Tarta de crema y Jarabe de miel

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—Ya pasaron 30 minutos?.—La preocupada voz de una mujer resonó en el pasillo.

—La mocosa puede sobrevivir mas de media hora sin comer Lavinia.—Le respondió una voz grave y con un ligero acento.

—No escucho nada, no crees que seria bueno acercarnos? Solamente para asegurarnos de que esta bien!.— La mujer exclamo y antes de que pudiera pasar la esquina del pasillo fue detenida por un fuerte brazo.

—Esta bien! No iré! Pero que sepas que si le sucede algo a nuestra señorita, te señalare a ti!.— Grito Lavinia y el hombre simplemente dio un gruñido de afirmación.

—Sucede algo? Puedo escucharlos desde el piso de abajo.— Visel se acerco, sus pasos crujían en las viejas maderas de la mansión —Visel! No he escuchado la voz de la Señorita! No crees que ya es hora?.— Lavinia pregunto, sus dedos agarraron ligeramente la capa de Visel y comenzó a tirar y soltar.
Visel suspiro pero no hizo ningún movimiento para detenerla —Esperemos un poco mas, por lo menos sabemos que nadie ha peleado.— Una parte de el quería mantenerse optimista pero las posibilidades eran infinitas y por lo visto estaban siendo superados por las menos favorables. —Un poco mas!? Cualquier cosa podría pasar en esos minutos! Y con un hombre tan guapo! Quien sabe que intenciones tenga con nuestra Señorita!!.— Dijo Lavinia ahora jalando con mas fuerza.
—Ahora entiendes por que no quiero que asignen con ella?.— Interrumpió Rael apoyándose en la pared.
—Párese que doy la única que se preocupa por ella!—Le contesto Lavinia tirando una mirada acusatoria a Rael.
—Hagan un esfuerzo por comportarse, tenemos visita o es que acaso quieren que ella se enoje, verdad?.— Dijo Visel su voz en tono frio que ambos conocian muy bien. —Vayan por la comida en la cocina, que solo Lavinia entre y trata de ser lo mas amable posible por favor, no hagas comentarios extraños.— Visel se quito la mano que sostenía su capa y suspiro.

—Se que no les gusta su presencia pero recuerden lo importante que esto es para ella—.

La idea no era mala, la Isla Edevane claramente podía independizarse, tenia los recursos y siendo una de las familias que fueron bendecidas, la suerte estaba a su favor, Su territorio también era rico en materia prima siendo de que ahí mismo provenían gemas altamente raras, cada cargamento que venia de la isla no decepcionaba.
—Me hubiera gustado discutir esto con su majestad, pero ya veo que no tenemos la importancia que esperaba.—Dijiste disgustada mientras soltabas un suspiro exagerado, y Marker incomodo ahora en su asiento, no pudo evitar darte la razón.

—Disculpe Señorita Edevane, esto… es algo inesperado, estoy seguro que el Rey tiene la confianza de llegar a un acuerdo mas… razonable.— No había un acuerdo razonable,Arzabela necesitaba la materia y prision de la Isla y ellos necesitaban la proteccion pero la mujer enfrente de el se veia totalmente decidida, había una gran convicción en tus ojos y a el le parecía impresionante.

—Tome el tiempo que necesite Duque para hablarlo con el rey, por que… realmente deseo depositar mi confianza en usted.— Sabias que tus palabras estaban endulzadas y realmente no pensabas que el Duque fuera diferente de los demás nobles, hambrientos por atención y dispuestos a sacrificar todo por reputación.

Toc toc

Un golpe en la puerta logro disipar la tensión en la sala e instintivamente quisiste levantarte “no, las nobleza no se levanta a abrir la puerta”  pensaste y seriamente consideraste darte una bofetada en este momento, pero afortunadamente solo te resignaste a acomodarte de nuevo en tu asiento, miraste hacia la ventana queriendo evitar la posibilidad de que el Duque se diera cuenta de tu descuido.

Las Joyas De La Princesa | La Serpiente y sus CadenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora