M. P. C. S

Capítulo 6.5

—Ugh.

Cuando gemí por lo bajo, Jeong Jihyeok se rió.

—¿Por qué aprietas de repente? ¿Quieres comerte incluso los dedos?

—...porque estoy adolorido.

No era una excusa, realmente dolía. Estuve apretando el dildo hasta el punto de desmayarme. Además, el ano apenas descansó en toda la semana. No se trataba simplemente de una posición normal.

Jeong Jihyeok sacó su dedo y agarró mi tobillo. Mientras retrocedía un poco, las olas de la bañera se estremecieron.

Jeong Jihyeok me frotó los pies con algo de fuerza.

—Eso está bien.

—Y también se encuentra bien.

Jeong Jihyeok me frotaba el tobillo. Era definitivamente real, pero no había sentido de la realidad.

—¿Me vas a dejar?

—... porque es un contrato.

—Olvida el contrato y responde. ¿Me vas a dejar?

—No es una cuestión de mi elección.
—¿Te quedarás si yo quiero?

—...¿lo quieres?

Miré a Jeong Jihyeok con seriedad. Pensé que podía asentir si quería que me quedara, ya fuera como esclavo o como una muñeca.

—...Dame tu brazo.

Jeong Jihyeok extendió su mano, borrando el flujo de la conversación, como si nunca hubiera hecho una pregunta. Masajeó suavemente mi muñeca.

—Si prometes no apartarte de mi lado, puedes ir a trabajar.

—...

—¿No dices nada? Pensé que te gustaría.

Era mejor ir a trabajar que estar solo en casa y era aún mejor si podía estar con Jeong Jihyeok. Pero no podrá evitar a Han Chanwoo.

—... no hay garantía de que no suceda lo mismo que la última vez.

—No te preocupes. Yo te protegeré. No quiero estar lejos de ti ni por un segundo.

Pensé que me estaba haciendo un favor para apaciguarme, pero no fue así. No quería que me fuera, así que finge ser bueno.

¿Jeong Jihyeok tiene un lado así? No dije directamente que quería, pero respondí . Una sonrisa acudió a sus labios espontáneamente.

—Iré a trabajar a partir de mañana. Gracias por cuidarme.
No hay motivo para que evite a Heo Chanwoo. Si uno de los dos tiene que irse, es Heo Chanwoo, no yo.

Jeong Jihyeok levantó una ceja como si estuviera satisfecho con mi respuesta.

Incluso después de que salí del baño, Jeong Jihyeok continuó frotando mi cuerpo.

—Necesito cambiar el dispositivo antimarcado.

—¿Por qué?

—Porque puedo ver tus labios.

La mano que apretaba el pezón se acercó a la comisura de mi boca. Presionó ligeramente la pequeña herida que tenía una costra. Era una herida por morderme el labio ayer.

—Ten en cuenta, Min Seojun. tu cuerpo es mío. Si te lastimas así otra vez, te amordazaré.

Su voz era lo suficientemente seria como para que se rieran de ella como una broma.

—Lo tendré en cuenta.

Incluso después de responder, sus ojos permanecieron en mis labios.

Entonces sonó el timbre. ¿Quién es? Jeong Jihyeok es una celebridad, así que en esta situación, era correcto que yo, el manager, saliera atender. Pero yo no estaba usando nada de ropa. Intenté levantarme de la bañera avergonzado, pero me apretó el hombro y me tapó con una bata.