Siento algo en mi mejilla y escucho un sonido agradable, me despierto y miro hacia un lado Peke J estaba restregándose en mi mejilla y ronroneando como intentando despertarme, sonrío por eso.
Lo agarro dándole algunos mimos mientras miro mi la hora en mi móvil, las 10 de la mañana, me levante aun con el pequeño gato en mis manos y me dispongo a bajar, tenia que hacer el desayuno a los chicos.
Al bajar no podía creer lo que estaba viendo, los chicos estaban haciendo el desayuno y la situación era totalmente un caos.
Mikey estaba atado a una silla que estaba mirando a una esquina en la cocina, Kazutora y Baji tenían toda la cara, pelo y ropa llenas de harina y estaban discutiendo, Mitsuya estaba cocinando algo mientras Chifuyu dejaba trozos de atún por el suelo. Draken no estaba.
Empecé a reírme a carcajadas, Peke J salto de mis brazos para ir a por el atún que Chifuyu estaba dejando, todos se giraron a verme excepto obviamente Mikey.
-¿Por que habéis castigado a Mikey?-dije con una sonrisa burlona.
-Ah eso, llevaba un rato comiendo todo lo que hacia, como no paraba lo decidimos atar y hacer que reflexionara-Mitsuya se giro hacia a mi con una sonrisa.
-¿Y eso?-señale a Chifuyu abrazaba a Peke J casi a punto de llorar mientras este solo quería soltarse para seguir comiendo.
-PENSE QUE ME HABIAN ROBADO A PEKE J.
-Preguntaría que os paso a vosotros dos pero ya me lo imagino, id a ducharos-me acerque a Mikey lo empecé a desatar.
-Si señora-los dos salieron corriendo para ver quien llegaba antes al baño.
-¿Donde esta Draken?-pregunte agarrando a Mikey de la camiseta por detrás al ver que iba a volver a coger comida, este al ver su nuevo intento fallido va a sentarse a la isla.
-Se fue con la excusa de que tenia que comprar algo para no tener nada que ver en todo esto-dijo aun cocinando algo.
-¿Necesitas ayuda Mitsuya?-me acerque a el.
-Tranquila preciosa, puedes ir a sentarte mientras acabo-se gira y me sonríe.
Voy hacia donde estaba Mikey, estaba sentado en la isla de la cocina y me hacia señales con el dedo para que me acercara.
Al acercarme el me abrazo.
-Oye ____ luego tenemos una reunión de la pandilla, no te dejaremos sola, alguien se quedara contigo para hacerte compañía ¿esta bien?
-No hace falta Mikey no estaré sola tengo a Peke J
-Me quedare más tranquilo si alguien se queda contigo-juega con algunos mechones de mi pelo
-Nos gustaría presentarte a todos, cuando estés lista lo haremos-yo asentí y el me miro a la cara para acariciar mi mejilla y depositar un beso corto en mis labios.
-¿Oye Mitsuya falta mucho?-Mikey volvió a comportarse como el niño que es casi siempre.
-Esta listo ya, pero hay que esperar al resto, Draken viene de camino-Mikey inflo sus mejillas indignado, se baja y me arrincona contra la encimera.
-Tendré que comer otra cosa entonces-empieza a besarme apasionadamente mientras metía su mano por debajo de mi camiseta masajeando mis pechos por encima del sostén, yo estaba muy roja.
Entonces Draken aparece seguido de Baji y Kazutora.
-Que pena ya estamos aquí- Baji sonrió arrogante.
Mikey se giro hacia ellos, y luego se alejo de mi para correr hacia la mesa esperando su desayuno, yo aun sentía la cara arder.
Baji se me acerco poniéndose en la misma pose que estaba Mikey minutos antes y me susurro en la oreja.
-Te ves muy linda sonrojada, no sabes las ganas que me dan de hacerte mía cada vez que te veo así-lamio el lóbulo de mi oreja y se alejo de mi con una sonrisa de lado, sentía mi cara aun mas roja.
Baji fue a la mesa a sentarse con el resto, Draken se acercó a mí, me dio una pastilla del día después y un vaso de agua.
-Tomatela, aunque me encantaría ver mini nosotros corriendo por aquí creo que aún no es el momento-me sonrió para luego acariciarme la cabeza.
Yo me tomé las pastillas y fui a sentarme con todos mientras Mitsuya y Draken nos servían la comida.
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Nuestra Reina (Tokyo Revengers x TN +18)
Fanfic____ decide terminar con su matrimonio y acaba en las frías calles de Tokyo sin tener a donde ir y dándolo todo por perdido, hasta que aparecen unos chicos que la convierten en su reina y hacen que piense que quizás la vida no es tan mala. Esta his...