Los rayos del sol indicando un nuevo día se reflejaban en el inmenso bosque, cerca de ese lugar había un chico de cabello castaño que se encontraba admirando el paisaje con una sonrisa en el rostro, el viento resoplaba, y a pesar de despeinar su bien logrado peinado el chico disfrutaba totalmente de la experiencia, pensando que ese día era ideal para celebrar en aquel lugar.
Los espíritus del bosque deben estar de bueno humor. - Comentó una de sus amigas, quienes ayudaban a organizar las cosas para la fiesta que se iba a llevar acabo. Roier arqueó una ceja en señal de confusión, ese título lo había escuchado hace ya mucho tiempo, cuando su madre solía leerle historias de pequeño. No lo recordaba exactamente pues esas historias se quedaron como eso; historias, y cuentos infantiles.
De niño solía pasar mucho tiempo escuchando todo tipo de leyendas relacionadas con los híbridos, espíritus del bosque, hadas, duendes... pero conforme fue creciendo prefirió dejarlas en el olvido. Si iba a tomar control de la empresa familiar no podía creer cuentos de niños, ya Luzu se lo había dicho. Para poder guiar la empresa debía ser una persona madura, y Roier sabía que debía hacer caso a su padre.
No quería decepcionar la memoria de su ya fallecido papá. Había hecho una promesa, la promesa de llevar aún más a la cima al negocio familiar de manera honorable. Por eso negó con la cabeza y se concentró en cualquier cosa menos los cuentos infantiles.
Mientras tanto, escondidos y sin dejar rastro de existencia que se notase a simple vista, en un castillo en las profundidades del bosque estaba por celebrarse una importante concierto. Rubius, el 'gobernante', miraba de manera ilusionada el espectáculo desde su trono. Habían estado organizando el evento desde hacía ya bastante tiempo, y estaba emocionado por ver el resultado. Sabía que todo el coro estaría magnifico, pero estaba aún más emocionado por ver a su único y pequeño hijo participar.
Sin saber lo que estaba a punto de ocurrir, dio inicio al concierto, el cual comenzó con una hermosa melodía acompañada de miradas de felicidad por parte de todos los habitantes del reino. Juan, el encargado de los ensayos sudó en frío, tratando de calmar sus nervios.
Rubius no lo sabía, nunca se lo comentó, ¿Para qué? ... Lo cierto era que su hijo jamás fue a las prácticas. Y rogaba por que ese día Spreen se hubiese apiadado de él, aunque sea un poquito, y estuviera en su lugar, preparado, listo para su entrada.
1, 2, 3. Silencio absoluto, la suerte no estaba de su lado, claro, como siempre. El único heredero, a quien todos ansiaban ver cantar... No se molestó en ir. Ya no le sorprendía, pero el gobernante se puso furioso, MUY furioso.
Lejos de aquel lugar, explorando los restos de extraños lugares abandonados se encontraba un pequeño híbrido de oso, de cabellos azabache y ojos morados hipnotizantes, siendo seguido por una pequeña híbrida de gato, quién jadeaba del cansancio. Ese chico era realmente rápido al caminar o correr hacia algo que le interesaba, y Mayichi, a su corta edad no podía seguirle el paso.
La casa abandonada que esta vez explorarían se alzaba imponente, tanto que la chica titubeo unos momentos, sugirió al otro mejor volver al castillo, pero este rodó los ojos mientras reía. La tomó del brazo y se acercó a su objetivo.
— ¿Acaso te está dando miedo? — Preguntó en tono burlón, volteando a verla, ella negó de manera casi instantánea. Pero aún así poniendo mil excusas para tratar de evitar que el chico entrara, aún con eso su plan había fallado, pues este optó por entrar solo.— Bien, entonces cuida que no venga ningún depredador a comerte.
Esta reaccionó segundos después, cuando el chico ya había entrado a la casa, volteó a todos lados de manera desesperada y con ganas de vomitar entró también. Salieron tan rápido como entraron, el azabache que apenas pudo recoger dos cosas de la casa abandonada logró ver a la distancia como un animal salvaje se acercaba, se aferró a la bolsa y tomó a la niña entre sus brazos para correr de la manera más rápida y discreta que pudo lejos de aquel lugar.
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PARTE DE ÉL | spiderbear
FanfictionDonde Spreen es un híbrido encantado con los seres humanos 'normales' y su estilo de vida moderno, e ignorando las órdenes de su padre, queda profundamente enamorado de un chico normal. Por miedo a no ser aceptado como hibrido hace un trato para vol...