Mordida Equivocada- NOMIN

capitulo cinco

Capítulo cinco. 

Se conocieron cuando jaemin tenía ocho y jeno diez años.

Jaemin podía recordar ese día como si no hubieran pasado más de diez años. Incluso aún oía su propio llanto, en el que estaba sumido luego de haber presenciado a jeno enojado, debido a que esa fue la primera impresión que tuvo de él.

Lo tan pequeño y delgado que era en aquella época lo llevó a ser más vulnerable frente a todos, y además era un omega hombre, lo que provocó enojo en sus compañeros de clase alfas, que no hicieron más que molestarlo día a día. La mayoría de las veces no lloraba porque trataba de ser valiente (como su padre le había dicho que debía ser), pero en otras ocasiones no aguantaba y terminaba llorando, escondido o en frente de todos. Solo ahí los maestros aparecían para ayudarlo, muy a pesar de que cada vez él prefirió no hablar de lo sucedido porque sabía que podía ser peor al día siguiente.

Nadie le daba paz. Ni sus compañeras mujeres y omegas ni los alfas, que según lo que le habían enseñado, debían ser una fuente de protección. Pero lo que más le dolía era que parecía que solo querían molestarlo a él, pues había más omegas varones, pero nunca fueron hacia ellos, y eso lo llevó a preguntarse qué le encontraban de malo. 

El día que conoció a jeno prometía ser el peor. Joe, el alfa y líder del grupo que cada día lo molestaba, estaba a nada de empezar a llegar a él de una manera más física, siendo que nunca lo había hecho pues solo le gustaba llamarlo por nombres insultantes y quitarle lo que tuviera en las manos y no dárselo hasta que dejara de luchar por ello o estuviera al borde de las lágrimas. Sin embargo, parecía que eso lo estaba aburriendo y comenzó a darle empujones. Lo primero que jaemin quiso hacer fue buscar a las maestras pero en ningún momento encontró a alguna que pudiera ayudarlo. No le costó mucho entender que Joe se encontraba más enojado que nunca con él por ser omega y que recibiría golpes por esa razón. 

No ocurrió, para su suerte, aunque sí recibió varios empujones de parte de Joe como del resto de sus compañeros, que además lo llenaron de insultos mientras reían como si maltratarlo fuera lo más divertido que habían hecho en sus cortas vidas. En el momento que cayó al suelo y supo que iba a ser pateado, comenzó a llorar esperando los inevitables golpes. Los golpes nunca llegaron, para su sorpresa, porque apareció otro grupo de niños y niñas mayores que echó a sus compañeros. Y entre esas personas estaba jeno, que se encargó de ayudarlo a levantarse y calmar sus lágrimas, luciendo enojado mientras que decía que «esos malditos niños no tenían por qué meterse con él solo por ser un omega», recibiendo asentamientos de sus amigos, que lo habían ayudado a defenderlo. 

Desde entonces jeno no se separó de él, incluso cuando empezó la secundaria y ya no se veían tanto en la escuela. Se juntaban mucho fuera del horario escolar ya que en ese entonces a donghae no le importaba mucho que él fuera un omega (hasta que ambos estuvieron en la secundaria y tuvieron edad suficiente como para que una amistad se convirtiera en algo más serio). Años pasaron y jeno nunca dejó de protegerlo, muy a pesar de que hubo una época en la que jaemin comenzó a defenderse solo de quienes lo molestaban por ser omega y se enojaba si se metía. 

Entonces, por cómo empezó todo entre ambos, jaemin entendió que no era para nada extraño que jeno estuviera tan a la defensiva apenas entraron a la casa de su padre, además del largo historial que tenía Lee jeno no queriéndolo allí. Así que por esa razón tampoco resultó extraño que el primer encuentro de padre e hijo fuera con ambos mirándose de manera desafiante, como si jeno esperase que jeno comenzara a hablarle mal para atacar de cualquier forma posible.

—jeno, jaemin. Qué bueno que finalmente han llegado —donghae dijo apenas entraron a la casa, con una mirada seria yendo hacia los dos—. Vamos a mi oficina. ¿Necesitan algo? El viaje debió ser muy exhaustivo.