MANOS QUE HABLAN.

El diario oficial de la federación en la ley general para la inclusión de las personas con discapacidad, artículo 2, sección XVII. Declara que la lengua de señas Mexicana es la lengua de una comunidad de sordos que consiste en una serie de signos articulados con las manos, mirada intencional, movimiento corporal, dotados de una función lingüística que forma parte de dicha comunidad y es tan rica y completa en gramática y vocabulario como cualquier otra lengua oral.

Introduciendo al tema con lo anterior expuesto, tomando en cuenta la mención de las personas con discapacidad, a simple vista podemos notar que hablamos de una manera inadecuada para referirnos a este grupo de personas, que son igual, tanto tú, como yo, y cada persona con discapacidad tenemos el mismo valor.

Diariamente utilizamos palabra no correctas como "discapacitados", "personas especiales", "capacidades diferentes", cuando son términos no adecuados y solo demuestran nuestra falta de educación y ética. De la misma forma utilizan con las personas sordas.

"sorditos, mudos, muditos, sordomudos" son términos utilizados frecuentemente por la sociedad hacia esta comunidad.

"La cultura de las personas sordas es importante porque representa un fuerte mecanismo de apoyo dentro de una sociedad oyente, que a menudo no está en sintonía con los mejores intereses de las personas sordas"

¿cuál sería entonces la importancia de el aprendizaje de la lengua de señas?

Fomentaría el aprendizaje, la enseñanza, el trabajo y la participación en la vida pública y privada. El uso de la lengua de señas es también un derecho cultural de las personas sordas y constituye un factor esencial para preservar y promover su sentido de identidad y de comunidad, por lo que sería de beneficio tanto para la comunidad sorda, como oyente.

La importancia de los intérpretes es de suma importancia, ya que funciona como un puente entre dos mundos, un mundo lleno de ruido, y un mundo silencioso que sin embargo, es muy visogestual.

Necesitamos médicos, maestros, intérpretes, abogados, que faciliten la conexión de ambos mundos, pues nuestras manos, pueden ser una voz en el silencio, pueden ser manos que hablan.