Suenan campanas y la gente se amontona en la puerta de la iglesia, la boda va a comenzar. Yo ya estoy dentro, veo a la gente entrar y tomar asiento. Todos me miran sonrientes, con una mueca tan desagradable que no puedo apartar la mirada.
Entonces la veo caminar hacía el altar, siento un dolor en el costado. La sangre negra que brota de mi cabeza comienza a gotear en el suelo.
Busco su mirada, pero me esquiva. Esta muy ocupada observando como el novio se la aproxima.
¿creíais que era mi boda? no es más que mi funeral, y mientras ellos se besan apasionadamente. Yo en mi cruz , me muero lentamente por dentro.