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El sonido y las luces eran demasiado intensos para mí, sentía los jalones en mi muñeca por parte de mi amiga que me incitaba a caminar más rápido, pero gracias a la multitud que nos rodeaba eso era casi imposible

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El sonido y las luces eran demasiado intensos para mí, sentía los jalones en mi muñeca por parte de mi amiga que me incitaba a caminar más rápido, pero gracias a la multitud que nos rodeaba eso era casi imposible.

—Eres una tortuga, camina más rápido.

Un grupo de chicos eran la sensación de esta noche, sobre el gran escenario, uno se veía algo desanimado mientras cantaba, aunque el resto del grupo tenían sonrisas en su cara.

La gente no paraba de bailar, moviéndose al ritmo de la música y una dos o tres veces tropecé con algunos de los que estaban en medio de la pista, disculpándome con ellos rápidamente.

 —Tienes que salir más seguido mujer, pronto cumplirás los veintiuno, deja de ser tan aburrida —lo decía la persona que no se despega de su cama.

—No es que no quiera, simplemente no me gustan este tipo de planes, Kate, entiende.

Mi amiga suspiro y sus ojos se iluminaron al ver a la persona que estaba buscando.

—¡Cariño! —chilló, soltando su agarre en mi mano y corriendo a los brazos de su novio—. Te extrañé demasiado.

—Yo también, hermosa —acarició el cabello de Kate, que en este momento se veía de distintos colores gracias a las luces.

Aunque su color natural era café, se lo tiñe de blanco, lo tiene así desde que cumplió la mayoría de edad y a veces se pinta las puntas del cabello de colores, hasta que se le volvía a caer el tinte, casi cada dos meses.

—Nyx —pareció él reconocerme al levantar la vista.

—Hola Kyle, ¿Qué tal todo?

—De maravilla y ahora aún más que veo a mi novia y mi amiga. ¿Quieren tomar algo? Yo invito.

Las dos aceptamos y nos acercamos a la barra en donde un chico servía todo tipo de cosas, desde bebidas tanto alcohólicas, como sin alcohol, hasta aperitivos.

—Ha pasado tiempo —comenté mientras miraba como Kate se sentaba en las piernas de su novio—. Gracias a Dios la universidad ya acabó, ahora somos... ¿Cómo dijiste Kate?.

—Jóvenes independientes —ella no me prestó mucha atención y siguió mirando a Kyle.

Sí, me sentía como una soltera desplazada.

Aunque pensándolo bien, no había nada de mentira en eso.

—Lo sé —dijo emocionado—, ya extrañaba volver a salir con ustedes. Hay días que somos un desastre juntos.

—Ni que lo digas.

Llevé a mis labios el pequeño vaso que contenía una bebida sin alcohol, no estaba de ánimo para emborracharme.

La parejita contaba sus anécdotas mientras se repartían caricias entre los dos y yo tenía ganas de vomitar por tantas muestras de cariño.

O si, debía admitirlo, yo también quería algo así, alguien no tan sofocante, pero si romántico.

Sombras Del Pasado © (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora