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Jimin abrió los ojos y se dio cuenta de que era de día, el busco a su alfa y lo encontró dormido a la par suya, el omega lo movió despacio y el alfa abrió los ojos y sonrió cansado.

—¿Cómo te encuentras? —le pregunto.

—Cansado. —respondió el omega. —¿Y nuestros hijos?

—Están bien. —sonrió. —tú debes de recuperar tus energías.

—Quiero ver a nuestros hijos. —lo vio suplicante.

El alfa se rio y le dio un beso en la frente a su omega para hacer que viera a una esquina de la cama, dándose cuenta de que ahí estaba una cuna grande donde estaban los bebés, Yoongi se levantó y cargó al pequeño niño de cabellos cafés y se acercó a su omega el cual lo cargo y le acarició el rostro.

—Él es Woozi, nuestro pequeño, serpiente. —dijo y Jimin sonrió.

—¿Y Felix? —preguntó el omega.

Yoongi sonrió y cargó al pequeño bebé de cabellos rubios y se sentó a la par del omega el cual se recostó en el hombro de su alfa, estaba muy cansado y solo quería el calor y los mimos de su alfa.

—Ahora somos cuatro. —dijo Yoongi.

—La habitación ya no será solo de pollitos. —hablo Jimin.

—Lo sé cariño. —le beso la frente y sonrió. —son hermosos, nuestros hijos sin duda alguna salieron igualitos a ti.

El omega vio a sus bebés y sonrió, pero sabía que ahora sus bebés estarían en peligro, ninguna de las familias se detendrá hasta verlo muerto, debía de moverse rápido, sabía muy bien que Layla sería la primera en saber sobre su estado y la que debía de eliminar de igual forma. Yoongi vio cómo uno de los bebés comenzaba a llorar, por lo cual vio que era lo que necesitaba, dándose cuenta de que quería comer, Jimin con ayuda de su alfa se quitó su camisa para alimentar a su bebé.

—¿Te sientes cómodo? —le pregunto.

—Es raro. —miró a su alfa.

—Poco a poco nos acostumbraremos. —le beso el hombro. —¿Deseas algo de comer?

—Puedes traerme pizza. —hablo. —deseo un poco a decir verdad.

El alfa se fue de la habitación y Jimin se quedó solo con sus dos hijos, él sonreía al ver cómo uno se alimentaba tranquilo mientras el otro dormía, él miró a la mesa que había y vio el incienso, poco a poco iba cerrando los ojos hasta caer dormido, una persona entró y vio al omega el cual estaba dormido. La persona tomó con cuidado al pequeño bebé rubio y salió en silencio del lugar, puso al bebé en la cesta donde llevaba mantas y lo cubrió para salir del lugar sin ser reconocido.

—Ya tengo su pedido. —habló la persona.

Un pollito llamado Park Jimin [Y.M][#2] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora