one shot (No esta mal trabajar para los demonios )

Capítulo 1 - Acostarse después de ser despedido

Uzumaki Naruto siempre había creído en eventos predeterminados y que tenía la capacidad de discernir cuándo y dónde ocurrirían tales eventos. Creía que los sentimientos viscerales eran la forma en que el universo le informaba sobre eventos significativos, tanto positivos como negativos. Su visión supersticiosa a menudo hacía que la gente lo viera como un excéntrico, pero en realidad nunca había sido alguien que se preocupara por las opiniones de la gente sobre él.

Por eso, cuando lo despertó un lunes por la mañana el despertador y la idea de su trabajo le causó una ligera punzada de temor, consideró brevemente no salir de su casa. Pero después de más de unos pocos minutos de perder el tiempo y contemplar, descartó el sentimiento como un caso de depresión del lunes y decidió ir a trabajar de todos modos.

Desafortunadamente, se vio envuelto en un tráfico denso y, a pesar de haber salido temprano de su casa, todavía se encontraba a unos minutos de ser considerado tarde. Al llegar al edificio donde estaba su oficina, saludó a los guardias de seguridad y entró en un ascensor que lo llevaría a su piso.

Por lo general, habría seguido su rutina habitual de ejercicios de subir las escaleras hasta su piso, pero por falta de tiempo, optó por tomar el ascensor. Por mucho que lo odiara, sabía que al menos era un modo de transporte lo suficientemente rápido como para estar en su piso en dos minutos.

O mejor dicho, lo habría hecho si el elevador no se hubiera atascado.

Naruto suspiró mientras jugaba con su bolígrafo mientras los sonidos de los metales al trabajar resonaban desde arriba de él. Lo que se suponía que había sido un ascenso de dos minutos se había extendido a casi un cuarto de hora de espera, dejándolo con un poco más de una hora de retraso.

Además de eso, su teléfono había muerto en el largo tráfico, dejándolo sin forma de contactar a ninguno de sus colegas.

Dios, sería desagradable hablar con su jefe hoy. Era un hombre que seguía las reglas y podía hablar con una persona durante todo un día y aun así considerarla ausente si se olvidaba de registrarse y un minuto de retraso tenía la misma gravedad que una hora a sus ojos.

El sonido de pasos lo alertó de personas que bajaban del techo y escuchó un crujido.

"Señor Uzumaki, intente presionar el botón de emergencia nuevamente". Una voz que sonaba aburrida sonó desde el altavoz en el espacio confinado.

Sacudió la cabeza, pero hizo lo que le pedía y dejó escapar un suspiro de alivio cuando se encendieron las luces. "Gracias, Isshin. ¿Le dijiste al jefe que me quedé atascado?"

"¿No, porque yo debería?"

Él gimió. "Ya sabes cómo es él, hombre. Me va a dar una mierda por quedarme atrapado aquí".

"¿Por qué lo haría? No es como si tuviera que decirle que el ascensor se atascó, no es de su incumbencia". El hombre respondió. "Además, él es tu jefe. Si se supone que alguien debe decirle que está atrapado en un ascensor, eres tú".

"Gente como tú revive mi fe en la humanidad". El sarcasmo goteaba de la voz de Naruto.

"Si esto te hace feliz, estoy seguro de que estarás encantado de pasar dos horas más allí".

"Haz eso y nunca más obtendrás un centavo de mí".

"Esa no es una amenaza tan grande como crees, Naruto... de todos modos, parece que debería poder moverse de nuevo. Presiona el botón de tu piso".

Con solo presionar el botón, el ascensor se sacudió suavemente y reanudó su marcha. s viaje ascendente. Con un poco de suerte, se llevaría bien con el hombre.