❝He Is Mine❞「YOONMIN」

Parte única

❝「He Is Mine」❞

Continuación del capítulo único...

Después de salir de la Universidad, entre besos los dos chicos entraron a la habitación de Jimin, con algo de dificultad Yoongi le quitó la camisa a Jimin apenas separándose de él.

Los chasquidos resonaban en toda la habitación, sino es que hasta afuera, ahí es donde Jimin agradecía que sus padres no estuvieran.

Jimin puso sus manos en el pecho de Yoongi y desabrochó los primeros botones justo para poder acariciar y rasguñar un poco esa zona, después de hacerlo tomó fuerza y empujó a Yoongi a la cama.

Inmediatamente se subió sobre él y empezó a mover sus caderas intercalando la velocidad.
Terminó de desabrochar la camisa de Yoongi e hizo que se incorporara un poco para poder quitársela.

Se hizo para atrás para poder desabrochar ahora los pantalones de Yoongi y después prosiguió con lo suyos.

Cuando las prendas de ambos estaban en el suelo, siguió moviéndose sobre Yoongi, torturando al chico con cada uno de sus movimientos. Cuando se dió cuenta de que Yoongi estaba disfrutando más que sufriendo, se paró y fue hasta su clóset y saco una caja.

"De esta no te escapas Yoonie bu" fue lo primero que pasó por su mente.

De dicha caja sacó unas esposas de metal las cuáles crearon un sonido que erizó la piel de Yoongi. Tragó saliva con fuerza sabiendo que era lo que pasaría a continuación.

Casi en cámara lenta Jimin se acercó a él y con la voz más autoritaria que tenía, habló:

—Ah Yonnie, Yoonie, te haz portado pésimo estos tres años ¿Y crees que esto va a ser lo único que te haré?, tsk...te voy a hacer esto y muchas más cosas que ni te imaginas, ahora empecemos con esto, ahorita el tiempo es oro, ¿No queremos que mis padres nos encuentren en esta situación, no?

—N-no —murmuró con voz temblorosa.

—¿No, qué? —preguntó pasando el frío metal por el estómago, pecho y mandíbula, de Yoongi.

—No, amor.

—Muy bien, tienes que saber que también me deberás muchas palabras dulces —informó abriendo las esposas.

—Si, como tú quieras.

—Ahora, extiende los brazos —ordenó parándose al lado derecho de la cama para esposar la primera mano.

—Minnie, n-no —suplicó viendo los movimientos de su chico.

—¿Eh? ¿Te atreves a pedir que no siga? Supongo que tengo alguna mordaza por ahí, y sino con una simple corbata te mantendré callado.

—P-pero, es que tú sabes que a mí me gusta tocarte, no me hagas esto.

—Es un castigo, no un premio amor, ahora cállate o cumpliré lo de ponerte algo en la boca.

—Minnie, te amo, te amo mucho.

—Y si no te callas me vas a odiar. —amenazó entre dientes.

—Mgh —jadeó cuando su mano derecha fue esposada con brusquedad.

—Yo no tendría que hacer esto, pero tú te lo buscaste.

—Prometo no volver a hacerlo.

—Eso lo veremos después, no creas que dejaría que te vallas o que continuaramos sin darte una lección.

Nadie volvió a decir nada, pero tampoco era necesario, Jimin no cambiaría su decisión, y eso Yoongi lo sabía.

Esposo la otra mano y se puso frente a Yoongi, viendo su obra de arte. Yoongi esposado, sin camisa ni pantalones, completamente a su merced.