All I Wanna Do Is Make Love To You (Jinkook)

Única parte

-Maldita sea- Jungkook se asomó en dirección al parabrisas

La lluvia se iba haciendo presente y era cada vez más difícil observar la carretera. Jungkook accionó los parabrisas cuando el clima empeoró

Durante el camino, observó a una persona haciendo señas para que se detuviera, a su lado, se encontraba lo que suponía era su auto. Se detuvo para ofrecer su ayuda y bajó la ventanilla

-¿Necesitas una mano?- alzó la voz para que el contrario lo escuchara detrás del sonido de la lluvia

-Sí, mi auto se descompuso, pero nadie se ha detenido hasta ahora- le explicó

Era un joven más o menos de su edad, tenía el cabello castaño y al parecer largo, pues parte de su pelo se le pegó en la frente, usaba una sudadera, la cual la capucha estaba sobre su cabeza, y unos jeans negros. Sus labios, ¡Oh, Dios!, nunca había visto unos labios tan rellenos, de esos que te invitan a besarlos para comprobar si podían hincharse y estar más rellenos de lo que eran, aunque ahora estaban un poco pálidos por el clima, y sus ojos, aunque pequeños, mantenían un brillo especial, casi melancólico

-¿Hacia dónde te diriges?

-Una gasolinera, si pudieras- se acomodó su capucha- mi celular murió y necesito llamar a una grúa y protegerme de la lluvia

-Sube- el castaño sonrió aliviado, subiendo rápidamente y cruzando sus brazos en su cuerpo, tratando de darse calor

-Gracias- su voz y su cuerpo temblaba

Apretó las manos al volante, el aroma de la loción junto con el olor de la lluvia hacían que su cuerpo pidiera ser reclamado por el hombre de a lado, inhaló profundo, mala idea, tensó la mandíbula, su acompañante lo vio de reojo

-¿Todo bien?

-Sí, gracias- respondió seco

-¿Cómo te llamas?

-El chico que te ayudó a no morir de hipotermia- ambos rieron

Encendió la radio, una canción que no reconocía, pero que en esos momentos no le importaba, escuchó tararear al castaño, éste volteó a verlo y le dirigió una sonrisa con la ceja enarcada, ¿podría ser...? ¿Y si...?, no, mejor no se hacía ideas ridículas

La lluvia parecía convertirse en diluvio, por lo que al observar un hotel de 24 horas, uno que conocía muy bien cuando quería alejarse de las peleas de su novio, no dudó en entrar, el hombre le miró dudativo

-Si no te molesta, nos quedaremos aquí en lo que cede la lluvia, desde hace unos minutos se me dificulta ver a través de ella

-Sin problema- le sonrió

Entraron al vestíbulo, una mujer mayor los recibió con una sonrisa, feliz de que después de que ninguna persona se haya detenido en el hotel desde hace dos días, al fin alguien se dignara a estar ahí

-¿Se les ofrece algo?- Jungkook observó que era nueva, pues nunca la había visto ahí, bien, parece que esta vez iba a pagar por la habitación.

-Una habitación, por favor- dijo, cruzó los dedos porque tuviese el dinero suficiente para pagarlo

-Yo lo pago- se ofreció aquel extraño. Le sonrió en agradecimiento y se adentraron al hotel

La habitación no era bonita, pero funcionaba para darse un baño y una buena siesta. En el centro de ella había una casa y a su lado una mesa de noche con una lámpara, frente a ellos se encontraba un buró con una televisión ya vieja, dudó que funcionaba siquiera

-Si no te importa, iré a darme un baño

-Desde luego

Jungkook se tiró en la cama con los brazos extendidos, estaba agotado y muy caliente de ver al castaño.