Ella:
Estoy llorando en el baño del instituto por culpa del mismo imbécil, no entiendo como alguien puede ser tan cruel y sin corazón, yo le trato bien, le ayudo en lo que me pide siempre, pero por su parte solo recibo unas cortantes palabras, no entiendo por qué él es así conmigo, con todas sus amigas es dulce y amable y conmigo es cruel y distante...Me lleva gustando por demasiado tiempo y no puedo simplemente olvidarme de él, por muy idiota e hipócrita que sea...
Al salir del baño me encontré con mi mejor amigo esperando, hubo un silencio por unos cuantos segundos hasta que uno de nosotros decidió romperlo.
-No me gusta escucharte llorar. -No sé qué responder o que decirle, simplemente aparté la mirada. Este se acercó a mí y me abrazó, yo se lo devolví algo cansada.
-Y menos por ese cabrón que no te sabe valorar. -Me abrazó más fuerte y yo hundí mi cabeza en su pecho mientras las lágrimas volvían a caer por mis mejillas, aprecio que al menos tenga a alguien que me anime en estos momentos.
-Vamos que te compro un helado. -Se separó de mí y me limpió las lágrimas, me agarró de la mano y nos fuimos en dirección a la cafetería.
Al entrar todos se nos quedaron mirando, Álex, mi mejor amigo me abrió la puerta para que yo pasara, lo que llamó la atención fue que el hizo una especie de reverencia, me puse muy roja pero no dije nada. Álex de por sí ya llama la atención, es uno de los chicos más populares del colegio, es guapo y bastante fuerte. Yo lo describiría como un chico alto, musculoso, pero no exagerado, sus ojos son color miel y su tono de piel es pálido, mientras que su pelo es castaño con mechas rubias naturales.
Pedimos lo q íbamos a tomar y luego nos fuimos a sentar, Álex movió mi silla para que me sentara en ella, le quiero mucho en serio.
Durante todo el descanso sentía una mirada encima de mí, pero nunca encontraba al responsable de ella.
Cuando terminó el recreo Álex se despidió de mí y fue rumbo a su clase, él tenía química y yo economía, no sé cuál es peor la verdad. Antes de ir a clase pasé por el baño para arreglar mi pelo, estaba todo revuelto, y de paso hacer mis necesidades. Por el pasillo me encontré con Esteban, mi crush desde la primaria, él no me ha visto todavía así que aproveché y me escondí en una esquina.
-Búscala y tráemela ya. -Su tono firme marcaba autoridad, antes al verle pude notar que estaba hablando con un chico igual de alto que él. El chaval no dijo ni pío y fue a buscar a quién le dijo, seguro es una chica con la que va a follar. Algo que aclarar es que este colegio tiene habitaciones para las personas que viven lejos y no pueden venir e ir todos los días, así que pagan cierto dinero y viven aquí, los profesores les tienen favoritismo ya que solo suelen ser gente adinerada, y no les dicen nada si hacen algo mal, más bien hacen como que no hubieran visto nada.
Esteban se fue rumbo a su clase, la misma que Álex seguramente ya que son del mismo curso. Salí de mi escondite cuando Esteban dobló la esquina, tengo mucha curiosidad por saber quién es la chica esa.
Mierda, me he olvidado de que la clase empezó hace tiempo ya, empecé a correr y no me di cuenta de que iba en sentido contrario a mi clase, frené en seco al ver a Esteban en el pasillo aún, joder, me di la vuelta para correr en el otro sentido cuando una mano me agarró del brazo tirando de mí.
-Agh. -Solté un pequeño quejido ante esa repentina acción, estaba dispuesta a romperle la cara a quién me agarró. Miré hacia arriba para encontrarme con el rostro de Esteban, no mostraba expresión alguna, sus ojos azules me miraban fijamente a los ojos, su agarre seguía firme.
-No puedes estar en este pasillo enana. -Cada palabra que suelta me duele, siento mi corazón partirse en pedacitos, pedacitos que nadie podrá pegar jamás.