De cómo TREASURE se le declaró a KIM TEUME

PARK JEONGWOO

-POV 3ra PERSONA-

Aquel día había algo diferente en el ambiente. Estaba sentado en la banca de siempre, con su mejor amiga, Kim Teume sentada a su derecha, pero Park Jeongwoo lo sentía. Lo sabía. Había algo extraño. Algo había cambiado. Kim Teume se veía igual que todos los días: el mismo uniforme, el mismo peinado, el mismo maquillaje, el mismo perfume. Pero en esta ocasión, había algo en ella que provocaba aquella palabra ocupase la parte central de su cerebro, y se negase a moverse de allí.

Bonita. Kim Teume aquella mañana se veía particularmente bonita.

-¿Estás bien? Tienes cara de bobo –dijo Kim Teume, a lo que Park Jeongwoo se apuró a darle un codazo, y decirle que se concentrara en sus propios asuntos.

Teume se rio, pero hizo tal como Jeongwoo dijo, y con ello, ahora estaba ocupada conversando con la compañera que se encontraba sentada delante de ella. Eso hasta que llegó el profesor, y ahora era tiempo de prestar atención a las clases.

A media lección de matemáticas, Teume le pasó a Jeongwoo una nota por encima del escritorio que compartían. Él la ignoró, pero ella insistió. Asegurándose de que el profesor no los estaba viendo, Jeongwoo se apuró a desdoblar el papel, y leerlo a toda velocidad.

"¿Almorzamos juntos?"

Jeongwoo garabateó un gran "NO", el cual Teume pudo leer con facilidad, y con ello, el papel terminó olvidado en el bolsillo de su pantalón. Ni loco. La última vez que Teume y él almorzaron juntos, estuvo treinta minutos atrapado en una conversación con tres chiquillas más, que no dejaban de discutir sobre quién era el chico más guapo de la clase. Y ninguna lo había mencionado a él, ni por error.

La amistad entre Teume y Jeongwoo funcionaba cuando estaban solos. Cuando caminaban de regreso a casa, cuando se visitaban en casa del otro y se pasaban horas en la habitación de alguno de ellos, viendo Netflix juntos, o perdiendo el tiempo en YouTube; cuando salían los fines de semana a caminar, divertirse y distraerse de la monotonía de la vida escolar. Pero en el colegio, Jeongwoo se juntaba con los chicos, y Teume con las chicas. Y no importaba cuánto quisiera a su mejor amiga (pese a molestarse el uno al otro en la menor oportunidad), nada iba a cambiar aquello.

Así que Jeongwoo pasó la media hora del almuerzo con los chicos, hablando de deportes y de videojuegos. Teume seguramente habló con sus amigas de maquillaje y doramas, lo cual para ser honestos no le preocupaba en absoluto. Mientras no hablasen de los chicos guapos de la clase (y no lo incluyesen), no tenía problema alguno. Sin embargo, cuando sonó la campana que indicaba el regreso a las aulas, y vio a Teume acompañada de aquel imbécil, no pudo evitar sentir como la sangre le hervía a punto de ebullición.

Aquel tipo era a quien Teume y sus amigas habían calificado como el más guapo, no solo de la clase, sino de todo el curso. ¿Qué tenía ese idiota que no tuviese Park Jeongwoo? Sería alto y delgado, pero Jeongwoo también lo era. Y él estaba en el equipo de baloncesto, por lo cual Jeongwoo tenía como punto adicional el ser atlético y estar considerablemente marcado. ¿O acaso es porque el tipo aquel usaba lentes y por lo tanto era un intento de intelectual? Bueno, no es como si Jeongwoo fuese solo músculo. Era el segundo más inteligente de todo el curso, y no solo era respetuoso con los mayores, sino que en general, era todo un caballero.

Fue por ello que no pudo evitar sentirse incómodo al ver como Teume y el idiota aquel se sonreían. Lo que sea que ella, o peor aún, él, estuviese planeado, más valía no se ocurriese nunca.

-Ya sonó el timbre –dijo Jeongwoo, visiblemente disgustado, al tiempo que se interponía entre ambos, y tomando a Teume del brazo, la hacía entrar al aula. Básicamente la dirigió hasta su mesa, donde la hizo sentarse, y finalmente, se sentó a su lado.