Había releído la carta de Tom unas 7 veces, una por cada año de espera y angustia, sabía que estaba relativamente "bien" por no decir simplemente vivo, ninguno de los encadenados se dignaba a contarme un poco más, algún detalle que si estaba con alguna chica, si le habían visto sonreír si ¿Por fin había conseguido un empleo? ¿O terminar la universidad? solo sabía que estaba simplemente bien.
Por eso, ese trozo de papel en mis manos lo había significado todo, al fin leer entre líneas que me había extrañado tanto como yo a él, que por fin admitía que estaba ansioso por verme de nuevo, había en mi pecho una sensación reconfortante y cálida, al fin me sentía completo, sonreí sosteniendo entre mis dedos aquella preciada hoja blanca.
Derek salió del baño con una toalla enrollada a la cintura y secándose el cabello con otra, me miro indiferente mientras yo hacía un rápido movimiento para meter la carta entre las carpetas del caso Wolter.
─ Al menos podrías dejar de releer esa maldita carta─ dijo señalando donde la había escondido y rodé los ojos─ deberías si quiera tener un poco de consideración, todas estas estupideces te han vuelto un descarado, pierdes la cabeza por tu maldito hermano.
─ ¡No tienes derecho a juzgarme! tú sabías las reglas del juego
─ ¿ahora es un juego? ¡Vaya!
Llego hasta mi escritorio que lucía desordenado como siempre, con enormes montones de papeles y algún libro, mis gafas, una lámpara y mi ordenador, (llevaba meses en el caso Wolter, un policía era acusado de homicidio por defender a la niña Judith Wolter de su padre Andrus Wolter, el policía golpeo al padre después de haberlo encontrado violando a su hija, lo había matado, era difícil y me había apasionado del caso por las circunstancias y el recuerdo de Tom) ¿Que estaba bien y que estaba mal? yo no lo sabía, ahora simplemente me guiaba por mi instinto.
Derek me tomo del brazo y me obligo a girar la vista alrededor de nuestra hermosa casa.
─ Mira Bill, Lo que hemos construido en siete años, Somos felices, al menos yo lo soy, no dejes todo por él, tú sabes que esa es una relación idealizada, tormentosa y enfermiza, lo nuestro es real, él terminara por matarte.
─ será mejor que te vayas Derek
─ Bill por favor, ven vamos a la cama, solucionemos esto.
─ No Derek, prefiero morir así, que él me mate de una vez, lo prefiero a seguir viviendo en agonía a tu lado, es que yo no te amo— baje la voz— no como a él, si tú no quieres irte es mejor que yo me vaya…
Se quedó inmóvil mirándome guardar apresuradamente algunas carpetas y haciendo a prisa una maleta con solo la ropa necesaria para un día, iba a pasar la noche en un hotel.
Lo mire cerrar los ojos e intente pasar de él, me tomo del brazo, iba a suplicar pero yo no lo merecía, sentí pena y ganas de llorar una espina enorme atravesaba mi garganta mientras intentaba meter a presión en la pequeña maleta algunas cosas que tenía en mis manos.
─ Por favor…─ me sentí tan miserable cuando pude ver la tristeza en sus ojos
─ No lo hagas Derek, no supliques yo no lo merezco, lamento esto, lamento tanto que no lo comprendas, pero esto soy yo, es quien soy, él es mi alma, es lo que espere tanto tiempo.
─ Pues…tienes un alma muy negra muñeco...─ dijo eso con re tono él jamás me llamaba así y sabia cuanto dolía esa palabra, él sabía lo que significaba para mí y me sentí herido .
Me solté de su agarre para salir de allí Solo quería respirar...
Estaba furioso con Derek y conmigo mismo, me senté en el porche con las llaves de mi auto en mano, regresaría después por mis cosas, lo importante era salir de allí.
