★𝐃𝐀𝐑𝐋𝐄 𝐔𝐍𝐀 𝐎𝐏𝐎𝐑𝐓𝐔𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃★
Los dos se quedaron estáticos, viéndose con completo silencio.Julián no sabía cómo explicárselo y Enzo tenía una cara confundida, pero en cuanto la bebé terminó su lechita, ambos voltearon a ver su angelical carita; tan inocente ante los ojos de cualquiera, hasta incluso para Julián, que siempre creía que los niños eran unos demonios en vida propia.
Juli le sacó el biberón de la boquita de Olivia, esta cuando volvió a abrir sus ojitos mirando a ambos chicos, sonrió al ver a Enzo saludandola con su mano. Al azabache le brillaron los ojos, sonriendo con ternura.
— Juli... — seguía mirando a la bebita con una gran sonrisa.
— ¡Enzo, te juro que yo no-
— No, amor. Es hermosa... — miró a su esposo con amor.
— Se llama Olivia.
— ¿Ya le pusiste un nombre y no me esperaste? — hizo un mini puchero con sus labios, fingiendo estar molesto.
— No, Enzo, ella... A ella la abandonaron acá... En la puerta de casa. — miró con decepción a su marido.
— ¿Cómo que la abandonaron? — miró preocupado a Oli, mientras se sentaba en el sillón, al lado de Julián.
— Sí, alguien tocó el timbre cuando estaba a punto de ir a dormir y la dejó ahí arriba de este canasto. — miró a Enzo por unos segundos, se notaba que quería tener a la nena en sus brazos. — ¿Querés agarrarla?
El morocho no respondió, sólo lo miró con ilusión.
Juli soltó una risita y le entregó la bebé a sus brazos. Cuando Fernández sintió el cálido cuerpito de la beba, no pudo evitar sonreír como un bobo, tanto tiempo soñando tener un momento como este era una gran ilusión.
— Tenía pensado que mañana vayamos al pediatra para que la revise y así poder dejarla en adopción para que otra familia pueda adoptarla. — soltó el castaño, tomando de sorpresa a Enzo, quien estaba tan concentrado en Oli.
— ¿Cómo que la vas a dejar en adopción?
— Y sí, Enzo. No podemos quedarnos con ella, es muy chiquita y no tenemos los materiales suficientes para atenderla correctamente.
— Podemos comprarlos, Juli..
— No, Enzo. No sabemos nada sobre la paternidad, además no podemos quedarnos con ella así de la nada, tenemos que registrarla como nuestra hija y es un embole, de lo contrario va a parecer que la secuestramos.
— Pero Ju... Es muy chiquita, no podemos dejarla sola. — miró a la nena, que estaba jugando con los dedos de Enzo. — Por favor...
Enzo miraba a Julián con tristeza en sus ojos, sabía que debía respetar la decisión de su pareja, pero en serio le daba pena dejar una bebé tan chiquita en un lugar desconocido para ella.
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✰ 𝑷𝒂𝒑𝒂́𝒔 ✰ // Enzo F. x Julián A.
RomanceEnzo era un chico muy feliz con su esposo: Julián Álvarez. Llevaban dos años casados, realmente se amaban mucho. Pero había algo que Enzo quería y anhelaba a que se haga realidad; un bebé, amaba tanto a los niños, siempre deseó ser padre más con Jul...