Bestia de ojos de azules

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Cuando Jungkook me arrojaba puertas adentro, por poco y utilizaba mi superioridad sobre él para mandarlo a la mierda

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Cuando Jungkook me arrojaba puertas adentro, por poco y utilizaba mi superioridad sobre él para mandarlo a la mierda.

No sé por qué no lo hice antes.

— ¿Qué sucede? —la voz de Lisa sonaba preocupada a la distancia mientras llegaba a la sala.

A la distancia y con dientes apretados para evitar hacer una escena, veía como mis hombres entraban a la chica que había rescatado. O mejor dicho, que SeokJin había rescatado y puesto a salvo en mi auto.

—Llevenla a la habitación, estaré con ella en un momento —decía la hechicera.

La chica todavía sonreía como si estuviera bajo la droga más fuerte.

Lisa la miraba con ceño fruncido—. ¿Está bajo los efectos de una mordida o-...?

—Bajo el encantamiento de un vampiro —mencionaba Jungkook.

Lisa nos observaba, mientras mi amigo me miraba como si quisiera matarme y yo me quitaba la chaqueta que sentía, me estaba cortando la maldita respiración.

— ¿Atraparon al líder?

—No —respondía yo mismo con un gruñido.

— ¿Qué pasa con ustedes? —preguntaba nuevamente Lisa.

—TaeHyung está delirando —respondía Jungkook.

— ¡Cierra la maldita boca! —ordenaba con un grito que sonaba más fuerte de lo que hubiera deseado realmente—. No estoy delirando

— ¡Él no estaba ahí, Tae! —aseguraba mi amigo.

— ¡Sí lo estaba! ¡Yo lo ví! —mis manos no pedían permiso cuando tomaban el cuello de la chaqueta de Jungkook y lo estampaba a la pared más cercana—. Tendrías que haberme dejado ir por él —susurraba entre dientes.

Lisa se acercaba con cautela, ciertamente no era la primera pelea que pudiera llegar a presenciar entre ambos. Admiraba la paz que tenía, nos miraba como si fuéramos niños con demasiada azúcar en la sangre.

— ¿De que están hablando? Si pueden jodidamente iluminarme y dejar de gritar cuando tenemos una humana recientemente rescatada y un poco dopada —decía con calma.

Jungkook apretaba su mandíbula y suspiraba, tiraba de su cabello hacia atrás—habia crecido bastante en ese tiempo— y me miraba como si quiera estrangularme. No sería la primera vez, me estaba acostumbrando a que me mirara tan mal, pero no me empujaba, mis manos aún seguían aferradas al cuello de su chaqueta.

—TaeHyung aquí, creé-...

—No lo creo, maldita sea —interrumpía entre dientes, mientras lo empujaba y golpeaba contra la pared sin hacerle verdadero daño.

— ¿Entonces por qué diablos no sentí su olor, eh? —me provocaba.

—No lo sé, quizás ya no sirvas. ¡Pero yo lo ví! Él incluso me habló

ASHES #3 K. Sj × K. Th [Finalizando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora