Prólogo

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En un mundo donde por alguna clase de salto evolutivo los humanos empezaron a desarrollar poderes denominados quirks, no pasó mucho tiempo que que esas personas empezaron a usar sus quirks en actos delictivos y ningún policía podía detenerlos, hasta que surgió una profesión que antes no era más que la fantasía de todo niño.

Los héroes lograron volver a traer el orden y los quirks con el pasar de los años se volvieron más comunes, al punto que todos tenían, solo pocas personas de la población nacían sin ningún poder, a los cuales se les denominaba quirkless.

Todos los niños seguían soñando con tener un quirk poderoso, para así lograr ser un héroe, como son Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo, ellos 2 eran niños de 4 años, desde siempre fueron mejores amigos, gracias a qué las madres de ambos también tenían una muy buena amistad.

Ellos 2 soñaban con ser los mejores y estudiar en la UA, que era la mejor academia para héroes, de donde se graduó All migth, el héroe número 1 de Japón y símbolo de la paz, al cual ellos 2 admiraban demasiado.

Bakugo no tardó en desarrollar su quirk, el cual le permitía generar explosiones de las manos, un quirk bastante poderoso y que le aseguraba la posibilidad de ser un héroe, después de él todos los niños del aula comenzaron a desarrollar sus quirks, algunos más poderosos que otros, aunque ninguno tanto como el de Bakugo.

El tiempo pasó e Izuku seguía sin desarrollar un quirk, todos los niños siempre lo obtenían a los 4 años, mientras que con Izuku ya había pasado tanto tiempo que se pensaba que podría tener un quirk que pase desapercibido o simplemente tenga un retraso en desarrollar su quirk, por lo que su madre lo llevaría a una clínica donde podrían revisar lo que pasaba con su quirk, sin embargo recibirían la peor noticia.

Izuku a sus 4 años se tuvo que enterar que jamás desarrollaría un quirk, tendría que vivir toda su vida como un quirkless y renunciar a su sueño de ser un héroe, incluso su madre se disculparía con el cómo si lo que le sucediera fuera culpa de ella.

Esa noticia no tardó en llegar con todos los amigos y compañeros de Izuku, incluso su mejor amigo Bakugo el cual tenía el ego hasta el cielo por los constantes halagos de todo mundo por su quirk, fue el primero en discriminar a Izuku, tomando el hecho de que esté no podría cumplir su sueño como una burla.

Los años pasaron y las burlas se convirtieron directamente en insultos, después en agresiones cómo se empujones y finalmente se llegó a los golpes.

Quien alguna vez fue su mejor amigo ahora era quien estaba a la cabeza de todos los abusos que el sufría, incluso le habían puesto un apodo "deku" significaba inútil.

Todo esto había hecho que Izuku con tan solo 8 años el mismo llegara a pensar que todo lo que decían de él era verdad, que nunca sería nadie, que su sueño ahora era algo completamente imposible, pero incluso en esa situación en lo más profundo de el seguía teniendo la esperanza de que algún milagro ocurriese, que todo fue un error, que realmente él si tenía un quirk, que los exámenes médicos habían fallado.

Esa poca esperanza que Izuku tenía solo Bakugo la podía ver, y le daba rabia que incluso con todo lo que le hacía no se la podía quitar, para Bakugo el que Izuku conservará la esperanza de ser un héroe era como si un inútil se pusiera sobre el, con el ego que había desarrollado tan solo pensar en eso le hacía hervir la sangre.

Y solo por querer quitarle esa esperanza a Izuku es que cada día se repetía el abuso, además de las golpizas lo humillada de formas que nadie pensaría que a un niño de esa edad se le ocurría, lo más recurrente era obligarlo a comer de la basura enfrente de todos.

Están humillaciones ocurrieron por los siguientes 3 años, Izuku ya había cumplido 11 años e igual que todos los días al terminar la clase se esperaría unos minutos más en lo que el profesor y casi todos se iban, pues Bakugo lo golpearía o tal vez se pondría más creativo en esta ocasión.

Si el intentaba salir de la escuela aprovechando la multitud y gran presencia de maestros e ir a su casa, Bakugo lo alcanzaría y golpearía de peor manera, lo mejor que podía hacer era esperar.

Está vez solo se había quedado solo Bakugo, no sus demás amigos que lo ayudaban, Izuku no sabía si esto era bueno o malo, hasta que Bakugo se acercó a él y lo obligó a levantarse.

-Bakugo: ¿sabes por qué te hago esto?
-Izuku: n-no
-Bakugo: por qué me enferma ver cómo te quieres poner a mi altura, yo sé que tú sigues con esa ridícula esperanza de ser un héroe
-Izuku: e-eso es me-mentira
-Bakugo: ¿mentira? ¿dices que estoy mintiendo?
-Izuku: no, so-solo que...
-Bakugo: ¿pero sabes que? No me importa, solo mírate, eres patético, eres un inútil y escuálido, tus calificaciones apestan y nunca tuviste el valor de hacer nada para defenderte, tal vez todavía conservas las esperanza, pero te la puedes quedar, tu ya no significas nada para mi, está será la última vez que sabrás de mi.

Después de decirle eso Bakugo estaba por salir del salón, pero justo antes sé detendría.

-Bakugo: ¿sabes que? tal vez si tienes algo de suerte podrías reencarnar y tener un quirk, ¿que tal si acabas con tu vida de una vez y lo averiguas?

Una vez termino Bakugo se iría dejando a Izuku solo, tal vez está vez no fue una golpiza, pero por algún motivo dolía más, por qué lo peor de todo es que Bakugo tenía razón, Izuku ya no valía nada, no tenía su sueño, el constante abuso le hizo disminuir sus notas considerablemente y su físico era deplorable, estaba muy por debajo del peso promedio y al no salir de su cuarto no tenía condición fisica.

Está vez Bakugo había logrado su objetivo, le había arrebatado a Izuku lo único que todavía conservaba, su esperanza, pero no solo la de ser un héroe, Bakugo había tomado mucho más, Izuku ya no conservaba la esperanza de continuar con su vida, el solo era una carga para su madre y el no tenía ningún atributo a su favor, tal vez lo mejor seria terminar con todo de una vez.

Izuku en ese momento con sus emociones vueltas un caos subiría a la azotea de su escuela y se pondría sobre la orilla, la caída no era la más grande de todas, pero sería suficiente, sus piernas eran tan débiles que Izuku no tuvo la necesidad de arrojarse, sino que simplemente se cayó del edificio, pero no sé arrepentía, lo peor de todo es que durante la caída el de verdad vio su vida pasar frente a sus ojos, y ningún momento después despues de recibir los resultados de quirk, era agradable.

Izuku se estrellaría contra el suelo justo enfrente de su escuela, dónde ya no quedaba ningún estudiante y posiblemente en un tiempo nadie le de importancia a su muerte, pero el lugar no estaba vacío, alguien que tan solo estaba de paso vería la acción de Izuku, y al acercarse al cuerpo, confirmaría que aunque era muy débil, todavía conservaba un pulso muy débil.

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