Salió a unas habitaciones, se iba quitando sus implementos que tenía colocados en su cuerpo.
Todos inspeccionábamos atentos aquella bonita y linda casa, ya estábamos sentados. Nos parecía muy diferente a todo lo que habíamos visto afuera, aquí el aire era limpio, el ambiente era agradable, no como la desesperación que vivimos afuera junto a los monstruos, que por cierto, el chico llamó “Hunter”, un título muy adecuado para ellos.
Oímos en una de las habitaciones una regadera, así supimos que el hombre se estaba bañando.
—¿Te duele?— Le preguntó Emma a Turrot.
—Tu que crees— Respondió el hombre, con cara de un dolor jamás vivido, sudaba por todos sus poros.
Sam, se levantó del sofá y comenzó a ver todo.
—Un oasis en medio de ruinas. ¿Estaba esto en tus sueños?
—No. Puede que sea algo bueno.
Escuchamos que la regadera paró, lo que deducimos que el hombre ya no se bañaba.
—Este hombre tiene que venir de afuera, nadie puede sobrevivir aquí adentro con esos monstruos sueltos— Habló Emma.
—Y eso que solo vieron tres— Escuchamos hablar al muchacho que nos rescató.
Él venía con un pantalón azul, una franela gris, y unos zapatos negros. Era un joven adulto muy hermoso puedo decir, la piel amarilla, cabello rubio liso y largo pero con un moño recogido en la coronilla de su cabeza. Ojos azules, cejas castañas, labios y dientes perfectos, nariz delgada y mediana, cara perfilada, de cuerpo alto y delgado, con musculatura definida. Él continúo hablando:
—El venenoso Slaver; muy contagioso, todo ser vivo que lo toca se convierte en él, es su manera de multiplicarse ya que no tienen sexo. Vieron a los Tenacious, humanoides que viven en cuevas escarbadas por sus fuertes garras, son bastantes agresivos si no lo iluminas con cualquier cosa que imita luz, y por último los Hunter, cazadores inteligentes y feroces, muy agresivos y con una obsesión asquerosa por la sangre, parte de su energía la obtienen del petróleo, un líquido que se encuentra en el interior de la tierra. Son tres de cincuenta especie de carnívoros, uno más feroz que el otro. Podría decirles que las Earthworm-fire, encabezan la lista de carnívoros.
Ya estaba junto a nosotros, entonces saludó:
—Mucho gusto. Me llamo Maxwell Smart, pero pueden decirme Max.
—Mmm… Te, te presento a mis amigos. Sam, Emma y Turrot. Yo soy Robert.
—¿Cómo es posible que pudieron penetrar el escudo? Nadie puede tocarlo sin ser calcinado por él.
—Ehh. ¿Podrías ayudarlo a él primero? Su brazo fue partido en tres partes, si no se trata rápido habrá que cortarlo, soy médico y eso no se ve bien— Habló Sam viendo de cerca la herida de Turrot.
—Oh claro. Disculpen.
El chico se acercó a Turrot, y con cuidado le tomó el brazo entre sus manos, todos veíamos aquello. Entonces, con suavidad comenzó a pasar sus palmas de manos por el brazo de Turrot y continuó hablando:
—Lo que escucharán será un poco desagradable pero tranquilos, a Turrot no le dolerá.
Cómo mágicamente, el brazo de Turrot se estaba uniendo de nuevo; ligamentos, tendones, venas, músculo y hueso, todo se pegaba, podíamos ver el hecho y oír como todo se unía. Después de que el brazo estaba listo, como nuevo, el tatuaje que tenía Turrot en su brazo se veía más colorido. Todos estábamos boquiabierta, sin palabras. Sam dijo a penas:
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Agua Grande. Zona Restringida. (Completa)
FantascienzaEn el año 2115, la humanidad ha alcanzado la cúspide tecnológica, donde la longevidad es el bien más preciado. Sin embargo, la vida de Robert, un joven paraguayo, da un vuelco inesperado cuando es invitado a una expedición a la Zona Restringida, un...