V - En los vestuarios

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Flashback:

De repente, sintió dos grandes manos posarse a ambos lados de sus caderas, para acompañar la danza de éstas.

Leo se giró para ver a quien tenía detrás, quién estaba bailando detrás suyo, y porqué se sentía tan bien.

Pero iba demasiado borracho, para que mentir, creo que tomó algunos chupitos de más.

Así que solo pudo identificar a un hombre grande, alto y moreno.

No tenía ni idea de quién era, ni le importaba, así que siguió bailando con él toda la noche, y lo disfrutó mucho.

Fin del flashback.

Espera... ¿Un hombre grande, alto y moreno?

Grande, alto y moreno...

Grande, alto y moreno...

Grande, alto y moreno...

No jodas.

-P-perdona -Leo se levantó apresuradamente del regazo de Cristiano-.

Lo había entendido todo. El hombre de la otra noche era... Cristiano Ronaldo.

Messi se sonrojó al recordar su tacto, su voz, el cálido aliento del portugués sobre su cuello...

Los recuerdos llegaron a su mente de forma abrumadora.

Bailaron toda una noche, muy juntos el uno del otro. Y lo disfrutó mucho...

Sacudió la cabeza. Seguía en shock.

Por suerte, el partido acabó. Con un resultado de 3-4 a favor de su equipo.
Todos sus compañeros celebraban felices, pero él no. Todavía seguía pensando en cierto portugués.

Y si yo... No, no puede ser.
¿Cómo voy a gustarle yo a un hombre como Cristiano?

Los equipos se dirigieron a sus respectivos vestuarios. Los del Al-Nssr, cabizbajos. Los del PSG, contentos.

Todos saltaban, gritaban, y cantaban. Bueno, todos menos Leo.

-Y esto es lo que pasa cuando se burlan del PSG, ¡Sí señor! -Neymar sonreía contento-.

-Les cayeron goles por todos lados, chicos -Warren sonreía también-.

-Sí, gracias a Leo. De no ser por él...

Entonces todos se miraron con complicidad y se giraron hacia el argentino.

-¡Messi, Messi, Messi, Messi! -Sus compañeros coreaban su nombre radiantes defelicidad-.

Su buen humor era contagioso, Leo se levantó y empezó a celebrar también.

Un rato después todos se cambiaron, se despidieron y se fueron. Leo se quedó el último. Todavía estaba acabando de recoger sus cosas.
Cuando terminó se colgó su bolsa en el hombro, y caminó marcha atrás, comprobando por última vez que todo estaba en orden.

De repente chocó con algo. O con alguien, mejor dicho.

-¡Ay! Per... -Se giró sobresaltado, e iba a disculparse, pero se quedó sin habla al levantar la mirada y encontrarse con Cristiano mirándolo fijamente-.

-Cristiano...

El portugués se acercó a él, y a medida que éste avanzaba, el argentino retrocedía.

Hasta que la espalda de Leo chocó contra la pared del vestuario, haciéndolo quedar entre ésta y Cristiano.

El moreno apoyó sus manos en la pared, a ambos lados del menor, resaltando así la diferencia de altura entre ellos.

-¿Q-qué hacés? -Messi casi no podía hablar-.

-Eu te deixo nervoso, Lionel?

El de tez clara mordió su labio inferior con fuerza.

Este gesto provocó que la vista de Cristiano se posara ahí.

Leo tragó saliva. Por supuesto que estaba nervioso, y ahora más.

-No, claro que no..

El moreno soltó una pequeña risa ronca que despertó algo en Lionel, el cual apartó la mirada.

Cristiano levantó el mentón del más bajo con una mano, obligándolo a mirarle de nuevo.

-Vamos, Lionel. Ahora dime que no te mueres por que te bese -Dijo despacio-.

-Podría pero... -Exhaló-. Sería mentira...

Leo no sabía si era su voz ronca, su acento o la forma en la que lo dijo, pero efectivamente, se moría por besarlo.

El moreno sonrió de lado, había conseguido lo que quería.

Pero decidió hacerlo sufrir. Se inclinó sobre él hasta quedar a escasos centímetros de su boca, para luego desviarse hacia su cuello. Mordió el lóbulo de su oreja, arrancándole un suspiro.

-Y dime, Lionel... ¿Qué es exactamente lo que quieres? -Le susurró al oído-.

Al argentino se le escapó otro suspiro.

Cristiano estaba jugando con él, y lo tenía completamente como quería.

-Maldito chamuyero... Quiero que me beses, por Dios -Dijo en apenas un susurro, se le había olvidado hasta como se hablaba-.

El moreno volvió a sonreír. Esta vez no pudo aguantar más, lo hizo.

Estampó sus labios contra los del más bajo, fundiéndolos a ambos en un beso lento y tranquilo, que terminó convirtiéndose en uno lleno de ansia y desesperación.

Leo colocó una mano en la nuca de Cristiano, para acercarlo más a él y profundizar en el beso.

El mayor bajó las manos hasta las caderas del otro, encontró el dobladillo de su camiseta y hizo el ademán de subirla.

Pero unas manos lo frenaron. Las de Messi, concretamente. Pararon de besarse.

-Cristiano, a-aquí no..., alguien puede vernos... -Trató de razonar el argentino, todavía con dificultades para respirar-.

-E? Assim fica mais emocionante...

-Pues que no, no podemos... -Parecía que Leo quería convencerse a él mismo-

-Está bien, está bien -Cristiano levantó las manos en señal de rendición-.
Pero te llamaré, te lo aseguro -Le guiñó un ojo al menor y salió de la habitación-.

Leo se fué también, pero en dirección contraria.

Los dos se fueron de la misma manera, sonriendo como dos tontos y sintiendo mariposas en el estómago.

***

❤️❤️❤️❤️❤️

Admito que me ha gustado mucho
escribir esto jajaja.

Actualizaré pronto.

Viejos amigos - Cristiano Ronaldo x MessiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora