18. La Zarra

56 5 0
                                    

Julian, ¿has visto mi teléfono? —le pregunté buscándolo por todas partes.
—Seguro que lo has dejado en el camerino. Ahora vamos a buscarlo. Por cierto querida. He recibido una llamada de Kamila.
—¿De Kamila? ¿La manager de Nat?
—La misma. Han filtrado unas fotos vuestras.
—¿Unas fotos nuestras?
—Ajá, os dabais un beso, yo no las tengo pero sí pude verlas. Por suerte Kamila pudo pararlas antes de que salieran a la luz, pero tendremos que llevar a cabo un protocolo.
—¿Qué tipo de protocolo?
—Nos iremos antes de la gala, además Kamila quiere que no os contactéis en una semana. Por si a caso pudiera filtrarse alguna conversación, la mira estará puesta en vosotras. Cuando pase la primera semana post festival y los medios no hayan conseguido nada, pensarán que simplemente no hay nada que buscar y podréis retomar vuestra vida normal.
—¿Me estás diciendo que ni si quiera la felicite?
—Tranquila lo haré yo por ti, le mandaré un mensaje a Kamila, además Natalie está al tanto, descuida.
—¿Y lo aprueba?
—Absolutamente. Además tú en unas horas debes volar a Francia.
—¿Qué?
—Sí querida, te he conseguido una entrevista mañana y es importante. A si que nos iremos un poco antes de que acabe el concurso.
—Pero...
—Natalie no se molestará, gane o no, está de acuerdo. Tranquila, sabe que es lo mejor pra ambas. Esta semana post programa es indispensable para elevar vuestras carreras. A si que céntrate y luego tendréis tiempo de volver a veros y a hablar. Así es la vida del artista.
—Nunca he vendido mi imagen, lo que haga con mi vida privada no le importa ni interesa a nadie y no entiendo por qué tengo que alejarme si se supone que después del programa podríamos hacer lo que quisiéramos —dije sin entender a dónde quería ir a parar. —No pienso irme a Francia sin decirle nada.
—Fatima, Kamila lo sabe. Y Natalie también.
—No me llames así —dije tajante.
—Como sea, ellas están al tanto. Además fue idea de Kamila, cree que si Natalie gana le vendrá bien impulsar su imagen.
—¿Y Natalie está de acuerdo?
—Claro que lo está. Porque sabe que es lo mejor para las dos y para vuestras carreras.
—Joder... —dije rodando los ojos.
—Ups, hora de irnos.
—¿Ya?
—Sí, vamos —me dijo.

Miré a Natalie desde la distancia y me marché del lugar. Busqué mi teléfono hasta que vi que lo tenía en el camerino.
—Querida hemos tenido que cambiar tu número.
—¿Qué? —pregunté girándome.
—Tranqui, es que se filtró. La gente está como loca con vosotros y ya sabes cómo son estas cosas, me he asegurado personalmente de que tu número lo tengan Kamila, Natalie y tus amigos, a si que descuida, ya me he ocupado de todo.
—Gracias... —dije algo confusa.
—Es hora de irnos —tiró de mí y salimos del lugar tras recoger las cosas.

Cogí mis maletas en el hotel y nos dirigimos hasta el aeropuerto.
—No tengo el número de Natalie —dije revisando los contactos que Julian había guardado en ese nuevo número.
—No me lo sé de memoria pero ella sí tiene el tuyo y tras esta semana te escribirá.
—Eso espero —dije revisando unos emails de trabajo.

Subí al avión con un sentimiento de malestar y un mal presentimiento. Al llegar a pares me dirigí a mi casa y me tiré en la cama. Ella había ganado, sabía que lo haría, y no evité el emocionarme al enterarme. Quería llamarla para felicitarla, aparecer en su casa, pero si Kamila y ella habían decidido que esperáramos debía ser por alguna razón de peso.

Pasaron varios días, en dos podría retomar el contacto con Nat, y estaba concentrada en escribir alguna nueva letra cuando Julian entró alborotado.

—¿Qué te pasa? —pregunté.
—Esto no te va gustar... —me dijo.
—Ilumíname —dije alzando una ceja. —¿Qué has hecho?
—Yo nada, pero mira —dijo mostrándome un titular.

"La ganadora de Eurovisión, representante de Reino Unido, ENAMORADA"

Decía el titular, el cual le quedé pálida el leer, pero mi palidez se extendió cuando vi las fotos que lo completaban, mostrándola a ella de la mano con un hombre que tendría un par de años más que ella y en la otra mostrándola besando a dicho hombre.
—¿Qué? —dije sin entender nada.
—Por eso quería evitar el contacto... —dijo él.
—Tengo que llamarla.
—Claro, lo que necesites —me dijo.

Llamé varias veces pero nadie contestó. Intenté desde el teléfono de Julian pero tampoco funcionó.
Maldije y me senté a releer una y otra vez el titular.

Tras aproximadamente una hora, Julian volvió entrar.

—He hablado con Kamila —me dijo.
—¿Que te ha dicho?
—Que no hablará contigo. Que no quiere hacerlo.
—¿Qué?
—Le he dicho que al menos podría dar la cara y me ha pedido que por favor no te permita que la llames. No quiere que puedas incomodar su relación.
—¿Relación?
—Al parecer llevan más de un año juntos.
—¡¿Disculpa?! Eso es imposible. Prácticamente vivimos juntas.
—Por lo poco que Kamila me ha contado, él ha estado de viaje por negocios estos últimos meses...
—Esto no puede ser real...
—Entiendo que es duro y que necesitas procesarlo...
—¿Tendría por eso ropa de hombre en su casa? —me pregunté a mí misma sentándome para tratar de procesar la información que estaba siendo enviada a mi cerebro.
—Tómate unos días de descanso. Aplazaré entrevistas y demás. Lo más importante es tu salud. Vete a Canadá a estar con tu familia, te vendrá bien.
—Sí... Tal vez lo haga... —dije aún sin poder creer todo lo que acababa de pasar.
—Te regalaré el pasaje, así cuando vuelvas lo harás renovada. Y no te preocupes. Me ocuparé de todo ¿vale? Lo más importante es que estés bien.
—Gracias...
—Tranquila. Dolerá como nunca, pero pasará. Ya lo verás... Eres fuerte. Escribirás canciones sobre ello y cuando te vea en la cima harás que se arrepienta por haberte dañado de este modo tan cruel en que lo ha hecho —me dijo.

Y lo hice, me fuí a Canadá con una maleta para pasar un mes en una mano y los pedazos que quedaban de mi corazón en otra.

FLOWERS IN THE BACKSTAGE (La Zarra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora