༒Pt 7༒

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Subí a la azotea buscando mi mochila, no la veía por ningún lado pero afortunadamente la encontré, ahí la había puesto Kanato.
Aunque mientras la estaba buscando, alguien más estaba en la azotea, por la voz supe que era Laito quien estaba ahí también, decía algo sobre que extrañaba a alguien, a una persona de la cuál recordaba todo perfectamente, me pareció tierno, pero no iba a quedarme a escuchar, sería de mala educación de mi parte el oír una especie de conversación ajena.
Justo cuando estaba abriendo la puerta, Laito la cerró de golpe, detrás de mí.

-Así que Bitch-chan era la que estaba merodeando por aquí, ¿no es así?

-Laito, no, se está equivocando, yo no merodeaba por aquí, se lo prometo.

-¿Entonces qué hacías por aquí?, ¿escuchabas un poco? Eso es de mala educación, mereces un castigo por eso.

-¡No, se equivoca! Sólo vine por mi mochila que estaba aquí y...un momento, ¿castigo, por qué? -Laito solamente me sonrió y me acorraló contra la puerta de la azotea, colocando su mano en mi cuello.

-Normalmente, nos sentimos muy sedientos en una noche como esta, terriblemente sedientos...vamos, sé amable y dame a beber tu sangre -Parecía que aunque le permitiera eso o no, lo haría-. No sé si es por la luz de la luna, o tenerte de esta manera, pero me siento realmente...

Ni siquiera terminó de decir lo que quería, parecía estar impaciente por morder mi cuello, y así fue, era la primera vez que Laito me había mordido para tomar mi sangre.
No sé de dónde saqué un poco de fuerza para empujarlo, pero lo logré y salí corriendo escaleras abajo hasta llegar a la primera planta de la escuela, donde me di cuenta que el resto de los Sakamakis se habían ido.

-Debo regresar allá, pero ¿Cómo?

Comencé a caminar por la ciudad, intenté tomar un taxi, pero para mi desgracia, no había uno disponible.

-Esto debe de ser una broma, ¿no? -Justo cuando estaba esperando a que algún taxi se detuviera, Laito me tomó de los hombros.

-¿Disfrutaste tu pequeño momento de libertad, Bitch-chan?

-¿Cómo es que sabías dónde estaba?

-No es la gran cosa, yo lo sé todo de ti...un momento, no estarás pensando en huir, ¿verdad, Bitch-chan?

-Yo, bueno... -Me llevó con él, tomándome de la mano.

Mientras caminábamos de regreso, en un gran televisor pasaban noticias acerca de Tougo Sakamaki, un reconocido político y médico, además de ser el rey vampiro.

-Ese sujeto.

-Ese es...

-El famoso político Tougo Sakamaki, nuestro padre..aunque yo no lo llamaría así, para mí no es más que una persona a la que detesto

-Tougo Sakamaki...Karlheinz, ¿Reinhart? -Dije susurrando antes de desmayarme, sentí una punzada en el pecho y todo me daba vueltas, sólo podía fijarme en las imágenes que pasaban en el enorme televisor del edificio frente a nosotros.

Era lo último que recordaba de esa noche después de la escuela, al cabo de un par de horas me desperté en mi cama, algo aturdida aún por desmayarme.
Era raro y curioso a la vez, salí de mi habitación para investigar un poco más, me intrigaba bastante más cosas sobre Karlheinz, Cordelia, Richter, Beatrix y Christa...la familia Sakamaki en sí, estando ahí podría descubrir algo más acerca de ellos.
Me fui a una especie de capilla de la mansión, aunque yo no soy cristiana, católica o algo relacionada a esa religión, pensé en buscar algo interesante ahí, siempre he pensado que las iglesias, capillas y demás siempre esconden algo, no sé por qué, pero siempre me han dado esa impresión.
Buscando ahí vi un pedazo de papel, al menos un cuarto, que tenía escritos los nombres de "Cordelia" y el de mi madre de mi rd "Sara", además de la palabra "corazón" en él, también lo que parecía ser una rosa de tela algo desgastada por el tiempo (quizás), quise buscar más, pero lamentablemente no encontré nada más que esas dos cosas ahí tiradas en un rincón, pero muy pronto tendría información especial de parte de Laito, ya que había aparecido nuevamente ahí mismo, detrás de mi.

RD de Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora