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La entrada al coliseo hoy se siente distinta, el aire en la sala principal resonaba con una expectante tensión. Todos los habitantes de El otro lado, con sus distintos poderes y habilidades, nos habíamos reunido tras la convocatoria de Abdon, según él nos tenia que compartir una noticia urgente que cambiaria el destino de todos.  

Salvador, Simeón, Ferideh, Austin y yo junto con los demás esperábamos en silencio mientras Abdon se posicionaba en el centro de la sala, su figura imponente y su mirada penetrante. Él tomó aire antes de comenzar a hablar, sus palabras resonaron en cada rincón de la estancia.

—Requiero que escuchen el siguiente anuncio atentamente—Comenzó Abdon con su voz profunda y grave, silencio se hizo tangible. Mi mirada se encontró con la de Simeón, Ferideh y los demás, y pude ver la preocupación reflejada en sus rostros.

Él jamás hacia una apertura de algo, siempre se mantenía al margen, que en esta ocasión lo hiciera solo nos dejaba preocupados a mas de uno. Sobre todo mis compañeros y yo que sabíamos que estaba por suceder.

—El otro lado está en peligro inminente—Prosiguió Abdon, su tono sombrío.—La capa que nos mantiene a flote se está debilitando peligrosamente, y si no actuamos pronto, corremos el riesgo de ser arrojados al caos y a la deriva.

Todos empezaron a susurrar entre si, Abdon como siempre había soltado delicadamente la información, haciendo que mas de uno empezara a temblar por la noticia, un escalofrío recorrió mi espalda mientras absorbía la gravedad de sus palabras, ya lo sabia pero escucharlo dos veces sonaba aun peor, se sentía peor. 

—Para evitar esta catástrofe, debemos tomar medidas drásticas—Continuó, su voz llenando el espacio con autoridad.—Debemos preservar nuestro mundo y asegurar nuestra supervivencia. Es por eso que he decidido que llevaremos a cabo una competencia, una prueba de habilidades y destrezas. Sin embargo, no serán los elementos naturales los que se enfrenten, sino aquellos con dominios más débiles.

Reitero, es un maldito nazi.

Sus ojos se posaron en todos, jactándose sin ninguna compasión de sus angustiados rostros, rostros que de vez en cuando se posaban en Ferideh y en mi con cierto recelo. 

Cuando la mirada de Abdon cayó en mi, le hablé por telepatía, tenia prohibido usarla pero que mas da, si me envía a la cueva por mi estaría perfecto.

—¿Quieres que nos acribillen a Ferideh y a mi por no saber usar las palabras?—Reclamé

—Para estar muerta eres bastante miedosa.

Maldito pendejo, obviamente tenia miedo, las personas asustadas son capaces de hacer cualquier cosa, ellos están pensando en su estadía, y si tienen que pasar por quien sea lo harán, incluso si tienen que pasar por mi y Ferideh, que hasta el momento somos las únicas dos protegidas, pero no por mucho, tal vez nos espere una muerte peor.

Estas mil personas crearan un posible plan para no ir al purgatorio.

Estoy casi segura de ello. 

Hay cien lugares en El otro lado que serán disputados.—Anunció Abdon con determinación, sus palabras resonando en mis oídos.Aquellos cuyas habilidades sean más débiles deben iniciar un entrenamiento individual y autónomo, pues las competencias se harán al azar, cuatro diarias e inician en dos días. El ganador de cada torneo se asegurará su permanencia en este lugar.

Mis pensamientos se agolparon en mi mente mientras absorbía la impactante noticia. Sentí un nudo en el estómago al pensar en la injusticia de la situación. Sabía que muchos de mis amigos, incluyendo a Simeón, Salvador y Austin, podrían ser excluidos debido a sus poderes más notorios y poderosos.

Cuatro muertes diarias, hasta que las mil personas se convirtieran en cien.

—¡Esto me parece una injusticia—Gritó alguien desde algún lugar del coliseo—¿Tus putas no participan a muerte pero el resto si?

Todos asombrados por el atrevimiento del chico murmuraron y apoyaron su opinión, hasta yo lo apoyaba, no porque fuera la puta de Abdon, si porque me parecía injusto. 

—Trevor, ven al centro conmigo—Abdon no había preguntado, había ordenado, por lo tanto Trevor, haciéndose el valiente llegó al centro justo al lado de Abdon, demasiado cerca a él, tanto como lo odiaba, porque el contacto físico con Abdon era pecado, sentencia. 

—Claro rey de dominios—Instó Trevor cerca a Abdon, tanto que este hizo una mueca de profundo asco, el chico Trevor tenia un dominio peculiar, podía derretirse y pasar a estado liquido, esto lo centraba a poderes débiles que Abdon no necesitaba entre sus cien. 

—Quiero que escuchen y vean esta lección, para el siguiente que quiera o pretenda decirme que debo hacer en mi hogar.—Todos estábamos intentando procesar la información, pero antes de terminar de hacerlo y antes de que para su defensa Trevor pudiera convertirse en liquido, Abdon voló su cabeza, la cual cayo cerca a la puerta principal, por donde todos saldríamos una vez terminado esta decapitación en vivo. 

Algunos emitieron un sonido de horror al instante, otros se desmayaron, unos cuantos mas intentaron huir pero era en vano, las puertas del lugar estaba selladas, todos aquellos que alguna vez pensaron que este lugar era para descansar ahora lo están reconsiderando. 

Por mi parte miré a todos mis amigos uno a uno, todos teniendo diferentes reacciones; Simeón estaba a punto de vomitar, Salvador parecía en transe, Ferideh lloraba y Austin tenia las venas del cuello marcadas, estaba furioso. 

—Ya no tendré consideración con ustedes.—La voz de Abdon a penas es un eco en mi mente, ya que estoy petrificada viendo como todos aquellos que intentan huir están siendo asesinados por su secuas y mano derecha, Lucío. El maldito que congela las personas y estas explotan por la presión.—Celeste y Ferideh si participarán en los torneos, quería tener compasión por ustedes débiles, pero me doy cuenta que no vale la pena.

No hace falta que él lo diga para saberlo, para saber el motivo por el cual no me quería, ni a Ferideh dentro de los torneos. Somos los elementos naturales, las mas mortales; con un maldito movimiento podemos enviar a cualquier ser de este lugar, incluso a Abdon directamente al purgatorio. 

Les había dado una ventaja y ellos la habían tirado a la basura.

Pero ahora la presión estaba en Ferideh y en mi, ya que debíamos ganar para ayudar a Terra y Abundio, así que no era una opción perder.

Teníamos que asesinar. 





Después De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora