Me presento, mi nombre es Bella soy de un pueblo de el estado de México. Actualmente tengo 27 años, mido 1.60 y no soy delgada ni gordita pero tengo mis medidas bien proporcionadas tanto de el pecho soy 36D y buen glúteo, hago ejercicio esporádico así que eso me ayuda.
Lo que les voy a contar me pasó cuando cumplia los 18 años.
Aún recuerdo yo era una muy chica, y en la escuela estábamos preparandonos para el concurso de tablas ritmicas, así que todas las compañeras nos quedamos de ver en una plaza comercial de la zona para ir a comprar ropa para la presentación.
Ese día lleve un pantalón de mezclilla pegado que levantan más mis glúteos, una blusa amarilla con hombro descubierto, y unas botas largas negras. Al llegar a la plaza empezaron a llegar mensajes de que no podían llegar de todas mis amigas. En el momento entendí pero me enoje demasiado, así que decidí ir a dar una vuelta ya que estaba en ese lugar.
Para ser sincera desde siempre me ha encantado coquetear con desconocidos, lanzar miradas y pasar muy cerca y sentir todo lo que se pueda, me encanta sentir sus penes rozando.
Regresando a todo, me fuí a un lugar famoso dentro de la plaza donde hay máquinas de juegos, pista de hielo y boliche, así que empecé a jugar sola cuando de repente ví como dos tipos de unos 38 años se me acercaron demasiado y a dónde me dirigía ellos me seguían y se susurraban cosas.
Al final estaba super excitada por la situación pero sabía que estaban muy mayores para mí así que decidí seguir e irme a casa (a 20 minutos caminando) pero para mí sorpresa ellos seguían detrás de mi. Uno de ellos me empezó a hablar, se llamaba Braulio, 1.80 complexión delgada, moreno. Yo quedé hipnotizada, y me decía el típico "te ves muy madura para tu edad" me acompaño a mi casa y me dio su celular.
No volví a saber de el hasta unas semanas después que me marcó e invito a salir.
Ese día lleve un vestido algo infantil la verdad un bra que destacaba mucho mi busto y una tanga azul que lucía espectacular.
Fuimos a la plaza donde nos conocimos y estuvimos dando vueltas y hablando de lo mínimo, el su trabajo yo la escuela y cosas mundanas. Luego me dijo que me quería enseñar un lugar especial que conoció, yo pensé que era un restaurante o algo increíble pero me llevo a el cerro de por dónde vivíamos. Cómo toda una ilusa aún así estaba emocionada, pensaba que ese tipo podría ser el amor de mi vida. El sabía perfectamente cuál era su plan, empezó a abrazarme demasiado, bajaba su mano a mis glúteos varias veces "sin querer" y me hacía cosquillas para toquetearme lo más que pudiera, yo me empezaba a sentir incómoda, pues aún era virgen y no quería perder en un cerro mi virginidad pero a él simplemente no podía decirle que no.
Se abalanzó contra mi y me tiro a la tierra y me empezó a besar de una manera tan sensual que estaba explotando mi pecho por dentro, sentí que mi ropa se mojaba sin ninguna explicación y no sabía que estaba pasando, obviamente luego supe que estaba excitada.
El empezó a abrir mis piernas con sus piernas y a restregarme su miembro en cada balanceo al besarme empecé a gemir y el también. Yo no sabía que estaba pasando pero me gustaba el sentir las cosquillas cada que su pene me rozaba.
De repente solo me miró a los ojos y me preguntó
-¿Estás lista?
-¿Lista para qué?
Según yo haciéndome la loca
- Para hacerte mía y meterte todo esto que ya no aguanto
-No ¿Qué te pasa? aún soy virgen
-No mujercita, ya me tienes así no puedes dejarme así.
Se enojo y me empezó a besar más apasionadamente, yo me sentía aún más excitada, me empezó a subir más el vestido y sus manos parecían no controlarse, me tocaba por todos lados, mis muslos, los glúteos, subieron y bajaron el vestido hasta dejar mis pechos al aire, el al verlos se volvió aún más loco y aunque en ese entonces apenas estaban desarrollandose, el se concentro en mis pezones y con su lengua hacer círculos, pasaba de uno a otro y con las manos empezaba a buscar mi vagina, yo ya estaba explotando por todos lados, su boca en mis pechos mientras me masturbaba era algo tan sensual que se me olvidaba el lugar donde estabamos o si podía haber gente pasando. El seguía así y de repente sentí que dejo de masturbarme y en cuanto volteé, sentí la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina, me quedé paralizada, el solo puso saliva en sus dedos y empezó a hacer círculos en mi clítoris mientras poco a poco sentía como su pene entraba milímetro a milímetro, eran unos 18 CM. Sentía dolor y placer a la vez así que se quedó quieto un momento al entrar todo y yo sentía como mi vulva palpitaba. Después de que el dolor pasaba empezó a hacer embestidas primero despacio y luego fue subiendo de velocidad, más rápido y más y más y más hasta que no podía más y lancé un chorro. Vio mi cara de espantada y le dije que perdón por hacerme pipi, el me explico que no era pipi que es normal y me besó para tranquilizarme. Ya más tranquila me puso de pie y empezó a besar de nuevo apasionadamente y me puso de espaldas a el, yo sentía su pene aún erecto entre mis glúteos, busco un árbol que estaba cerca de nosotros y puso todo mi pecho y abdomen en el árbol y paró mi glúteos estando yo de puntitas y me volvió a penetrar pero está vez más fuerte ya sin miedo de ser mi primera vez, empezamos con el juego de sincronización de caderas y de repente agarro sus manos las puso en mi cintura y pego su cuerpo a el mío completamente mientras gimió como todo un hombre. Sentí caliente dentro de mí, pero el con sus manos me empezó a masturbar frenéticamente para así acabar casi a la par de el.
Se despegó de mi y solo pude ver sangre en mi panti y en su bóxer, sabía que era normal pero fue demasiada sangre, me cambio cuidadosamente, me dio un beso, agarro sus pertenencias me llevo a mi casa y jamás volví a saber de el.
Así fue como perdí mi virginidad con un desconocido.
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Relatos Eroticos
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