Había una vez... 2 humanos que encontraron su final feliz

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Es oficial.

Llegaré tarde a mi primer día de trabajo. Daré una mala impresión y me van a correr finalizando el día, estoy seguro que eso pasará.

Solo me quedaba una cuadra para llegar a la cafetería en donde solo trabajaría un día...

Mi pecho dolía, el ejercicio no era lo mío, y mi condición física lo estaba dejando claro el día de hoy.
Una vez enfrente de la entrada regule mi respiración y entré, en cuanto abrí la puerta sonó la campanilla anunciando que alguien había entrado.

—Llegas 10 minutos tarde.—Mi jefe me esperaba del otro lado del mostrador mientras señalaba el reloj que estaba colgado en la pared detrás del mostrador.

—Lo-lo siento, es que yo...—¿que podía decirle como excusa? ¿El tren se averió? ¿Mi perro vomitó sobre mi?

Lo del perro suena más creíble y es un problema que puede pasar en tu día a día.

—Es que mi perro vomitó sobre mi, es intolerante a la lactosa y ya... ¿se imaginará?

—Tu excusa es patética, en primer lugar no tienes un perro, tienes un gato, en segundo lugar cuando se es intolerante a la lactosa vas al baño a hacer del 2... ¡Vives a 5 minutos y aun así llegaste tarde!

Me descubrieron, con mayor razón me van a despedir el día de hoy.

—En carro son 5 minutos, caminando es más, depende qué tan rápido o lento camines, yo diría que vivo a 15 minutos.

El señor Bang me miraba enojado.

—¿Perdón?— Traté de sonreír, pero claramente lo que salió fue una sonrisa temblorosa tratando de suprimir las lágrimas.—Necesito el trabajo, no me vayas a correr.

—Es increíble, por esta vez te la dejare pasar y sólo porque tu mamá es mi amiga.—El señor Bang soltó un suspiro y me hizo una seña para que me pusiera a un lado de él detrás del mostrador.— Bien, pasarás al vestidor a dejar tus pertenencias y te pondrás el uniforme, tu compañera no vendrá hoy debido a que tiene algún virus, estarás solo, pero no tendrás problemas ya que según tu curriculum tienes experiencia en cafeterías, ¿vamos bien?

¿Que si vamos bien?

Por Dios, tenía hambre no pude desayunar debido a que me quedé dormido, mis calcetas estaban impar y ... Tenía sueño.

—Si, todo bien.

Eso me pasaba por desvelarme viendo series.

—¡Entonces a trabajar, MinHo!— El señor Bang me dio una fuerte palmada en la espalda y se fue a su oficina.

—Dios, creo que nunca te he pedido nada, pero por favor dame las fuerzas de sobrevivir a este primer día. —Solté un bostezo y me encerré en el vestidor para cambiarme y abrir la cafetería para los clientes.






💠





Había sido un día muy agotador, el señor Bang salió varias veces de su oficina para ayudarme con los pedidos o con la caja registradora.

Ya sólo faltaban 5 minutos para cerrar y podría irme a casa a descansar con mi gato.

Estaba por hacer el corte de la caja registradora cuando se escucha la campanilla anunciando un nuevo cliente.

—Hola, si podría darme un capuchino y...

Esa voz... ¿por qué se me hacía familiar?

Deje de contar el dinero para poder darme la vuelta y ver el rostro de esa voz tan familiar.

De solo escucharla sentía tristeza pero también amor...

Al momento de darme la vuelta y ver el rostro de esa persona, no pude hacer nada más que quedarme sin habla.

Su rostro era extrañamente familiar, pero jamás lo había visto en mi vida...

—Por fin te vuelvo a encontrar, MinHo.

¿Qué?

¿Te conozco?— Pregunté receloso.

—Tal vez...

—¡Jefe! ¡Jefeeeeeeee! —El señor Bang, salió de su oficina asustado.

—¿Te pasó algo malo?— Pregunto llegando frente a mi, y me reviso las manos y rostro buscando alguna herida.

—En realidad, me gustaría saber si podía dejar a MinHo regresar a casa, sólo queda un minuto para que termine su turno.— El desconocido señaló la hora.

—Vete MinHo, arregla tus asuntos y mañana llega temprano.

El seños Bang se volvió a ir a su oficina, dejándome otra vez solo con ese desconocido.

—MinHo, ¿nos vamos?— Pregunto sonriendo.

—Si... Claro.— Fui por mis cosas y salimos del local.

Caminamos hasta un parque que había cerca de mi casa, en ningún momento dijo una palabra y yo no tenía el valor de preguntar.
Llegamos a una banca y tomamos asiento en ella.

—¿Y bien? ¿Me vas a decir de donde nos conocemos?—Estaba nervioso por saber la respuesta.

Pero tenía miedo.

—De toda la vida, cariño.— Dijo mientras acariciaba mi mejilla y se acercaba lentamente hacia mi rostro para besarme.

¿Que me pasa? ¿Por qué no me puedo alejar? Ni siquiera su agarre es fuerte como para inmovilizarme.

Soy yo el que no se quería retirar.

Cuando nuestros labios se tocaron, lo entendí todo... Ha mi mente vinieron recuerdos, sucesos de lo que parece ser nuestra vida pasada, y como por alguna razón terminábamos separados.

Pero siempre nos encontrábamos, no importaba nuestra apariencia física o nuestra especie... Siempre nos encontramos sin importar qué.

Esta vez, Changbin me había encontrado y nadie ni nada nos iba a separar.

De ser así, nos buscaríamos.

Porque nuestro amor era un sempiterno.













💠
Fin

Sempiternal [MinBin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora