Estaba sentado en un pequeño restaurante a las afueran de Gangnam, intentaba tomar lo que su líder le decía de la mejor manera –¿Tae?– volteo a verlo, sentía un malestar en el estómago –No quiero que esto se convierta en un gran problema. Jungkook necesita todo el apoyo que podamos darle.
Resoplo, una sonrisa apareciendo en su rostro.
–¿Y no podía decírmelo él?
La mirada de Namjoon se suavizó un poco, entendía su sentir. Lo que no entendía, era que pasaba entre ellos dos.En el grupo todos eran cercanos, todos. Pero el siempre pensó que ese par tenía algo diferente a todos los demás, la manera en que se querían y trataban, con tanto cariño y cuidado, sin importar lo que hubiera al rededor. Sus peleas no solían duran más de dos días, y aunque en el pasado hubiese intervenido, ambos eran lo suficiente mayores para arreglárselas solos.
–Yo sugerí ser el que te lo diría– su sonrisa se ensanchó al escucharlo.
– Ahh, Namjoon-ah. Aun después de tantos años– se levantó con parsimonia, de su billetera sacó lo suficiente para cubrir la cuenta, lo deposito en la mesa justo en medio de ambos. Namjoon lo miraba expectante.– Sigues cubriendo su mierda. ¿No crees que esta un poco grande para eso?
La paciencia que el mayor tenía estaba agotándose.
Taehyung solía ser uno de los que más problemas le daba pero nunca le había faltado el respeto de esa manera. Le dio una mirada dura, antes de levantarse el también. Rodeó la mesa hasta quedar de frente, con la cabeza en alto, y aun así el menor no dio su brazo torcer, podía ver el enojo decorando cada parte su rostro.
–Mira Tae, no se qué pasa entre ustedes dos, ni pienso entrometerme. Pero te sugiero que recuerdes quien es tu líder y cuides tu lengua. Su mierda es tu mierda también.
El menor lo observó marcharse, y aunque sabía que estaba siendo un completo imbecil, el enojo lo cegó.
Se consideraba alguien tranquilo, eran contadas las veces que alguno del grupo lo sacaba de sus casillas pero esta situación llevaba perturbando su mente varios días.
Al inicio lo único que quería era disculparse con el menor, lo que había pasado aquella mañana no era algo que se debía tomar a la ligera, ni siquiera debían hacer ese tipo de cosas en un lugar como la agencia. Además, era él quien había estado presionando a Jimin.
Era difícil, lo fue desde un inicio, no tenían la oportunidad de estar solos casi nunca y aunque los primeros meses de relación el sexo era algo que quedaba en segundo plano, con el pasar del tiempo se necesitaban cada vez más seguido. Habían pensado incluso en sugerir al resto del grupo que vivieran separados por fin pero era demasiado arriesgado. ¿Tendrían dos casas? Ocultar su relación seria mas difícil. Sabia que el menor no diría nada, no solo por lo bien que lo conocía, Jungkook era el único y fue el primero en saber sobre su sexualizad, se lo había contado años atrás. Si bien entendía que cualquier persona se sentiría incómoda después de presenciar una escena de aquel tipo, no comprendía la distancia del menor.
Porque si, los demás podían pasar por alto su conducta, pero el no.
¿Como podría ignorar que no dormía en su habitación?
También salía extremadamente temprano en la mañana y cuando estaba en casa se enfrascaba en las áreas comunes. ¿Acaso temía quedarse a solas?Salió del restaurante, colocó de nuevo su gorra y un cubre bocas, le apetecía caminar un poco, necesitaba distraerse.
...
Cuando entro a su habitación, la colera lo inundó.
No quedaba ni rastro de Jungkook.
Camino lentamente al interior, su vista fija en la cama contraria.
Trato de pensar que todo tenía una explicación, o tal vez llego muy temprano. ¿De verdad no podía esperar un poco para alejarse de él?
Sintió un nudo en la garganta, se sentó en la cama del menor, había cambiado hasta las sabanas.
Noto con tristeza que su olor no estaba, su vista se nublo un poco, fue entonces que lo noto.
La bola de nieve no estaba, se levantó rápidamente, sus ojos viajaron por la habitación buscándola.
Y se rompio al no verla por ningún lado. Se apresuró a la puerta, no le importó azotarla en su salida ni tampoco chocar con un Hoseok adormilado en el pasillo.Lo encontró en el sofá, jugando con su teléfono, cuando noto su presencia levantó la vista un segundo, volviendo al juego cuando noto de quien se trataba.
–¿Donde esta?– su voz sonó más tosca de lo que pretendía, el menor lo miró confundido. Sintió la cara mojada, debía parecer un loco con aquellas pintas.
