25. Aprender a perdonar

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Narrador omniciente :

La luz del día ya estaba empezando a aparecer, mientras aquellas 4 chicas sufrian lo que parecía ser su último día.

—¡PORFAVOR! — gritó Abigail por su hermana — ¡DEJEN A MI HERMANA!

La gente solo reía por lo que ella decía, les parecía tonto lo que de su boca salía.

— Guarda silencio Berman — le ordenaron sus padres.

Todo estaba listo.

Las 4 chicas de tantos golpes ya no tenían fuerzas.

Sarah intentó safarse pero recibió un corte en la cara, al igual que Hannah.

Tess tenía las rodillas muy lastimadas, sangraban mucho y los moretones de su cuerpo era espantosos.

Constance por otra parte, estaba pensando en como asesinar a todos en su alrededor, ella también estaba lastimanda pero le preocupaba más Tess que ella.

— Una soga en cada uno de sus lindos cuellos — ordenó Alvaro.

Los hombres allí presentes, levantaron a las jóvenes, las colocaron casi juntas, y a cada una la ataron una cuerda al cuello.

— Todo está listo.

Los hombres estaban preparados para tirar de las sogas y que las chicas sean colgadas.

Pero antes Alvaro, se acercó a Tess para reírse de ella una vez más.

— Te lo dije, no hay lugar para ti — la miró con despreció.

— Eres la peor basura existente en este planeta — Tess le escupió.

Esto hizo que él se enojara más.

— Deja que ellas se vayan — Le suplicó.

Alvaro parecía confundido.

— Constance no tiene la culpa de nada — le volvió a repetir — Deja que se vaya. Me quieres a mi, y ya me tienes.

El muchacho lo pensó mucho.

— Dejen que se vayan — Apuntó a las 3 chicas sobrantes.

Tess tenía una mirada de tranquilidad y tristeza.

— ¡NO! — Gritó la pelirroja.

Todos la jalaban fuertemente y con desesperación antes que esta se soltara.

— ¡Dejenme morir con ella! — Gritaba.

Tess solo lloraba en silencio.

— Eres la peor basura existente en este mundo Alvaro. Lo peor — Tess renegaba.

Alvaro sonrió y se acercó para por fin tirar de la cuerda que acabaría con la vida de su entonces hermana.

— ¡BASTA! - Constance no dejaba de gritar.

Tess solo esperaba el momento, mientras miraba a su amada pelirroja y pensaba en su pequeño hermano Lucas.

Alvaro tomó la cuerda y...

— ¡BASTAAAA!!

Todos giraron para ver quién estaba interfiriendo ese momento.

— Si tiras de esa cuerda te juro que te maldeciré a ti y a todo aquel aquí presente — declaró Constance.

La gente empezó a correr con miedo, casi nadie quedaba en ese lugar.

Solo Alvaro, Sarah, Hannah, Tess y Constance.

— Yo soy la bruja — Dijo ella otra vez.

— Solo eres una perra desquiciada — Rió el hombre.

— Pruébame y verás que digo la verdad.

Alvaro volvió a sonreír tomando más fuerte la cuerda.

Al ver eso, la pelirroja entró en pánico, y por instinto se hizo un gran corte desde la muñeca hasta casi mitad del brazo, dejando ver toda su grande escurrir sin control.

Tomo un poco de aquel líquido y lo puse en toda su cara.

— No estoy jugando contigo — Repitió con una mirada de asco.

— Maldita perra loca — Susurró Alvaro.

Este jaló la cuerda y elevó a Tess con gran fuerza.

Constance solo sintió miedo al ver a su amada en esa altura de árbol, le estaba faltando la respiración.

Inmediatamente se tiró encima de Alavaro, con todas sus fuerzas empezó a golpearlo.

El cuerpo de Tess cayó en el suelo con gran golpe, de ella se encargaba Hannah y Sarah.

Constance estaba forsejeando con su "cuñado".

Ambos quería el cuchillo.

La mano de la pelirroja no dejaba de sangrar y de doler.

Constance tomó la poca fuerza que le quedaba y le clavó el cuchillo a Alvaro en el pecho.

— Yo soy la bruja — Sonrió mientras lo decía — Y te maldigo a nunca salir de este plano y sufrir todas las escorías y porquerías de este mundo.

Alvaro golpeaba un poco pero ya no era útil.

— Morirás y te quemarás por toda la eternidad — terminó Constance — Para siempre, y nadie te recordará.

El jovén cayó al suelo muerto.

Constance no procesaba lo que acababa de hacer.

Reaccionó cuando escuchó los llantos de las chicas.

Ellas estaban intetando hacer que Tess reaccione.

— Tess — llamaba Constance desesperada.

Ella la tomó entre sus brazos mientras no dejaba de llorar.

— Reacciona porfavor, tenemos que irnos. Tenemos planes juntas. Ya podemos ser libres y felices.

Sarah y Hannah ya no tenían esperanzas, en realidad ellas ya habían abandonado toda su fé.

— No te vayas porfavor.

Las lágrimas de la jóven inundaron por todo el cuerpo de la chica.

Sin tu amor ya nada tendrá sentido — Recalcó.

Esa escena era muy desgarradora.

Nadie podría imaginar ver a la persona que tanto amas morir entre tus brazos.

Aunque suene algo loco.

El corazón de Tess no había dejado de latir nunca.

Pues solo, la había elevado unos cuantos segundo en la horca, ella aún podía respirar, solo que por el impacto de la caída quedó inconciente unos minutos.

— Aún respira — mencionó Sarah.

Constance la miró, y efectivamente, la muchacha respiraba.

La rubia limpiaba las heridas de Tess para que la sangre no pueda causarle dificultades al respirar.

— Cariño, guarda la calma — Le hablaba Constance — Todo va a estar bien, solo guarda la calma.

Tess volvía a su pulso y respiración normal.

Las chicas sonreían por ver que mo dejaban de ser 4.

— Hola — Sonrió debilmente Tess — Hola hermosa pelirroja.

Constance nunca había perdido ese brillo en sus ojos al ver a su dulce castaña.

Con desesperación Constance se acercó a Tess y la besó.

— Gracias por no dejarme sola — sonrió ella.

Dejaron que Tess descanse unos minutos para poder seguir con su camino.

— Debemos limpiarnos y conseguir ropa nueva.

Tess giró y sin querer vió el cuerpo muerto de su hermano mayor.

— ¿Qué pasó?.

Momento díficil.

¿Como explicas que mataste a tu cuñado?

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⏰ Última actualización: May 23, 2023 ⏰

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Sin Tu Amor - Constance Berman y Tú (Fear Street 1666).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora