nuevos hábitos/ horrorfarm

12. Deja vu

Los mefíticos (Mephitidae) más conocidas como mofetas. son mamíferos pequeños, residentes de farmtale. una zona alejada de la civilización humana.

Suelen construir sus madrigueras cerca de asentamientos donde pueden conseguir su principal fuente de alimento.

Son capaces de comer casi cualquier tipo de animal pequeño y se cree que las gallinas son su presa favorita.

Pero no todo es fácil en la vida de una mofeta. La gallina no es una presa que oponga gran resistencia pero son difíciles de cazar.

Estas habitan en el territorio de su principal depredador el "(mons Anthropophagi)"o más conocido como Horror.

El principal depredador de la zona.
Es una especie en peligro de extinción pero igual de nefasto y resistente que estos pequeños mamíferos.

Detrás del gallinero se pueden escuchar la pequeñas garras de la mofeta raspando y desquebrajando la madera del gallinero, no le toma mucho tiempo abrirse camino
localizando a una gallina dormida en su nido, la mofeta la asecha en silencio, lentamente se aserca.

se prepara y salta.

Antes de que sus garras toquen su presa siente dos grandes caninos perforar su garganta. La gallina salta asustada por el sonido de la lucha del animal que intenta librarse del agarre de horror hasta que las fauces ejercen más presión y su cuello se rompe con un crujido.

Una vez muerta horror afloja su mandíbula tomando al animal inerte entre sus garras y mira hacia arriba cuando el resto de las gallinas se acercan para picotear el animal muerto en sus manos.

rápidamente aleja al animal del alcance de las gallinas gruñendo .

"Es mío, consigan el suyo" en un istante se puso de pie y apartó algunas gallinas alborotadoras de la entrada.
Hizo una nota mental de tapar la esquina recien rota del gallinero, aunque seguramente lo olvidaría como la mayor parte de las cosas.

Se dirige fuera del gallinero.

Aún se encuentra mortificado por la desaparición de sus caserías anteriores.

Medita sobre su situación mientras se dirige a la parte trasera del granero para preparar el animal y esconderlo.

Se detuvo a medio camino. Algo falta, Se dio cuenta, Falta el cacareo incesante y el sonido de pequeños pasos removiendo la tierra, es extraño no ver a su pequeño amigo emplumado. después de pensar un poco concluyó que debió quedarse con el resto de gallinas, lo más seguro es que este de guardia, cuidando al resto mientras aún no repara lo que sea que estuviera mal con el gallinero, ya no recuerda que es.

Continuó su camino y después de quince minutos tenía tres frascos de conserva llenos con carne curada.

Mientras guardaba los suministros restantes para realizar conservas escuchó el cacareo furioso de su gallina a lo lejos, rápidamente dejó todo y tomó su hacha y corrió hacia el sonido.

Estaba a mitad de camino cuando escuchó un par de susurros.

"No lo sé, el anciano no nos ha hecho nada"

"Bien, vete entonces. Pero le diré a todos que te fuiste llorando como siempre"

Conocía esas voces eran los adolecentes que colgaron chatarra en los cuernos de Gyftrot.

Sintió un nudo en su inexistente garganta, no esperaba escucharlos de nuevo. los más jóvenes fueron los primeros en caer en horrortale.

Dejó su hacha en el costado de la casa y caminó hacia los chicos.

Cuando llegó al huerto se detuvo. Miró incrédulo a los más jóvenes, estaban destruyendo los cultivos.

Caminó lentamente arrastrando los pies entre la vegetación muerta, eran ramas, hojas y plumas esparcidas.

Hasta que su bota tocó algo, dirigió su único ojo al suelo y vio un pequeño cuerpo emplumado inerte.

Los adolescentes notaron su presencia quedándose congelados en el acto y antes de que pudieran reaccionar horror corrió hacia ellos.

Atrapó a la cabeza de chilldrake entre sus garras y lo estrelló contra la vaya de madera del huerto dejándolo inconsciente.

El pequeño monstruo de nieve intentó correr pero un fémur similar a un hacha lo decapitó convirtiéndolo en polvo al instante.

Lentamente se dirigió hacia el monstruo inconsciente y con un rápido movimiento de su hacha terminó el trabajo.

Un torrente de emociones cruzó por su mente.

miedo de no llegar a tiempo de nuevo en el próximo altercado, culpa por no proteger su hogar correctamente, y una enfermiza emoción.

Caminó hacia el pequeño cuerpo emplumado.

Extrañaba decapitar a sus enemigos, pero va a extrañar más a su amigo.

Siente un movimiento extraño entre los cultivos muertos a sus espaldas y en una fracción de segundos lanza su hacha hacia la misma dirección.

Cuando gira su cráneo alcanza a observar pétalos amarillos volverse polvo, antes de que pueda acercarse al montículo de polvo el suelo tiembla y todo se oscurece.

Cuando abre sus ojos en se da cuenta de que está en su cama. en panico mira el reloj de la pared.

son las cinco de la mañana por lo que aún no ha salido el sol.

Rápidamente aleja las cobijas y corre hacia el huerto.

El huerto está intacto.
sabe que no fue un sueño, ha tenido esta sensación antes.

A lo lejos puede escuchar a su gallina cacarear furiosa.

aún guarda fragmentos de recuerdos de esa nefasta flor amarilla.

Y no le toma mucho tiempo darse cuenta de que día tras día ha estado cazando la misma mofeta.