–¿Que esta pasan...– las palabras da atascaron en la boca del rubio que ingresaba apenas a la habitación. Taehyung había arrancado el celular de las manos del menor. Y para su sorpresa este no se miraba molesto, estaba asustado.
–Tu me la diste.
Su tono sonaba menos amenazante, el dolor acompañaba cada palabra. Fue entonces cuando Jungkook comprendió.
–Lo siento.
El castaño espero una explicación, dejo que el silencio inundara la habitación un segundo, lo miró casi rogándole, intento leerlo como antes sin éxito alguno.Jimin miraba expectante, no sabía si hacer de mediador o solo dejar el cuarto. Taehyung lo miró. Quiso abrazarlo. El castaño volvió su vista, estiró su mano lentamente hacia el menor, devolviéndole el celular, el otro lo tomó con cuidado, evitando que sus manos se rozaran.
La tensión se sentía en cada rincón del cuarto, no fue hasta que escuchó un portazo que Jimin volvió en si.
Se quedó un segundo inmóvil, no supo si seguir a Taehyung o consolar a Jungkook. Camino lentamente, cruzando la sala, escuchó al menor llorar y aunque quería abrazarlo, solo le dedicó una mirada gélida.
– ¿Crees que esto es necesario?
Jungkook lo miró sorprendido, era la primera vez en días que el mayor lo miraba con algo que no fuera lastima.
– No se cómo manejarlo, hyung.
Hyung. Dio un respingo, jamás lo llamaba de esa manera, se conmovió un poco al ver al menor. Sus cejas estaban arrugadas hacia arriba y podía notar como mordía su mejilla internamente.
Soltó un suspiro antes de caminar hacia él, se sentó lo más alejado que pudo en el sofá, con sus rodillas pegadas al pecho.
–¿Tienes miedo de nosotros?
Jungkook se removió sorprendido, ni siquiera el estaba seguro de la respuesta.
–No me lo dijeron– decidió responder otra cosa, desviando sus propios pensamientos a otro lado.
El rubio se rio un poco, el verdadero carácter del azabache salía a relucir en los momentos menos esperados.
–¿Es esto un berrinche tuyo?
Noto al menor fruncir el ceño, sabia que le molestaba que lo trataran como un niño ingenuo, pero quería castigarlo un poco, no pasaba por alto que muy probablemente había un Taehyung llorando en alguna habitación de la casa.
– No estas siendo justo.
Jimin tragó duramente esas palabras, no podía creer que aún en aquella situación el menor pensara hacerse una victima.
–¿Y tu si?
Jungkook no respondió, tomó su celular nuevamente, cuando Jimin distinguió el sonido de balas y gritos provenir del aparato decido rendirse.
– Vas a destruir todo Jungkook. Entiendo que estes herido, tienes todo el derecho. Lamento que nos encontraras de esa forma.– el menor lo miró por un segundo, noto como mordía su labio, empeñado en continuar jugando– Pero no lamento ocultártelo, ni lamento estar con el.
– Los hubiera apoyado.
–¿Que te impide hacerlo ahora?– noto como el menor fingía jugar con el celular, no había dejado de llorar. Se acercó temeroso, envolvió una mano en el dispositivo suavemente, poniéndolo en el respaldo después. Cuando sus ojos conectaron, un tenue rubor decoró la cara del azabache.
Con una mano tomó su rostro, la otra la envolvió en su manga y dio pequeños toques en las mejillas del contrario, secando lo mejor que podía.
– No lo entiendes, hyung– Jungkook tomó sus manos, retirándolas de su cara– Ustedes no son el problema.
Se quedó confundido al escucharlo. Todos estos días culpo aquella escena al malestar de Jungkook. Nunca considero que algo diferente lo acongojara.
Lo vio levantarse, se sintió culpable de repente.
¿Y si el menor sufría por otra cosa?
Tomó su mano antes de que el menor se fuera, el otro se deshizo del tacto con rudeza.
Sintió algo dentro suyo romperse. ¿Desde cuando rechazaba su toque?
– Jungkook ¿Que es lo..–
– No lo entenderías, yo tampoco lo entiendo. Pero por favor, no me toques.
No pudo decir nada mas, el peli negro avanzó decidido a la entrada del departamento, saliendo poco después.
Se levantó con pesadez, aun tenía que lidiar con Taehyung. Pero no dejaría las cosas con Jungkook asi, lo que sea que ocurriera con su dongsaeng también era problema suyo.•
Escribir era más fácil cuando era una adolescente sin trabajo.
El cansancio me quita la inspiración totalmente.
Gracias por leer.
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ILIVIUM
Fanfic"El amor es por naturaleza globalizador, incluyente más que exclusivo. Se enriquece a medida que crece y que encuentra más seres a los que amar. Tiende hacia la universalidad. Un amor que excluye otros amores, ya no es amor. El amor que excluye al a...