WELCOME HOME, AGAIN. [FOOLIGETTA]

2. Se necesitan respuestas

Narrador Omnisciente:

El día del semidiós había sido muy cansino. Estuvo toda la tarde ayudando a Philza y Luzu a recoger frutos y cultivos y de allí se fueron de exploración a una clase de zepelín ubicado en medio del mar. Por supuesto que eso no habría de ser tan complicado de no ser porque a estos dos últimos se les ocurrió la brillante idea de iniciar una clase de pleito con un tritón chetado hasta la punta de la cola. Como buen intermediario y conocedor del mar éste tuvo que mediar en un intento de sembrar paz alegando que sus amigos simplemente eran "tontitos", excusa que no le bastó al ser marino e inició así el combate.

Apenas puso un pie dentro de su gran vivienda en forma de dragón un llamado interrumpió su labor de arreglarse, arrancándole un amplio suspiro de frustración. No llegó a contestar el llamado pero sí logró dar con los mensajes de su remitente quien estaba muy desesperado por su respuesta puesto que le marcó otras tres veces antes.

Cuando leyó el texto sus ojos se entrecerraron con dureza. ¿Es en serio? ¡¿Por qué las primeras noticias que obtenía de Vegetta luego de meses eran de que estaba envuelto en un asunto de esa magnitud?!. A lo mejor Fit estaba borracho junto con Roier, sí, eso tendría más sentido. Desde que han muerto los pequeños cada uno ha actuado a su rollo, ellos por ejemplo eligieron el alcohol como medio de escape y su museo no les ayudó a levantarse y tener una visión igual a la suya, por el contrario solo les sensibilizó más el asunto.

Spreen por su parte se volvió agresivo y asocial, aspecto raro para una persona de naturaleza tan sociable como la suya(y muy posiblemente también se convirtió en un mal bebedor en su solitaria casa aún incompleta como una parte de su incomprendida persona). Jaiden por su parte quedó muy sensible con el tema, tanto fue así que no distingue la línea temporal en la que se encuentra, solo rememora una, otra, y otra vez más la muerte de Bobby sin descanso. Su amiga prácticamente perdió la cabeza y sus gritos y sollozos a veces son escuchados cuando vuelve de aventuras a altas horas de la tarde antes de que Roier le de su medicación.

Del resto no sabe muy bien cómo siguen, Máximus probablemente esté sepultado sobre libros y pergaminos igual que lo estaba su amado la última vez que lo visitó presencialmente.

Ah, su amado Vegetta... Su Dios hecho persona y su eterno enamorado tan sabio y hermoso. Le extrañaba mucho, pero las cosas se mancharon de tintes oscuros desde que su little Leo murió. Ya no habían más "Tumorrou Tumorrou iu will find me jir", ahora el mago solo se limitaba a asentirle cada vez que salía de su torre mientras su atención estaba enfocada en cada libro grandote y extraño que hallaba sacando apuntes de lo que fuese que pudiese serle de utilidad para hacer algo por su niña.

A veces le visitaba de noche y lo encontraba llorando inconsciente mientras dormía sobre los textos esparciendo parte de la tinta con sus lágrimas. El chico simétrico tenía el corazón perfectamente partido por la mitad y lo más terrible es que ni con todo el amor que tuviese para ofrecerle podría levantarlo y sanarlo pues Leonarda se había llevado una parte de su ser con ella. Lo comprendía, él tragaba también su dolor a diario y se convencía de que a su niña no le gustaría verlos de esa forma y que querría que siguiesen adelante juntos, pero dentro de esos momentos en los que su chico se derrumbaba sobre las hojas se volvía más vulnerable que nunca, dejando que las lágrimas salgan silenciosamente a hacerle compañía y fusionar ese dolor en uno mismo.

Podría fingir una superación pero la realidad es que nunca la había, Foolish también lloraba a Leonarda por dentro y nisiquiera un museo bastaba para representar cuánto marcó su vida. Pero algún día el dolor disminuiría, o eso le gustaba pensar para no caer por completo al igual que su amado. Necesitaba mantener la mente fuerte, si se debilitaba seguiría el mismo camino que muchos de los demás héroes.