§ Gracias §

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Narras tú.

° Plantada °

- Señorita, ¿comerá algo?, de lo contrario le pediré que se vaya - habló la camarera con una sonrisa nerviosa.

Me levanté de mi asiento, metí mi mano a mi bolsa sacando unos cuantos billetes, se los dejé en la mesa a la chica viendo su rostro sorprendido.

- No te preocupes, muchas gracias por tu paciencia.

Camine hacia la salida suspirando enojada, tenía que calmarme o terminaría por matar a quien sea que se interpusiera en mi camino.

Había esperado más de dos horas a la llegada de Keisuke, quedamos en hablar por lo que había pasado y que es lo que pasaría con nuestra relación.

Pero me falló, no llegó y me dejó plantada como una estúpida.

Que ingenua fui al pensar que llegaría para verme tan siquiera una vez.

Camine por media hora tratando de despejar mi mente, visualize un parque, los columpios estaban debajo de los árboles.

Tomé asiento en uno alejado de los infantes, suspiré aliviada por el malestar en mis pies.

- No es mi día - hablé conmigo misma tratando de no soltar lágrimas.

- ¡Hola!, ¡soy Chihiro! - una niña de rulos rojizos y ojos verdes me dió una sonrisa mostrando un diente faltante enmedio de ellos.

- ¿Tu mamá? - mire hacia todos lados tratando de dar con el paradero de la mujer - no veo ninguna que se parezca a ti.

Un sollozo me hizo bajar la cabeza viendo a la niñita con sus ojos brillosos, se tumbó en mis piernas abrazando mi cuello.

- ¡O-oye! - tartamudeo con sorpresa al ver su acción.

- ¡Mamá está muerta y papá toma mucho! - sollozo apretando su agarre en mi cuello - ¡estoy solita!.

La abracé fuertemente, la entendía, parecía como si fuera mi propia hermana.

- ¡Maldita mocosa ven para acá! - un señor venía hacia nosotras tambaleándose - ¡Tú quien carajos eres!?.

Se acercó amenazante hacia mi persona, me empujó levemente por el hombro a causa de sus efectos bajo el alcohol.

- No me toques -. Tomé su mano doblando un poco sus dedos haciendo que soltará un jadeo. - Sea o no su padre, no tiene derecho a decirle de esa forma.

Este me miró con los ojos abiertos, tomó del brazo a la niña y se marchó por dónde había venido.

- Viejo estúpido -. Solté un suspiro por lo bajo viendo hacia donde se habían ido, - que pena por la niña.

Metí una paleta a mi boca y me retiré hacia mi departamento, dónde una vez dentro me arrojé al sillón y encendí el televisor.

Hacia un tremendo calor fuera, por lo que me tuve que dar un baño, al salir hice la cena.

- ¡Que rico! -, pronuncie con una sonrisa viendo la comida pero en ese mismo instante el timbre sonó.

Efímero {Baji Keisuke X Tú}. Completa✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora