Estoy Aquí.

767 108 26
                                    

- Conoces las reglas.

Geto hace un movimiento horizontal con la barra hacia las piernas de Gojo. Éste salta esquivandola.

- Dale una oportunidad. Está pasando por algunos malos momentos. Una disciplina le hará bien.

Satoru devuelve el golpe con su barra girandola por encima de Geto con un movimiento vertical.

- Es un entrenamiento privado. Ya te lo dije.

Dando una voltereta con un movimiento oblicuo, Geto se impulsa hacia adelante con la barra hacia el cuello de Gojo. Él lo esquiva fácilmente inclinando su cabeza para un costado.

- ¡Pero él no es un extraño! Es mi amigo.- dice trabando el arma de entrenamiento de Geto con la suya formando una cruz perfecta.

Al oír eso último, Suguru gruñe fuerte y empuja a Gojo con todas sus fuerzas y logra derribarlo. Seguido de dar otro giro sobre su eje y clavando la barra justo al lado de su pecho, esquivandolo a propósito pero marcando su victoria.

Gojo lo mira estupefacto. Era la primera vez que reaccionaba de ese modo.

El pelinegro lo mira a los ojos, aún con una mueca de enojo.
Suspira, se para derecho y relaja la barra.

- Si quieres entrenarlo, hazlo. - dice dándose la vuelta y poniendo la barra en su lugar.

- ¿De verdad? Gracias! Prometo que no hará ningún destroz...

- Dije que puedes entrenarlo. Pero no quiero que entre a mi dojo.- lo interrumpe.

- ¿Qué te ocurre? - pregunta confundido, notando su mal carácter.

- Gojo, ¿Por qué te interesa tanto ese niño? Se supone que eras mi compañero. Prometimos que daríamos todo para convertirnos en los mejores maestros de pelea. Pero ya casi ni te apareces por aquí, sales corriendo de la escuela y ya ni siquiera estás esforzándote en nuestros entrenamientos. ¡Este niño está distrayendote de lo que de verdad importa!

- No es así...

- Claro que lo es. Acéptalo! ¡Tu nunca te comportas de este modo!
Él es una distracción para ti!

- Claro que no! Dazai es..

- Debes alejarte de ese niño, Gojo...- lo interrumpe nuevamente con seriedad en su mirada- ...De lo contrario ya no serás bienvenido aqui tampoco.

Luego de decir eso, Suguru se dirige a la salida del dojo, sin darle lugar a réplica a su compañero.
Pero el albino no podía quedarse con la boca cerrada. Así que le grita desde lejos

- Vamos Geto! No puedes enojarte así conmigo! ¡Ya hasta hablas igual que tu padre!

Al oír eso, el pelinegro se dirige hacia él a paso firme con una furia inminente marcada es su rostro. Había tocado un punto débil, y se sintió totalmente humillado; asi que lo toma del cuello de su bata y lo mira fijamente a los ojos.

- Vuelve a mencionar a mi padre, y lo próximo que verás será el infierno.- termina de decir eso y lo suelta bruscamente para luego retirarse, dando un portazo al salir.

El albino se quedó de rodillas y sólo en el medio del dojo, aún pensando en las palabras de su compañero.
No sabía cómo reaccionar, y sintió una presión extraña en su pecho, que inmediatamente comenzó a agitarse.

Miró sus manos temblorosas y el suelo comenzó a oscurecerse lentamente.

Estaba muy asustado. No sabía que hacer, así que sólo se largó a correr hacia su casa lo más rápido que pudo, sintiendo que todo se iba oscureciendo detrás de él.

De repente una luz vino a su mente y sacó el handie.

- ¡¡¡Dazai!!! ¿¿¿Dazai estás ahí??? Cambio!

Dazai estaba en la cabaña leyendo un libro de artes marciales, cuando escuchó el grito desesperado de su amigo. Se oía muy asustado así que inmediatamente tiró el libro y respondió la llamada.

- ¡Aqui estoy! Cambio.

El castaño ni lo piensa y sale en busca de su amigo.

- Dazai... está pasando de nuevo. ¡No sé que hacer! Cambio.

- Tranquilo, deja de correr y respira como te enseñé. Cambio.

- Es que la oscuridad está detrás de mi. ¡Va a alcanzarme y no sé cómo salir sin tu ayuda! Cambio.

- Hey! Escúchame! Detente ahora! Cambio.

- Pero...

- Confias en mi?

Gojo baja la velocidad de su andar hasta finalmente detenerse, pero sin que la oscuridad deje de perseguirlo.

-...Confío en ti... cambio.

- Cierra los ojos...

Gojo cierra lentamente sus humedecidos ojos celestes. Pero aún estaba asustado.

- Res-pira... -
Le dice serenamente, tratando de calmar a su amigo.

El mayor comienza a respirar de la forma que Dazai le había indicado.
Inhalando en 5; exhalando en 7, dejando que el cerebro se llene de oxígeno.

Poco a poco, ambiente oscuro cercano a él empieza a relentizarse. Pero no por mucho tiempo, y eso Dazai lo sabía muy bien. Una vez que perdiera la calma, la materia oscura se expandiría nuevamente.

Pero justo cuando su calma empieza a decaer, y la oscuridad está a punto de rodear a Gojo por completo, siente que alguien lo toma del hombro, y el espacio comienza a despejarse.

Gojo se gira y ve a Dazai.

El primero tenía los ojos llenos de lágrimas, se había asustado cómo nunca antes.

El menor estaba completamente agitado, pues también temió no llegar a tiempo para ayudar a su amigo.

Satoru lo mira fijamente por unos segundos y después se abalanza hacia él, rodeándolo en un fuerte abrazo.

El pequeño abrió los ojos sorprendido. No recordaba lo que era el cariño físico desde la partida de su madre.
Se sintió cálidamente extraño. Pero al cabo de unos segundos de que el albino no lo soltara, empezó a acostumbrarse a la sensación y, lentamente, rodea al mayor con sus brazos también, hasta quedar fundidos en un cálido abrazo.

- Pensé que no lo lograría... - dice entre lágrimas y jadeos.

Dazai suspira con alivio.

- Hey, tranquilo. Estoy aquí.

Continuará...






Mi Mejor Amigo [GojoxDazai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora