquier cosa. Ambos son mis razones de vivir, y de verdad admiro y atesoro estos momentos —. Besó esa delicada naricita y metió su mano por debajo de aquella camisa de algodón blanca, el interior era muy calentito y suave. Tan perfecto.
— Tu papá es una muy buena persona, se puede ver claramente de donde sacaste tan buenos modales. Disfrute mucho viendo tus fotos, ¿por qué eres tan hermoso desde pequeño? —. Se recargo en ese pecho fuerte que ahora le pertenecía, disfrutando genuinamente cada tibia caricia en su abdomen, espalda y cintura. De verdad amaba a Hyunjin muchísimo.
— Creo que es un don —. Perdió aquella distancia juntando sus labios en un beso lento, ese que tanto amaban darse cada que se daba la oportunidad, amando cada detalle solo expresandolo entre sus belfos danzando entre sí como si fueran una presentación en pareja de cualquier baile romántico de salón.
Ambos esa noche durmieron con el corazón en paz, tranquilos por lo bien que ya lo habían pasado.
La visita con la familia Hwang no duró más de un fin de semana, pero la verdad es que lo disfrutaron bastante, era acogedor estar en ese hogar. Esos señores sabían como tratar. Estaban seguros de que volverían a ir más seguido en un futuro.
— ¿La pasaste bien? —. Ya iban camino a su destino, podían ver a los árboles dejandolos a tras mientras ellos llevaban una buena música para acompañar.
— Tu padre es una maravilla, de verdad que se parece mucho a ti, obviamente se le notan los años, pero no puedo evitar pensar que aún de grande serás muy guapo —. No podía evitar pensar en el futuro, se sentía bien ahora mismo, y estaba seguro que sería igual en unos años más.
— ¿Enserió? Pues eso solo lo tendrás que descubrir tú —. Soltó una mano del volante y la colocó en la mano del otro, así uniendo estas, mostrando que a pesar de su tamaño pueden encajar tan bien. No había nadie con ellos en la autopista, por lo que podían ir relajados sin miedo a ser arrollados por un gran camión. Era bonito y tranquilizador manejar por la tarde con nadie más que ellos dos.
Las horas pasaron y la ciudad apareció frente a sus ojos, era momento de regresar a sus hogares y separar caminos, pero era más que claro que ellos no querrían eso, por lo que la invitación a ir a casa del mayor no se hizo esperar. Se sentían mejor cuando estaban juntos.
El departamento estaba un poco frío por la falta de gente que había tenido, las luces estaban completamente apagadas y solo se escuchaba el tic tac de las manecillas del reloj. Entre los dos sacudieron los sillones y la cama, para poder recostarse en cualquier momento sin tener que estar estornudando cada que el polvo entrará a sus narices. Para así, finalmente acomodarse en su grande lecho y dormir para recargar las energías perdidas en el viaje. Porque entre ambos se hacían sentir bien, eran su medicina y curación.
¿Fin...?
No es el fin.Jixia 🐥 💌
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Rostros conocidos [Hyunlix]
Fanfic【Te conocí en mi pasado, te reencontré en mi presente, y te buscaré en mi futuro】 ¤Cero drama, todo soft. ¤Trata el tema sobre las almas gemelas, el destino y las creencias. ¤Solo se permiten adaptaciones con mi permiso. ¤Historia resubida. ¤Cliché...