Capitulo 36

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Viernes 7/10/1964

La campana que marcaba el final de clases en el día resonó en toda la escuela, todos los chicos salieron al pasillo con sus maletines listos para volver a casa, ciertamente los grupos de cada quien tenían su categoría

En una esquina los chicos que eran todo un pródigo en los deportes, atletas completos pero la mayoría con cabeza hueca, no los mal entiendan, no siempre fueron así, pero los humos le aprietan la cabeza a cualquiera y le nublan la vista a casi todos

Por otro lado tenemos a las mentes brillantes, no todos los chicos listos usan anteojos no se confundan, cautelosos ante la multitud, podría jurar que son invisibles para todo el mundo, bueno, excepto para los maestros y para los cabeza de piedra que disfrutan molestarlos

En el centro más allá del pasillo, tenemos a las chicas de familias ricas, y me atrevo a afirmar que la mayoría es así, no muchas chicas de familia humilde estudian hasta la preparatoria, vestidos relucientes en color y perfectamente planchados se les ve portando, ese cabello esponjoso con demasiado producto para el cabello

Había pasado casi una semana de la llegada del famoso Dante Mancini a la escuela, un chico hijo de las familias las prestigiosas de toda Italia, aunque ciertamente no se le había visto en los último dos días

Al final de pasillo permanecía Gabrielle callado como de costumbre mientras dibujaba un par de cosas en su libreta, al momento de que alzo su vista al reloj de la dirección notó que ya era un poco tarde así que se levantó de aquella banca de madera, guardo sus cosas en aquel maletín color café oscuro y avanzo por el pasillo hacia la salida

Justo antes de cruzar aquella gran puerta escucho una voz de un hombre mayor, se dio la vuelta y miro al director de la escuela, aquel bigote blanco resaltaba más con el cielo nublado que oscurecía el lugar

— Gabrielle —me acerqué a él — ¿Eres Gabrielle cierto?

— si señor Baldassare

— hijo donde está Oleg.. siempre lo estás siguiendo pero me percate que esta semana no vino ningún día a la escuela —lo miré — ¿Todo está bien?

— oh.. no lo sé para serle sincero —rasque mi nuca— pero mañana iré a verlo a su casa  así que me asegúrare de que esté bien

— bien, porque la puntualidad es muy importante en esta institución y lo sabes

— si director Baldassare yo le informaré cualquier cosa —mire mi autobús llegar— tengo que irme disculpe si pierdo otro autobús tendré que esperar una hora — reí — con permiso

El chico salió corriendo y el director solo movió su mano en forma de despedida de un lado a otro, cuando Gabrielle subió al autobús todos de le quedaron viendo, él desvío la mirada incómodo ante la situación y se sentó hasta enfrente al lado de un Chico de cabello castaño

Este le miro y se percató bien de su presencia, se levantó con rapidez y se cambió de lugar dejando a Gabrielle un poco confundido pues era algo que no le pasaba hace unos años, aunque bueno, no era la primera vez

Soltó un suspiro y recargó su cabeza en el cristal de la ventana de aquel camión, no puedo describir que era lo que pasaba por la mente de aquel chico porque a decir verdad eran muchas cosas

Observaba las gotas de lluvia resbalar por el cristal de la ventana ya que había comenzado a llover, el trascurso fue muy raro pues todos le miraban de forma un tanto extraña

¿Extraño cómo?

Exactamente no sé, pero era un ambiente bastante hostil y confuso en todo su esplendor

El autobús hizo su parada en el centro de aquel lugar y Gabrielle bajo, emprendió su camino hacia el puente para ir a su casa pero a lo lejos vio a uno de sus compañeros y amigos de escuela

— ¡Mattia! — sonreí y corrí detrás de él — ¿oye por qué no me esperaste hoy? — camine a su lado — siente nos vamos juntos a la escuela

El chico de ojos cafés siguió caminando sin siquiera mirarle Gabrielle siguió insistiendo sin tener respuesta alguna hasta que se freno en seco y le miro con un semblante triste

— ¿hice algo malo? —lo miré — ¿O dije algo que no te gustó? —me acerque a él — ¿Por qué no quieres hablarme?

En ese momento Mattia se detuvo en seco y lo miro de manera fría, lo analizo por unos momentos y luego preguntó

— ¿Qué tipo de amistad tienes con Mancini?





Y solo

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Tú Y Solo TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora