Imagina

0.04

.

Escuchar el "Ya pueden irse." Que marca el final de la clase del profesor Aisawa fue maravilloso.

Tomé la libreta que hice en clase de matemáticas con un apunte único y me fui de ahí, recordaba perfectamente cómo llegar a los dormitorios y aparentemente fui el primero en llegar. Entré en el ascensor y marqué al quinto piso, quería estar en mi habitación.

–No quiero saber nada del mundo, nada de nadie, no ocupo a nadie más que a mí.– Hice una mesa ratona de madera de roble sobre la alfombra y puse la libreta ahí, del bolígrafo hice una pluma y comencé a escribir y dibujar. Tenía una idea genial sobre cómo mejorar la mariposa que había hecho para Becca y sentía que necesitaba escribirla. Tenía alrededor de media hora en eso cuando tocaron la puerta. –¡Adelante!– Dije mientras conseguía mi cautín para empezar a soldar algo de metal.

–Rei, quería saber si podías... ¿Qué estás haciendo?– Shōto y un chico con cabeza de cuervo entraron a la habitación.

–Estoy jugando con soldaditos de plomo...– Un par de soldaditos aparecieron sobre la mesa y les saludaron. –... Voy a intentar un pequeño experimento. ¿Querías saber si podía...?– Los soldaditos comenzaron a pelear entre ellos, sin hacerse un daño real.

–Si podías explicarle a Tokoyami el problema de matemáticas de hoy.– Les señalé el otro lado de la mesa y puse la libreta ahí.

–Adelante, vengan.– Se sentaron ahí y abrí la libreta. Arranqué las hojas donde tenía los planos de la mariposa y los puse a un lado de mi. –Es este, ¿No?– Lo señalé con la pluma, ambos asintieron. –Okey, ¿Qué es lo que entienden?– Tokoyami comenzó a explicarme cómo hacer el problema y yo corregía su explicación mientras soldaba la pieza que iba a necesitar. –Alto.– Lo detuve. –Ahí, ese es tu error. ¿Por qué simplificaste antes de sustituir?– Levanté la mirada de mi asunto y se veía confundido.

–Es que... Oh...– Sonreí. –... Creí que ni siquiera estabas prestando atención.– Se veía avergonzado por eso. Había algo curioso y es que desde que llegó, su sombra se veía más oscura que la de Shōto. Uno de los soldaditos hizo a disparar ahí, pero obviamente su arma no tenía munición, avisó al otro y ambos se quedaron mirando en esa dirección.

–Tokoyami, ¿Puedes mostrarme tu sombra?– La miró por un momento y cuando suspiró, la sombra abrió los ojos.

–Fumi, hay personas que pueden poner atención a más de dos cosas a la vez.– Asentí de acuerdo.

–¿Fumi?–

–Mi nombre es Fumikage, no me presenté, que grosero de mi parte.– La sombra se movió a voluntad para reprenderlo.

–¿Y cuál es tu nombre?– La sombra miró a los lados y luego se señaló a sí mismo. –Si, tú.–

–Dark Shadow, a su servicio, señorita.– Dejé la pieza terminada en la mesa y agaché la cabeza en un saludo informal.

–Rei Riddle, un gusto.– Alcancé otras dos placas de metal, también tenía que unirlas. Mientras Fumikage corregía su error, Dark shadow me miraba fijamente, ladeando la cabeza según los movimientos que hacía con mis manos. –¿Pasa algo? Si es así, puedes decirme.–

–¿Cómo se escribe tu nombre?– Sonreí. Le di la vuelta a una de las hojas que tenía ocupadas y escribí el kanji de mi nombre, después le acerqué la hoja y la pluma.

–Así, ¿Lo ves? ¿Quieres intentarlo?– Tomó la pluma con timidez y comenzó a intentar replicar el kanji. –El kanji es de "Ejemplo".– Ambos hombres me miraron al mismo tiempo.

–Creí que era diferente.– Me reí por lo bajo.

–Si, lo escucho seguido cuando salgo de casa.– Volví a lo mío, notando como después de unos minutos, Fumikage pasó al segundo ejercicio y Shōto terminó su tarea.