7. La noche

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Paseo de un lado a otro de mi habitación sin saber qué demonios hacer. ¿Quizás todo esto sea un engaño de Ezra y está allí su madre esperando para echarme? Me imagino a Ezra diciendo: "Lo ves mamá, te lo dije. La nueva chica de la limpieza me acosa. Deberíamos echarla o quizás castigarla" y algo sube por mi bajo vientre recordando aquella frase que me dijo el sábado por la noche. "¿Vas a ser una chica buena y vas a correr sobre mi pierna o tendré que castigarte?" Con esa voz ronca pidiendo a gritos que le pida que me castigue. Pero Ezra no sería tan ruin ¿o sí?

Después de lo ocurrido en la trasera del pub volví a casa sola, avergonzada y deseando tomar una ducha. Me excusé escribiéndole un mensaje a Lexie diciéndole que estaba cansada para que no se preocupara por mí. Pero ambas sabemos que mentía. Soy un libro abierto para Lexie al igual que ella lo es para mi.

La pantalla de mi móvil se alumbra anuncia un mensaje de Ezra.

Ezra: vienes?

Me envía una foto de él en la cama, mostrando sus abdominales, la marca en uve baja de su abdomen y un pantalón de pijama gris con un bulto. Aprieto el móvil en mis manos y sin pensarlo salgo de mi habitación en dirección a la suya.

La puerta de la habitación de Ezra está un poco abierta, un pequeño arco de luz se refleja en el suelo, miro mis pies descalzos y avanzo a paso lento hasta su puerta. Desde dentro puede ver mi figura reflejada en su puerta. Me armo de valor y cierro detrás de mí.

-Pensaba que no vendrías-dice Ezra incorporándose un poco en la cama.

-Yo tampoco-murmuro.

Erza palmea el colchón a su lado, lentamente me acerco a la cama y me siento a su lado. Toma mi brazo y me arrastra hacia el. Levanta su brazo rodeándome y dejo la cabeza en su pecho junto con una de mis manos. Tiemblo.

-¿Tienes frío?

-Sí-admito. Tiene el aire puesto demasiado bajo. Nos tapa con una manta. Su mano se desplaza lentamente desde mi cadera hasta mi muslo donde afirma su agarre subiendo mi pierna sobre la suya. Me acomodo sobre él.

-Cuidado con la rodilla-susurra.

-Perdón-murmuro avergonzada. Acabo de rozar su miembro. La mano que tiene bajo la almohada se mueve hacia mi oreja donde comienza a hacer un recorrido con su dedo índice por el cuello y detrás de la oreja-Si sigues así me quedaré dormida-lo miro soñolienta a través de mis pestañas.

-Bien-sonríe mirándome.

Ezra alarga el brazo para apagar la luz y me quejo en protesta. Él suelta una carcajada y vuelve a su posición inicial pero esta vez con la luz apagada. Sus dedos siguen recorriendo mi rostro y parte de mi cuello. Cuando sus dedos rozan mi cuello levanto el mentón buscando algo más.

-¿Qué se supone que estamos haciendo?-murmuro.

-Dormir-sus dedos rozan mi cuello haciéndome suspirar. Deja las manos en su pecho y me incorporo.

-Lo digo enserio,¿qué estamos haciendo?-sus grandes manos agarran mis caderas y me sube sobre su regazo quedando mis piernas a cada lado de sus caderas.

-Estaba creando un clima.

-¿Para follar?

-Sí, a veces es necesario crear un clima adecuado.

-¿Eres sexólogo o algo?-me burlo.

-No quería ser brusco y que pasase lo de la última vez-su mano se cuela bajo mi camiseta y acaricia mi abdomen con la yema de sus dedos. Me bajo de su regazo y me acuesto de nuevo a su lado dándole la espalda-Siento lo de Mike-murmura atrayéndome hacia su pecho.

Qué nos queda después del verano [Libro #3 SAGA DESTINOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora